Tarta de crema brûlée de café y chocolate

(in)Exactitudes

Veamos, en realidad una crema brûlée es una especie de crema catalana realizada con nata y no con leche. Por lo demás, al igual que la crema catalana, suele tomarse con una superficie de azúcar caramelizado. Otra diferencia es que la crema brûlée suele ir al horno, y digo “suele” porque he visto recetas en las que la preparan totalmente al fuego, como si de una crema pastelera se tratase. Puede aromatizarse con vainilla y/o canela.

Esta tarta es una adaptación del libro "Sweet and Savoury Tarts" del repostero Eric Kayser. Ha quedado fantástica, sobre todo para aquellos amantes del café.

Las cantidades originales están pensadas para un molde de unos 25 cm., por lo que para mi molde cuadrado de 21 cm. he puesto las cantidades representadas entre corchetes. Me ha sobrado un poco de masa de la base que emplearé para unas galletas rellenas.

Tal día como hoy

Controversia no. 1: día de política.

Tal día como hoy nacieron personas tan dispares como Icíar Bollaín o George Bush. Una me entusiasmó y emocionó, dirigida por Victor Erice, en “El Sur” y el otro me avergonzó, y lo sigue haciendo, de formar parte de la raza humana (¿humana?), más inhumana que nunca. Bush es la prueba inequívoca de que “cualquiera” puede ser presidente de los EEUU, sobre todo si tienes un poder económico y empresarial detrás que te ayuda y al que ayudas. Si pudiese votaría a “Jefferson Smith”.

Como no quiero enfadarme y tener un día (más) deprimente, no mencionaré más a G. W. B. Sólo le pido a éste y a todos políticos, por favor: ¡no vuelvan a hablar en nombre de la mayoría! Detrás de eso hay un pensamiento bastante discutible: “¿la mayoría tiene la razón?”. No, las mayorías crean opinión y la razón ni el tiempo la da. La historia está escrita por los vencedores de no se sabe qué guerras… me contengo, pero ya podéis atacarme sin pudor.

Víctor Erice

Un genio. Tiene una sensibilidad con la cámara que me recuerda a otro “genio” del cine norteamericano: Terrence Malick. Ambos tienen una forma de rodar muy personal y suelen emplear recursos que repiten en sus obras, que no siempre comparten el uno con el otro: las voces en off, las pausas y los silencios, unos diálogos que se clavan con cada palabra, escenarios que comparten el protagonismo con los actores (paisajes, el viento, los espacios abiertos,…),… Ambos se prodigan muy poco pero tienen más de una obra maestra.

De Víctor Erice me quedo con “El Sur”, me gusta “algo” menos “El espíritu de la colmena”. De Terrence Malick: “Malas Tierras” y “Días del Cielo”. Para mi gusto, todas unas verdaderas obras maestras. ¡Viva el cine! y, por favor, volved a dirigir pronto, aunque sólo sea por un puñado de dólares.

El Café

Un secreto. Mis experiencias con el café nunca han sido muy fructíferas, nunca me ha gustado demasiado. Bueno, en realidad sí me gusta pero sus efectos hacen estragos conmigo. Un café puede dejarme sin dormir, y sin exagerar nada, una eternidad. Desde aquel examen de filosofía del instituto no he vuelto a tomar uno para no quedarme dormido.

En los postres es otra cosa, me gusta mucho la combinación y el contraste que forma con el dulce: un tiramisú o unas trufas son un buen ejemplo.

Esta semana no estoy como para tomarme cafés, no duermo de un tirón ni de broma. Me despierto varias veces, como si fueran “ya” las 7 de la mañana, me levando y doy unas cuantas vueltas hasta que me caigo rendido. Por si acaso no me tomaré el postre por la noche. Espero que todo principio tenga un fin, por lo menos un “fin de capítulo”.

Ingredientes

Base
  • 125 gr. mantequilla sin sal, pomada
  • 70 gr. azúcar glasé
  • 30 gr. avellanas molidas
  • 1/2 cucharilla de sal
  • 1 huevo, ligeramente batido
  • 200 gr. harina normal
  • 1 cucharilla de levadura química
  • 10 gr. cacao en polvo
Crema brûlée de café
  • 500 gr. nata para montar [250 gr.]
  • 20 gr. café instantáneo [10 gr.]
  • 4 yemas de huevo [2]
  • 75 gr. azúcar [38 gr.]

Ganache
  • 350 gr. de chocolate agridulce [175 gr.]
  • 400 gr. nata para montar [200 gr.]
  • 70 gr. mantequilla [35 gr.]

Base
(1)
Batimos la mantequilla, el azúcar y la sal hasta que quede cremoso.

(2) Añadimos el huevo semibatido, la harina con la levadura y las avellanas molidas. Amasamos hasta formar una masa flexible.

(3) Con ayuda de un par de bolsas de congelador abiertas, estiramos la masa entre ellas con un rodillo. Cubrimos en un molde cuadrado de unos 21 cm., ese es el que he usado, engrasado y enharinado. Pinchamos la superficie con un tenedor, cubrimos con papel de aluminio y ponemos un peso, por ejemplo unos garbanzos. Así evitamos que suba.
Realizamos un pre-horneado durante unos 15 a unos 190-200º. Retiramos, quitamos los pesos y reservamos.

Crema brûlée de café

(4) Para hacer la crema brûlée, calentamos la nata en un cazo y echamos el café instantáneo. Removemos hasta que se disuelva totalmente.

(5) En un bol aparte, batimos las yemas de huevo con el azúcar y vertemos la mezcla de la crema de café caliente. Mezclamos hasta que quede homogéneo.

(6) Ponemos la mezcla sobre la base y horneamos al baño María a temperatura baja, a unos 165º C, hasta que esté hecho (como si hiciésemos un flan). No debe hornearse de más, no he calculado el tiempo pero podrían ser unos 30 minutos o más. Retiramos del horno y dejamos enfriar.
Nota: la crema podría realizarse totalmente al fuego pero su aspecto sería más el de una crema pastelera de café, no tipo “flan”.

Cobertura de Chocolate

(7) Para el ganache de chocolate, calentamos la crema en un cazo hasta hervir. Retiramos del fuego y echamos el chocolate troceado. Con ayuda de una espátula, removemos hasta formar una mezcla homogénea y sin grumos.

(8) Todavía caliente, echamos la mantequilla, removiendo hasta que quede bien mezclado.

(9) Vertemos el ganache sobre la crema brûlée totalmente fría y apartamos hasta que enfríe la cobertura.

(10) Llevamos al frigorífico y dejamos hasta que quede consistente. Mejor toda la noche. Troceamos y servimos fría.

“El café de los muy … amantes de los dulces.”

Harry Haller

Me gusta la cocina, sobre todo las ideas, los preparativos, la creatividad y el proceso. Ver disfrutar a los comensales. Apasionado de los dulces muy dulces y de los salados agridulces con matices de otras tierras. He intentado hacer de la necesidad un placer y así poder disfrutar de esos momentos que la vida nos obliga a ocupar todos los días en torno a una cocina.

6 comentarios:

  1. Hola Hola !!!!

    Te sale "alta" esta tarta??? . Por que me gusta mucho para llevarla un día a la oficina....
    es más ó menos como las barras que pusiste con vainilla????

    Ya me dices algo, vale¿¿¿¿

    saludos,


    Mª Dolores (Valencia)

    ResponderEliminar
  2. Hola
    En un molde de unos 21 cm me ha quedado un relleno de 1.5 cm (medido) y, contando la base, 2.algo. Puedes emplear las cantidades de la receta original, yo para el relleno he empelado la mitad de ingredientes. M todavía no quiere pasarse…

    No recuerdo exactamente la altura de las barras, pero creo que ésta ha quedado un poco más baja.

    Está buenísima, ya digo, siempre que os guste el café.

    Saludos, espero haber podido ayudar.

    ResponderEliminar
  3. Graciasssssss!!!!

    en casa somos super cafeteros......a mí ni me altera ni me desvela...(creo es una suerte, tengo amig@s que el café de la mañana les desvela hasta la noche!!!)
    Creo que sí, la haré para la semana que viene llevarla al trabajo. Trabajo en una multinacional y cuando tenemos reuniones mensuales , suelo llevar cosillas.....jejejejejee

    Gracias por compartir la receta

    abrazos!!!

    Mª Dolores

    ResponderEliminar
  4. Gracias a ti,
    ¡Pues menuda suerte tienen en la empresa! En mi época de “empresa privada” trabajé en varias del sector informático (¿os acordáis del boom informático? desarrollo, telecomunicaciones-Internet, …), pertenecientes a grupos conocidos que no mencionaré, y lo más parecido a comer una tarta en el trabajo era la ¡llamada a Telepizza pasadas las 12 de la noche!. Sobre todo en los cierres, en julio y diciembre.

    Recuerdo esos momentos de un modo contradictorio. Haciendo labores de desarrollo (análisis, diseño, programación, implantación de sistemas) delante de un ordenador con traje y corbata. Hace mucho tiempo que he descubierto que no hay más vida que una y lo que realmente importa se puede contar con los dedos de una mano. Lo peor es haber perdido “Los mejores años de nuestra vida” que, espero, estén por venir… el tiempo perdido no hay dinero (ni aquel) que lo pague. El tiempo es ahora mi bien más preciado.

    Saludos y besos, de todo un poco.

    ResponderEliminar
  5. Vaya..los ojitos..se me han alegrado con este postre..y fijate es curioso..yo si soy cafetera..uff de las que al levantarse se prepara una taza gigante de cafe con leche..
    ..y eso que no lo consumo..ya casi nada si comparo con los años de universidad..
    alli si tenia cafeina por las venas..jejeje

    te decia quee el cafe me gusta..pero sinembargo en los postres..no me acaba de convencer,claro que viendo la foto..vamos hubiese querido darle un buen mordisco..

    asi que como me ha gustado su aspecto..y de momento todo lo que he probado de ti me gusta..el finde preparare uno..a ver..;-)

    ..por cierto de cierto el "caballero" politico que nombraste prefiero no hablar..jejeje..no quiero empezar el dia con una ulcera de estomego..jejeje,pero muy parecido lo que pienso..

    ..pensar..que no entender..porque yo hace mucho que no entiendo la politica..o prefiero decir eso..para no pillarme mosqueos de ver cuanto se deja de hacer..y cuanta tonteria se hace..

    uff..ya esta el rollo..jejeje

    probare el postre..y ya te comentare..y gracias!!

    besos!!

    ResponderEliminar
  6. Hola,

    Chocolat, si te gusta el café y el chocolate no lo dudes. A M le ha encantado y se lo está comiendo sin darse cuenta ;-). Yo soy al revés, sí me gusta el aroma en los postres, solo no acaba de convencerme, sobre todo por razones de estímulos nerviosos.

    En política será mejor que me contenga. De hecho, he eliminado alguna frase para evitar malentendidos. Por vivir en esta sociedad me ha tocado ser un "animal político" porque me preocupa y me influye (negativamente y, raras veces, positivamente).

    (A partir de aquí hay opiniones ligeramente políticas. Cualquier cosa que opine puede ser tomada en mi contra ;-))

    Tengo una visión crítica y recelosa con (cierta forma de) la política. Primero, nunca he acabado de entender la capacidad que tienen para crear opinión. Me explico, ¿por qué la gente dice que lo que más le preocupa es el terrorismo?, no lo entiendo.

    Que no se malinterprete, pero me preocupa mucho más el hambre, el paro, la seguridad vial, los tejemanejes del Banco Central Europeo que han provocado una subida de los tipos brutales, el respeto a las opiniones, el compañerismo, la voluntad social, el medio ambiente, el futuro, el consumismo que se ha apoderado de la sociedad, los (pocos) valores del tipo que sean que tienen los nuevos jóvenes, la educación y la cultura (que son conceptos diferentes), la especulación urbanística en la costa (gallega),… Del terrorismo me preocupan las víctimas. Un ejemplo: es muchísimo más probable que pueda morirme en un accidente de tráfico que el hecho de sufrir un atentado terrorista (toco madera en ambos casos).

    No pienso que esté dando una opinión política, sólo una visión crítica hacia la forma que tienen (en general) de focalizar los temas para conseguir votos. Y ahora se reúnen para repartirse el poder… (unos más que otros)
    Perdonad, pero no he podido evitarlo.

    Prometo (sólo un poco) no volver a hablar de política, ni transversalmente.

    Besos

    ResponderEliminar