No es lo mismo
El plato de pollo a la mostaza que ya había puesto no tiene nada que ver con éste. Aquel plato es una carne adobada y pensada para cocinar a la barbacoa. Éste es un pollo o conejo, así se realiza en su versión original, cocido a fuego lento con una salsa a base de mostaza, nata, pimienta o tomillo. Ambos muy ricos pero diferentes.
Es un plato muy sencillo, adaptado de “La Larousse de la Cocina”, en la que he podido encontrar muchas ideas, más que recetas. Abro el libro en una página al azar y tendré el ingrediente del día, cómo se me ocurra hacerlo es otro tema.
No tiene ninguna complicación. Si existiese, es únicamente el evitar que no se corte la salsa. Si se llegase a cortar, la solución es echar más nata y darle unos “meneítos” hasta que vuelta a ligarse. Un plato muy rico, siempre que os guste la mostaza me encanta. La próxima vez incluso creo que lo haré con un poco de miel, un agridulce espectacular (espero). Unas patatas fritas mojadas en la salsa son perfectas. M ha dictado sentencia, habiendo rebañado todo, todo.
Todo está en los libros…
Mis compras convulsivas son muy limitadas. No soy un gran comprador, me gusta comprar lo justo, sólo lo necesario para el día o para el plato del día. M incluso se sorprende al verme comprar por lonchas y no por gramos: “4 lonchas de panceta”, “dos chorizos”, “un pimiento”, “tres sardinas”,… No me gusta comprar cosas para almacenarlas en el frigorífico, ni cuando están de oferta (sobre todo). Sí me gusta tener de variedad de productos en la cocina, pero sólo un poco de cada uno. M, por el contrario, prefiere tener el frigorífico repleto. Ése es el motivo por el cual anteayer me tomé dos cuajadas más de veinte días después de haber pasado su fecha de caducidad. Sigo vivo, por el momento.
Eso no sólo me pasa con la comida y los alimentos. Con la ropa me pasa lo mismo, M tiene que estar casi suplicándome que me compre más prendas. Es una “costumbre” que tengo muy arraigada desde la época en que vivía con mis padres. Con los libros todo cambia. Aunque tengo esa sensación de culpabilidad y una necesidad de justificarme ante M, si entro en una librería ardo en deseos de comprar libros y más libros. Libros técnicos y de carácter científico, libros de lectura y, como no, libros de cocina. Todo depende de la época del año y mi nivel de ociosidad. En invierno tiendo más hacia los libros técnicos, en verano o vacaciones mis miradas van dirigidas a los libros de lectura y siempre me paso por la sección de libros de cocina.
Lo más curioso es que, si bien mis ganas son muy grandes, muchísimas veces acabo por no comprar ninguno, convirtiéndome en ese guarrón más que se ha estado pasando una hora hojeando y ojeando recetas mientras escribe algunas anotaciones en un trozo de papel… El viernes fui un mirón, pero la culpabilidad me obligó a comprar u interesante libro de lectura ;-). No hay mal que por bien no venga.
Ingredientes
(2) Desechamos toda la grasa, hasta que no quede nada. Así evitamos que se corte la salsa con nata. En el mismo cazo, echamos los trozos de pollo y unas 5 cucharadas o más, según gustos, de mostaza. Bajamos el fuego y dejamos cocinar durante unos 10 minutos.
(3) Añadimos la nata con un poco de agua y el caldo de pollo desmenuzado. Tapamos y dejamos cocinar a fuego lento hasta que esté cocinado. Si es conejo necesitará más tiempo, más de media hora.
Si vemos que la salsa se desliga, añadimos un poco más de nata y removeremos. La salsa vuelve a ligarse con mucha facilidad removiendo y/o echando un poco más de líquido.
(4) Probamos, rectificamos la sal y pimienta. Espolvoreamos con perejil picado.
Servimos con paratas fritas, unas judías cocidas, una coliflor,…
Otro de esos platos ricos para cuando no tenemos demasiado tiempo o preferimos leer un libro mientras esperamos disfrutando de los aromas que emanan de la tartera.
El plato de pollo a la mostaza que ya había puesto no tiene nada que ver con éste. Aquel plato es una carne adobada y pensada para cocinar a la barbacoa. Éste es un pollo o conejo, así se realiza en su versión original, cocido a fuego lento con una salsa a base de mostaza, nata, pimienta o tomillo. Ambos muy ricos pero diferentes.
Es un plato muy sencillo, adaptado de “La Larousse de la Cocina”, en la que he podido encontrar muchas ideas, más que recetas. Abro el libro en una página al azar y tendré el ingrediente del día, cómo se me ocurra hacerlo es otro tema.
No tiene ninguna complicación. Si existiese, es únicamente el evitar que no se corte la salsa. Si se llegase a cortar, la solución es echar más nata y darle unos “meneítos” hasta que vuelta a ligarse. Un plato muy rico, siempre que os guste la mostaza me encanta. La próxima vez incluso creo que lo haré con un poco de miel, un agridulce espectacular (espero). Unas patatas fritas mojadas en la salsa son perfectas. M ha dictado sentencia, habiendo rebañado todo, todo.
Todo está en los libros…
Mis compras convulsivas son muy limitadas. No soy un gran comprador, me gusta comprar lo justo, sólo lo necesario para el día o para el plato del día. M incluso se sorprende al verme comprar por lonchas y no por gramos: “4 lonchas de panceta”, “dos chorizos”, “un pimiento”, “tres sardinas”,… No me gusta comprar cosas para almacenarlas en el frigorífico, ni cuando están de oferta (sobre todo). Sí me gusta tener de variedad de productos en la cocina, pero sólo un poco de cada uno. M, por el contrario, prefiere tener el frigorífico repleto. Ése es el motivo por el cual anteayer me tomé dos cuajadas más de veinte días después de haber pasado su fecha de caducidad. Sigo vivo, por el momento.
Eso no sólo me pasa con la comida y los alimentos. Con la ropa me pasa lo mismo, M tiene que estar casi suplicándome que me compre más prendas. Es una “costumbre” que tengo muy arraigada desde la época en que vivía con mis padres. Con los libros todo cambia. Aunque tengo esa sensación de culpabilidad y una necesidad de justificarme ante M, si entro en una librería ardo en deseos de comprar libros y más libros. Libros técnicos y de carácter científico, libros de lectura y, como no, libros de cocina. Todo depende de la época del año y mi nivel de ociosidad. En invierno tiendo más hacia los libros técnicos, en verano o vacaciones mis miradas van dirigidas a los libros de lectura y siempre me paso por la sección de libros de cocina.
Lo más curioso es que, si bien mis ganas son muy grandes, muchísimas veces acabo por no comprar ninguno, convirtiéndome en ese guarrón más que se ha estado pasando una hora hojeando y ojeando recetas mientras escribe algunas anotaciones en un trozo de papel… El viernes fui un mirón, pero la culpabilidad me obligó a comprar u interesante libro de lectura ;-). No hay mal que por bien no venga.
Ingredientes
- Unos trozos de pollo o conejo, un kilo aprox.
- Tomillo seco
- Aceite de oliva, unas dos cucharadas.
- 5 cucharadas de mostaza fuerte
- 200 ml. de nata líquida
- Perejil fresco
- Pimienta negra recién molida
- ¼ pastilla caldo de pollo
- Un poco de agua
(2) Desechamos toda la grasa, hasta que no quede nada. Así evitamos que se corte la salsa con nata. En el mismo cazo, echamos los trozos de pollo y unas 5 cucharadas o más, según gustos, de mostaza. Bajamos el fuego y dejamos cocinar durante unos 10 minutos.
(3) Añadimos la nata con un poco de agua y el caldo de pollo desmenuzado. Tapamos y dejamos cocinar a fuego lento hasta que esté cocinado. Si es conejo necesitará más tiempo, más de media hora.
Si vemos que la salsa se desliga, añadimos un poco más de nata y removeremos. La salsa vuelve a ligarse con mucha facilidad removiendo y/o echando un poco más de líquido.
(4) Probamos, rectificamos la sal y pimienta. Espolvoreamos con perejil picado.
Servimos con paratas fritas, unas judías cocidas, una coliflor,…
Otro de esos platos ricos para cuando no tenemos demasiado tiempo o preferimos leer un libro mientras esperamos disfrutando de los aromas que emanan de la tartera.
Me gustán más los dulces,pero,la copio para mi hija.Le encanta la mostaza!!!
ResponderEliminarEs muy sencilla,para hacer sus pinitos en la cocina,en el piso.Todo es empezar:-)
Me reí un montón con lo de las librerías,joder,no soy la única que apunta cosas.
Aquí,ya me conocen,voy muucho!!!
En La Central Librera de la C/Real(la conocerás)me siento en las escaleras y pasa el tiempo,sin enterarme.Ya me dicen:tú como en casa,ja!!!
No me da corte,les compro una burrada,mi obsesión!!!que le voy a hacer!!!
Me encanta hablar de todo con el dueño.Me vuelven loca los libros,tururú!!!
Tengo que ojear un montón de tus recetas,menos mal,que no tienes tiempo,creo,que eres el que más pone en un blog,uf!!!
He estado muuy ocupada con la ida de mi hija a Coruña.
Coooompras,las ooodio!!!no son lo mío.
Espero,lleves mejoooor!!!tu ritmo de vida.
Piensa,que son nuestras decisiones las que marcan nuestra vida.
No te dejes llevar por la corriente,ni por los demás.
Sé tu mismo,eres una gran persona,geniaaal!!!sigue así,no cambies.
Qué diferentes sois!!!
Muuucho hay que adaptarse,verdad!!!
Tooodos tenemos que ceder,no uno sólo.
Sabes,yo si creo,que el ser diferente es muuy bueno.!!!
Cuídate muuucho.
Un besote enooorme!!!
Hola Isi!,
ResponderEliminarLa receta es muy sencillita pero está muy rica.
Curiosamente, o no tanto, he estado este fin de semana por allí. No he tenido tiempo para pasar por la librería un “guarrear” otro poco ;-). Me he conformado con ir al cine (Odeon) con M, tenía que tener alguna contraprestación pasar toda la tarde en casa de los S… quit pro quo
Tú sí que eres GENIAL. Muchas gracias, vuestros comentarios me ayudan, por eso cada vez necesito escribir más, aunque cada vez pueda dedicarle menos tiempo.
Besos y, no quiero ser cargante pero es cierto, muchas GRACIAS.