Tartitas de fresa y crema de chocolate blanco


Monday, Monday

Esta tarta ha quedado muy resultona. La palabra “resultona” es ambigua, por lo que diré “muy buena”. Fácil, rica y una manera diferente de hacer una crema pastelera, con chocolate blanco. Sí, con negro ya lo había probado, pero blanco….

Últimamente tengo tal obsesión por la mermelada de frambuesas que no hago más que ver, y buscar, recetas que de alguna manera la empleen.

La palabra más falsa y el desagradable (yo mismo, por poner un ejemplo)

“Resultona”, perdón, no quería decirlo. Es como cuando se dice que alguien es “buena persona”. En ese mismo instante piensas: “no es muy agraciad@”. ¿Buena persona?, ¡venga ya!, ¡ni que lo/la conocieses de toda la vida!

Lo que no me gusta nada, pero nada, es cuando M, después de intercambiar una conversación “profundísima” sobre el tiempo (atmosférico, nada del espacio-tiempo ni teorías sobre la relatividad especial), el calor que hace (o el frío) o temas “existenciales” como el ruido o el tráfico, dice la frase clave: “Es muy maj@!”. ¿Muuuuy maj@?, ¿en qué lo has notado? ¿En que no paraba de mirarte...? pues yo no lo he notado por ningún lado. Tal vez lo sea, en 5 minutos no tengo tanta capacidad analítica sobre la personalidad del ser humano. ¡Majo!, suena tan falso. Admitiría “parece majo”, aunque convendría decir que la palabra “majo” no sé ni lo que significa. A buscar: http://www.rae.es

majo, ja.
(De or. inc.).
1. adj. coloq. Que gusta por su simpatía, belleza u otra cualidad.
2. adj. coloq. Lindo, hermoso, vistoso.
3. adj. coloq. Ataviado, compuesto, lujoso.
4. adj. p. us. Dicho de una persona: Que en su porte, acciones y vestidos afecta un poco de libertad y guapeza, más propia de la gente ordinaria. U. t. c. s.


Ahhhhhh!, ahora ya entiendo, ¿por qué no dijiste de entrada “guap@”, “cachond@”?, ¡acabáramos!. Esa capacidad de análisis de ser humano sí que la poseo, pero incluso me llegan unas décimas de segundo, no necesito entablar ninguna conversación. Una mirada es suficiente. ¿O querría decir la última acepción?: “…propia de la gente ordinaria”.

Un lunes como cualquier otro

7:15 Levantarse. Hacer cama y preparar algo ganar tiempo mediodía. Coche. Trabajo-clases-pasan-de-todo. Vuelta. Parada rápida comprar supermercado-hay-que-comprar-el-pan-de-M. Poner mesa. Desvestirse. Ropa-de-deporte. Correr. Ducha rápida. Acabar-de-preparar-la-comida. Comer mientras tanto. Llega M. Comida M plato. Fregar mientras come. Acabar postre empecé ayer. M siesta. Fregar cacharros postre. M despierta. M dice. “barro”. M “Yo Bea”. P publica blog. Acaba YSB. Visita tienda muebles piso isla. Vuelta 9 noche. Cena. P friega. M recoge mesa. M mira presupuestos. P escribe. 24 hay dormir.

Base de pasta sableé
  • 125 gr. de mantequilla reblandecida, no derretida.
  • 50 gr. de azúcar (fino)
  • 200 gr. de harina normal.
  • 1 yema de huevo grande
  • 2 cucharadas de agua muy fría
  • Opcional: algún aroma, esta vez no le he puesto
(1) Mezclar el azúcar con la harina. Hacer un volcán, echar la yema, la mantequilla en trocitos y las cucharadas de agua. Amasamos rápidamente hasta formar una pasta homogénea.

(2) Formamos una bola, envolvemos en plástico y dejamos reposar en el frigorífico durante un mínimo de media hora.

(3) Estimamos la masa. Si es pegajosa lo podemos hacer entre dos bolsas de congelación. Engrasamos y enharinamos los moldes (pequeños), retirando la harina sobrante, y cubrimos el molde. Pinchamos con un tenedor, cubrimos con papel de aluminio (¿aún se le llama “Albal”?) y ponemos un peso encima, por ejemplo, unos garbanzos. También podríamos dejarlo en la nevera otros 30 min., ya dentro del molde, antes de ponerle el papel de aluminio y los garbanzos.

(4) Horneamos durante 10-15 minutos en horno precalentado a 175º. Retiramos el papel de aluminio y los garbanzos y volvemos a introducir en el horno durante uno 5-10 minutos, hasta que empiece tostarse.

(5) Dejamos enfriar antes de desmoldar la base. Si lo hacemos caliente se rompería.

Crema de chocolate blanco
  • 100 gr. de azúcar [50 gr.]
  • 3 cucharadas rasas de maicena [1,5 cucharadas=15 gr.]
  • 3 huevos grandes [1 huevo]
  • 3 yemas grandes [2 yemas]
  • 480 ml de leche [240 ml]. He sustituido parte de la leche por nata, más sabroso.
  • 100-150 gr. de chocolate blanco troceado [50-75 gr.], dependiendo de cuánto sabor queramos.
  • Una rama de canela y un trozo de monda de limón.
  • Opcional: una nuez de mantequilla.
Montaje
  • Mermelada de fresa o frambuesa. He empleado frambuesa.
  • Fresas fresas, troceadas.
(1) Mezclamos el azúcar con los huevos. Batimos enérgicamente hasta blanquear. Echamos la maicena y seguimos batiendo hasta que quede totalmente mezclado, sin grumos.

(2) Infusionamos la leche/nata al fuego medio con un poco (una rama) de canela y un trocito de piel de limón, sin la parte blanca que le daría acidez. Cuando empiecen a formarse burbujas echamos un tercio de la leche sobre la mezcla de los huevos. Batimos hasta que quede bien mezclado.

(3) Añadimos el resto de la leche y llevamos al fuego a temperatura media, removiendo constantemente para evitar que se pegue. Seguimos el proceso hasta que espese. Cuando haya espesado retiramos del fuego, echamos los trozos de chocolate blanco y una nuez de mantequilla, si le queremos dar un poco de brillo y sabor. Dejamos enfriar unos 15 min.

Montaje de la tarta

(4) Con la base ya fría, pero cuidando de no romper la masa, echamos un poco de mermelada de frambuesa o fresa en el fondo. Como sigo obsesionado con la mermelada de frambuesa, ya podéis imaginar cuál le he echado.

(5) Rellenamos con la crema de chocolate y decoramos con trozos de fresa. Dejamos enfriar en el frigorífico. Lo mejor es cubrir casi toda la superficie de la tarta con fresas, así evitaremos que se forma costra sobre la crema.

“Espudendísima” (¿..ísima?, nunca pensé que llegaría a caer tan bajo ;-))

Harry Haller

Me gusta la cocina, sobre todo las ideas, los preparativos, la creatividad y el proceso. Ver disfrutar a los comensales. Apasionado de los dulces muy dulces y de los salados agridulces con matices de otras tierras. He intentado hacer de la necesidad un placer y así poder disfrutar de esos momentos que la vida nos obliga a ocupar todos los días en torno a una cocina.

3 comentarios:

  1. Prefiero 100.000 costras de crema, que la fruta fresca y cruda sobre (o en) las tartas y pasteles.

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