Bacalao Ajoarriero

Bacalao AjoarrieroNo está el horno para bollos

Estoy como en el corte inglés: “la semana fantástica”. Tan fantástica que el tiempo brilla por su ausencia. Sin casi dormir, sin hacer lo que tengo que hacer y con el tiempo que se me echa encima. No volveré a meterme en cierto tipo de berenjenales, pero soy (casi) incapaz de decir que no. Si.
Curioso: “el tiempo se me echa encima”, más bien, “el tiempo pasa muy rápido”, algo así como 60 seg./minuto.
“No está el horno para bollos”. Literalmente: no tengo tiempo para hacer bollos. Lo quitaré de algún sitio, por ejemplo, horas de sueño o momentos de relax. Ya casi ni duermo, nunca lo he hecho, soy un insomne más.

Bacalao AjoarrieroEl bacalao

¿Por qué tantas veces acabo hablando de la infancia?, ¿me estaré haciendo mayor?, ¿será que añoro el pasado? Más bien pienso que se debe a que de un tiempo a esta parte ya no construyo recuerdos, se entra en una rutina de la que es difícil salir.
Bueno, el tema es que de pequeño no me gustaba el bacalao. No es que no me gustase el bacalao, me encanta el pescado, ¡no me gustaba la SAL del bacalao! Todo sal. A mis padres les encantaba. El bacalao casi ni se desalaba, un chorrito de agua y ya estaba. No sabía a nada, era como cuando me tragaba el océano Atlántico en mis primeros escarceos con la natación-buceo. “Pepinho, levanta la cabeza”, la natación “sin-cron-ni-za-da”, estilo perro, la controlaba a las mil maravillas. Ya algo “más mayor” ;-) el estilo libre te permitía ir a recuperar esos balones que llevaba el viento: “el gran héroe americano”.

Por suerte la tendencia del bacalao cambió con el tiempo. La sal ya no era sana y había que desalarlo suficientemente. Eso era otra cosa, ya sabía a pescado. Ahora, con los nuevos tiempos incluso muchas veces lo compramos fresco; casi lo prefiero, sobre todo si son cocochas. Era un tema de conservación.

Hoy es un día especial

Especialmente si te lo recuerdan. Me acordé ¿por casualidad? el otro día, por los pelos (casi) se me pasa. Eso ocurre por tener demasiadas cosas en la cabeza. Pones prioridades y, acordarse de un aniversario, no es para mí prioridad cero, ni uno, ni dos,… Ya me contaréis por qué es tan importante una fecha. ¿En que calendario? ¿en el gregoriano?.
En los cumpleaños de M, que no es el caso, llega a hacer listas mentales de quién y quién no le llama, como para olvidarse. Si llamas, prueba superada, si no llamas ya tienes una marca (negativa). Te borrará de la agenda para la siguiente felicitación.

No valoro esa capacidad (¿será porque no la tengo?). Hasta creo recordar que este año mi hermano Martín no me ha felicitado el cumpleaños y no ha pasado nada. Ni marcas en una agenda ni similares, tendría cosas mucho más importantes que hacer.

Otro hecho clave: cuando te llama alguien que no esperas. Hay dos posibilidades: a) que tenga una agenda con onomásticas o b) que se lo hayan dicho. Ejemplo, ayer fue el santo de mi cuñado “Fer”, bien, ni de lejos me hubiese acordado. Pero lo he llamado. Al llamar habrá pensado (seguro): “se lo ha dicho M” pero… ¿y si no llamas?, marca en la agenda.

El plato

Es un clásico de la cocina que tiene muchas variantes. Lo presento como siempre nos ha gustado. A lo largo del tiempo casi no le he hecho ninguna modificación, la única mejora, prácticamente, ha sido incorporar la pulpa del pimiento choricero.

(Edito, unas horas después)
¡Lo tengo! Como es un día especial me ha traído una sorpresa: ¡“Pasión por el chocolate” de Trish Deseine!
Un día pasé, pasamos, por el CI e hice el encargo pero, como mi móvil prefiero tenerlo apagado, se encargó ella de “supervisar” el pedido. No me había dicho que había llegado el libro, se lo tenía muy callado para dármelo hoy. Lo han conseguido en el CI de… Marbella.
El otro día miré en http://www.fnac.es y tampoco estaba pero no puede evitar comprar la “Larousse de los postres” de Pierre Hermé.
Ahora tengo un gran problema, no sé por dónde empezar, todas tienen muy buena pinta. La receta del pastel de chocolate la había traducido de Internet. Viva la “Pasión”, ¡aunque sea por el chocolate!
Bacalao Ajoarriero
Ingredientes
  • 1 cebolla picadita
  • 3 dientes de ajo
  • 1 pimiento verde, no demasiado grande (o algo menos)
  • 1 pimiento choricero seco
  • 4 pimientos del piquillo
  • ½ vaso de vino blanco (bueno)
  • Un poco de salsa de tomate (no sé, tal vez medio vaso)
  • 400-500 gr. de bacalao, desalado y desmigajado en cubos de un par de centímetros (a gusto, si lo queremos en trozos algo más grandes también podemos)
(1) Ponemos el bacalao en un bol con agua a desalar entre 24 y 48 horas antes, dependiendo del grosor del bacalao, cambiando el agua de vez en cuando. Pasado el tiempo lo escurrimos, secamos bien y troceamos finamente. Podemos desmigajarlo.
Como hay que desmigajarlo, el bacalao no tiene porque ser demasiado grueso, puede ser una pieza más fina y más económica.

(2) Una o dos horas antes ponemos el pimiento choricero a hidratar en agua. Escurrimos, secamos y quitamos la pulpa. Reservamos.

(3) Pochamos la cebolla picada, con el ajo y el pimiento verde, también finamente picados. Dejamos hacer a fuego lento.

(4) Cuando esté blanquecina la cebolla echamos la pulpa del pimiento choricero. Le damos unas vueltas para que no se pegue e incorporamos los pimientos del piquillo troceaditos. Damos otras vueltas y añadimos el vino. Dejamos reducir durante unos 5 minutos.

(5) Ya reducido el vino, echamos el bacalao, la sal si fuese necesaria (muy poca, esta vez no se la he echado), y la salsa de tomate. La salsa a gusto, pero no demasiada, enmascararía el sabor del sofrito y del bacalao. Dejamos cocinar un poquito, un poco. El bacalao desalado podría tomarse casi “crudo”, la salazón hace que el bacalao, además de conservarse, se seque.

Estupendo plato acompañado de unas patatas fritas, que pueden añadirse al final.
Para mi gusto el plato gana dejándolo reposar, así el bacalao coge un poco más de sabor del sofrito. Recomendable.
Bacalao Ajoarriero

Harry Haller

Me gusta la cocina, sobre todo las ideas, los preparativos, la creatividad y el proceso. Ver disfrutar a los comensales. Apasionado de los dulces muy dulces y de los salados agridulces con matices de otras tierras. He intentado hacer de la necesidad un placer y así poder disfrutar de esos momentos que la vida nos obliga a ocupar todos los días en torno a una cocina.

1 comentario:

  1. Hola.

    Ya he preparado alguna de tus recetas, el bacalao a la galaico-madrileña.
    Estupendo.
    Merodeo esta otra. Solo me falta el choricero.Los pimientos del piquillo habrán de ser bote. No los encuentro frescos.
    Ya publicaré el resultado de mi versiòn para honrrar tu dedicación, tu entrega y tu generosidad en esta publicación.

    Salud para ti y los tuyos.

    Andrés desde Mallorca.

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