Tiempos de confusiĆ³n
Esta tarta lee de varias fuentes, una combinaciĆ³n de sabores con el chocolate como ingrediente predominante y un poco de sabor a vainilla para que se funda en la boca.
Inicialmente cometĆ un pequeƱo error, para mĆ que no me gusta demasiado el cafĆ©, de hacerle un ganache de cafĆ©. Lo he subsanado con una sabrosa (y mĆ”s fina) ganache con frambuesa. Para que el sabor a vainilla se perciba, no debe abusarse del ganache, una pequeƱa capa es suficiente, aproximadamente del mismo grosor (o algo menor) que la capa de vainilla. Con el chocolate sobrante pueden hacerse unas trufas. TĆ³mese frĆa, no os arrepentirĆ©is.
Esos tiempos
Ha llegado el verano y las vacaciones, perogrullada. Ha llegado el tiempo de confusiĆ³n, no hemos parado lo mĆ”s mĆnimo. No existe un centro de gravedad sobre el que buscar el equilibrio. Necesito una referencia, un objetivo, pararme por un momento, plantearme metas y, sobre todo, reflexionar un poco sobre mi (sĆ, mi) vida. La estoy perdiendo.
Suena concluyente y catastrofista. Tal vez lo sea, pero para mi Ɣnimo existen pocos puntos intermedios. Todo o nada, bien o mal. Necesito equilibrio.
Llevo un tiempo con el sĆndrome del “gran hermano”, marcado al hombre, no puedo dar un paso sin la sensaciĆ³n de tener que rendir cuentas, de estar siendo observado y controlado. Necesito un momento para estar solo, aunque sĆ³lo sea para ir al cine. Que mi agenda no la lleven otros, que la hoja del dĆa tenga un espacio en blanco, unas horas, y no sĆ³lo para ir a correr.
No soy tuyo, estoy contigo
Ahora estoy (estamos) en Ferrol. El poco tiempo que estuvimos en Boiro tuve una sensaciĆ³n extraƱa. QuerĆa poder hablar con mi familia (materna), charlar sin tapujos, a corazĆ³n abierto y con sinceridad. Los problemas y las preocupaciones, las alegrĆas e ilusiones. No fue posible, todo estaba cubierto por una carcasa, a la defensiva, como si ya no fuese ni hijo ni hermano, como si yo fuese M, la cuƱada. No conseguĆ ni un Ćŗnico momento de soledad (con ellos), como si no quisiera que hablase con mis padres. ¿Celos?
Estoy empezando a pensar en planearle, por el bien de ambos, que la prĆ³xima vez vayamos de forma independiente cada uno a casa respectivos padres. Ella lo tiene mĆ”s fĆ”cil, no existe marcaje, aquĆ Pepinho tiene algo de tiempo para, por ejemplo, poder escribir estas palabras. En Boiro me fue imposible. No sĆ© cĆ³mo contĆ”rselo, podrĆa malinterpretarlo (seguro), pensando que lo que quiero es huir de estas tierras, nada mĆ”s lejano (no del todo), aquĆ tengo algo de tiempo para mĆ. Algo.
DiƔlogos con Ingman Bergman
- Me siento solo, dice Pepinho.
- Otra contradicciĆ³n, hablas de querer estar solo y dices que te sientes solo -- Comenta el hombre de negro con capucha negra y guadaƱa.
- No es una contradicciĆ³n. Estoy solo porque presiento que cada vez la gente que quiero se preocupa menos por mĆ. Solo porque cada dĆa parece existir menos nivel de confianza. Quiero estar solo para poder decidir (o no) estar acompaƱado.
- Amigo, tu mente es mĆ”s confusa que yo mismo. No darĆ© consejos, pero no te obsesiones y tĆ³mate una sesiĆ³n de cine.
El hombre de negro se baja la capucha y sonrĆe. Nos vemos.
Desde ayer, 30 de julio de 2007, dos de mis directores preferidos dejarĆ”n de construir mĆ”s obras maestras. TodavĆa podremos disfrutar de todo aquello que nos han dejado. Gracias Michelangelo Antonioni e I. Bergman.
Verdades y mentiras
Ya lo he dicho otras veces. Ćste es un Ćŗnico punto de vista, el mĆo, subjetividad en su mĆ”xima expresiĆ³n. AsĆ lo veo y asĆ lo siento, no digo que sea verdad, ni lo creo. Verdades hay muchas, pero Ć©sta es mi verdad. Los demĆ”s tendrĆ”n sus verdades que lo serĆ”n tanto como la mĆa. Pero… ¿a quiĆ©n le cuento mis inquietudes?, ¿a un diario? Hay gente que ya no estĆ” dispuesta a tener que aguantar mis problemas o inquietudes. Otra nunca lo ha estado.
PregĆŗntamelo y te lo dirĆ©, sĆ³lo eso. Te dirĆ© todo lo que quieras saber. Pero no me has preguntado nada. Tal vez maƱana.
Masa sablƩe con chocolate
(1) Tamizamos la harina con el cacao y la sal en un bol grande o tartera. Cortamos la mantequilla en trocitos y la trabajamos con la harina con ayuda de las yemas de los dedos, hasta que la preparaciĆ³n tenga una consistencia arenosa y no haya trozos de mantequilla.
(2) Formamos un volcĆ”n, echamos las yemas en el centro y el azĆŗcar aromatizado con la vainilla (o la cucharilla de extracto). Mezclamos todos los ingredientes ayudĆ”ndonos de la yema de los dedos. Amasamos lo justo hasta que quede una pasta homogĆ©nea. El resultado es bastante pegajoso… no problem, al enfriar la podremos estirar bien.
(3) Formamos una bola, la aplastamos levemente entre las manos y envolvemos en plĆ”stico transparente (film). Dejamos reposar en el frigorĆfico un mĆnimo de 1 hora antes de proceder a estirar la masa.
(4) Pasado ese tiempo extendemos la masa entre dos bolsas de congelaciĆ³n y con ayuda de un rodillo. Untamos el molde con mantequilla y harina, eliminando la sobrante, y cubrimos con la masa sablĆ©e. Pinchamos toda la superficie con un tenedor, cubrimos con papel de hornear, ponemos unos garbanzos (u otro peso) para evitar que suba la masa. Introducimos al horno precalentado, a unos 190Āŗ C, durante unos 15 minutos, retiramos los garbanzos y el papel, volvemos a introducir y cocinamos hasta que haya adquirido un tono (unos 5 Ć³ 10 minutos mĆ”s).
Dejamos enfriar antes de rellenar y/o desmoldar. Pasamos a realizar la crema de vainilla que formarĆ” la capa intermedia.
Crema de vainilla
(2) Llevamos al frigorĆfico para que se endurezca antes de cubrir con el ganache.
Como no disponĆa de demasiado tiempo, he realizado un ganache aromatizado con cafĆ©. Para mi gusto el cafĆ© resulta demasiado fuerte, lo mĆ”s recomendable para este postre, y no perder el sabor a vainilla, serĆa realizar un ganache sencillo (chocolate y nata a partes iguales) o este apetitoso ganache con sabor a frambuesa. Si no disponemos de frambuesa, podrĆamos realizarlo con confitura. AquĆ esta la idea:
Ganache con frambuesa
(2) Echamos la mitad de la nata (50 ml) hirviendo sobre el chocolate, mezclando con ayuda de una espĆ”tula y formando cĆrculos desde el centro del bol.
(3) Echamos el resto de la nata y el purĆ© de frambuesa, el azĆŗcar y el licor. Removemos con la espĆ”tula hasta que quede una pasta homogĆ©nea.
(4) Cortamos la mantequilla en trozos y, cuando la temperatura de la masa haya bajado de los 60Āŗ C, aƱadimos la mantequilla a la mezcla. Mezclamos con un batidor y echamos sobre la tarta, dĆ”ndole unos golpecitos para eliminar las burbujas.
Llevamos a la nevera y tomamos unas horas despuĆ©s, cuando estĆ© suficientemente frĆa.
Como se toma frĆo, puede ser estupenda para esta Ć©poca del aƱo…
Esta tarta lee de varias fuentes, una combinaciĆ³n de sabores con el chocolate como ingrediente predominante y un poco de sabor a vainilla para que se funda en la boca.
Inicialmente cometĆ un pequeƱo error, para mĆ que no me gusta demasiado el cafĆ©, de hacerle un ganache de cafĆ©. Lo he subsanado con una sabrosa (y mĆ”s fina) ganache con frambuesa. Para que el sabor a vainilla se perciba, no debe abusarse del ganache, una pequeƱa capa es suficiente, aproximadamente del mismo grosor (o algo menor) que la capa de vainilla. Con el chocolate sobrante pueden hacerse unas trufas. TĆ³mese frĆa, no os arrepentirĆ©is.
Esos tiempos
Ha llegado el verano y las vacaciones, perogrullada. Ha llegado el tiempo de confusiĆ³n, no hemos parado lo mĆ”s mĆnimo. No existe un centro de gravedad sobre el que buscar el equilibrio. Necesito una referencia, un objetivo, pararme por un momento, plantearme metas y, sobre todo, reflexionar un poco sobre mi (sĆ, mi) vida. La estoy perdiendo.
Suena concluyente y catastrofista. Tal vez lo sea, pero para mi Ɣnimo existen pocos puntos intermedios. Todo o nada, bien o mal. Necesito equilibrio.
Llevo un tiempo con el sĆndrome del “gran hermano”, marcado al hombre, no puedo dar un paso sin la sensaciĆ³n de tener que rendir cuentas, de estar siendo observado y controlado. Necesito un momento para estar solo, aunque sĆ³lo sea para ir al cine. Que mi agenda no la lleven otros, que la hoja del dĆa tenga un espacio en blanco, unas horas, y no sĆ³lo para ir a correr.
No soy tuyo, estoy contigo
Ahora estoy (estamos) en Ferrol. El poco tiempo que estuvimos en Boiro tuve una sensaciĆ³n extraƱa. QuerĆa poder hablar con mi familia (materna), charlar sin tapujos, a corazĆ³n abierto y con sinceridad. Los problemas y las preocupaciones, las alegrĆas e ilusiones. No fue posible, todo estaba cubierto por una carcasa, a la defensiva, como si ya no fuese ni hijo ni hermano, como si yo fuese M, la cuƱada. No conseguĆ ni un Ćŗnico momento de soledad (con ellos), como si no quisiera que hablase con mis padres. ¿Celos?
Estoy empezando a pensar en planearle, por el bien de ambos, que la prĆ³xima vez vayamos de forma independiente cada uno a casa respectivos padres. Ella lo tiene mĆ”s fĆ”cil, no existe marcaje, aquĆ Pepinho tiene algo de tiempo para, por ejemplo, poder escribir estas palabras. En Boiro me fue imposible. No sĆ© cĆ³mo contĆ”rselo, podrĆa malinterpretarlo (seguro), pensando que lo que quiero es huir de estas tierras, nada mĆ”s lejano (no del todo), aquĆ tengo algo de tiempo para mĆ. Algo.
DiƔlogos con Ingman Bergman
- Me siento solo, dice Pepinho.
- Otra contradicciĆ³n, hablas de querer estar solo y dices que te sientes solo -- Comenta el hombre de negro con capucha negra y guadaƱa.
- No es una contradicciĆ³n. Estoy solo porque presiento que cada vez la gente que quiero se preocupa menos por mĆ. Solo porque cada dĆa parece existir menos nivel de confianza. Quiero estar solo para poder decidir (o no) estar acompaƱado.
- Amigo, tu mente es mĆ”s confusa que yo mismo. No darĆ© consejos, pero no te obsesiones y tĆ³mate una sesiĆ³n de cine.
El hombre de negro se baja la capucha y sonrĆe. Nos vemos.
Desde ayer, 30 de julio de 2007, dos de mis directores preferidos dejarĆ”n de construir mĆ”s obras maestras. TodavĆa podremos disfrutar de todo aquello que nos han dejado. Gracias Michelangelo Antonioni e I. Bergman.
Verdades y mentiras
Ya lo he dicho otras veces. Ćste es un Ćŗnico punto de vista, el mĆo, subjetividad en su mĆ”xima expresiĆ³n. AsĆ lo veo y asĆ lo siento, no digo que sea verdad, ni lo creo. Verdades hay muchas, pero Ć©sta es mi verdad. Los demĆ”s tendrĆ”n sus verdades que lo serĆ”n tanto como la mĆa. Pero… ¿a quiĆ©n le cuento mis inquietudes?, ¿a un diario? Hay gente que ya no estĆ” dispuesta a tener que aguantar mis problemas o inquietudes. Otra nunca lo ha estado.
PregĆŗntamelo y te lo dirĆ©, sĆ³lo eso. Te dirĆ© todo lo que quieras saber. Pero no me has preguntado nada. Tal vez maƱana.
Masa sablƩe con chocolate
- 250 gr. de harina [125 gr.]
- 1 cucharada de cacao en polvo [1/2 cucharada]
- Una pizca de sal
- 125 gr. de azĆŗcar en polvo [63 gr.]
- 200 gr. de mantequilla muy frĆa [100 gr.]
- 1 cucharilla extracto de vainilla [1/2 cucharilla] (Ć³ 1 vaina de vainilla)
- 2 yemas de huevo (Ć³ 1 huevo entero) [1 yema]
(1) Tamizamos la harina con el cacao y la sal en un bol grande o tartera. Cortamos la mantequilla en trocitos y la trabajamos con la harina con ayuda de las yemas de los dedos, hasta que la preparaciĆ³n tenga una consistencia arenosa y no haya trozos de mantequilla.
(2) Formamos un volcĆ”n, echamos las yemas en el centro y el azĆŗcar aromatizado con la vainilla (o la cucharilla de extracto). Mezclamos todos los ingredientes ayudĆ”ndonos de la yema de los dedos. Amasamos lo justo hasta que quede una pasta homogĆ©nea. El resultado es bastante pegajoso… no problem, al enfriar la podremos estirar bien.
(3) Formamos una bola, la aplastamos levemente entre las manos y envolvemos en plĆ”stico transparente (film). Dejamos reposar en el frigorĆfico un mĆnimo de 1 hora antes de proceder a estirar la masa.
(4) Pasado ese tiempo extendemos la masa entre dos bolsas de congelaciĆ³n y con ayuda de un rodillo. Untamos el molde con mantequilla y harina, eliminando la sobrante, y cubrimos con la masa sablĆ©e. Pinchamos toda la superficie con un tenedor, cubrimos con papel de hornear, ponemos unos garbanzos (u otro peso) para evitar que suba la masa. Introducimos al horno precalentado, a unos 190Āŗ C, durante unos 15 minutos, retiramos los garbanzos y el papel, volvemos a introducir y cocinamos hasta que haya adquirido un tono (unos 5 Ć³ 10 minutos mĆ”s).
Dejamos enfriar antes de rellenar y/o desmoldar. Pasamos a realizar la crema de vainilla que formarĆ” la capa intermedia.
Crema de vainilla
- 60 gr. de mantequilla pomada [30 gr.]
- 300 gr. de azĆŗcar en polvo [150 gr.]
- 3 cucharadas soperas de agua [1+1/2 cucharada], si no le echamos extracto de vainilla aƱadimos un poco mƔs.
- 1 cucharilla de extracto de vainilla [1/2 cucharilla]
- 4 cucharadas soperas de natillas en polvo [2 cucharadas]
(2) Llevamos al frigorĆfico para que se endurezca antes de cubrir con el ganache.
Como no disponĆa de demasiado tiempo, he realizado un ganache aromatizado con cafĆ©. Para mi gusto el cafĆ© resulta demasiado fuerte, lo mĆ”s recomendable para este postre, y no perder el sabor a vainilla, serĆa realizar un ganache sencillo (chocolate y nata a partes iguales) o este apetitoso ganache con sabor a frambuesa. Si no disponemos de frambuesa, podrĆamos realizarlo con confitura. AquĆ esta la idea:
Ganache con frambuesa
- 240 gr. de chocolate [120 gr]
- 100 ml de nata lĆquida para montar [50 ml]
- 100 gr. de frambuesa hecha purƩ [50 gr]
- 20 gr. de azĆŗcar en polvo [10 gr.]
- 10 ml. de licor (o crema) de frambuesa [5 ml]
- 30 gr. de mantequilla [15 gr.]
(2) Echamos la mitad de la nata (50 ml) hirviendo sobre el chocolate, mezclando con ayuda de una espĆ”tula y formando cĆrculos desde el centro del bol.
(3) Echamos el resto de la nata y el purĆ© de frambuesa, el azĆŗcar y el licor. Removemos con la espĆ”tula hasta que quede una pasta homogĆ©nea.
(4) Cortamos la mantequilla en trozos y, cuando la temperatura de la masa haya bajado de los 60Āŗ C, aƱadimos la mantequilla a la mezcla. Mezclamos con un batidor y echamos sobre la tarta, dĆ”ndole unos golpecitos para eliminar las burbujas.
Llevamos a la nevera y tomamos unas horas despuĆ©s, cuando estĆ© suficientemente frĆa.
Como se toma frĆo, puede ser estupenda para esta Ć©poca del aƱo…
Pues si tienes necesidad de encontrar momentos para tĆ......te debes estar ahogando lentamente. Te entiendo, me ha pasado. Necesidad de parar....mirar adentro, respirar, tener tiempo para encontrarte y poder sacar lo que llevas dentro.....que no te lleven a rastras .....eso ahoga eh!!!! me ha pasado mucho tiempo pero ahora voy consiguiendo ser yo
ResponderEliminarTĆŗ tambien eres importante, y tus necesidades tambien son importantes ..Date importancia y escuchate ...escucha dentro de tĆ.
La receta rica rica, la voy a probar seguro para mi cumple que es el sƔbado
Perdona si me he metido en territorio personal, pero me he visto reflejada.
Abrazos desde Valencia,
MĀŖ Dolores
Hola de nuevo, como ves sigo enganchada a tus estupendas recetas! Esta la probarƩ seguro!
ResponderEliminarYo tambiĆ©n quiero comentarte algo mĆ”s personal, si me permites, creo que deberĆas expresarle a M lo que sientes, que sepa que tu tambien eres importante.
Yo a mi marido muchas veces le insisto en que me diga que quiere hacer Ć©l, es importante que en una pareja las decisiones sean conjuntas.
Espero que mi comentario no te haya molestado, un saludo y muchos Ɣnimos!
Gracias a ambas,
ResponderEliminarEn verano siempre me pasa, me da un bajĆ³n tremendo… en todo. Ćnimo y demasiado tiempo para pensar. Y no todo puede ser perfecto, porque la perfecciĆ³n no existe. Empiezo (ahora, ¡ya!) a descubrir que lo mejor es no darle demasiadas vueltas a las cosas y no darle importancia a casi nada. M tambiĆ©n tendrĆ” (y tiene) sus problemas.
MaƱana empiezo.
De la Ćŗltima caĆda en Copenhague, el mĆ©dico me ha dado analgĆ©sicos (ibuprofeno) para el dolor. Llevo una semana y me estĆ”n cansando de mĆ”s, eso se nota.
Cheto Cheta, he visto vuestro interesante blog y me ha parecido muuuuy alegre. Radia felicidad. IntentarĆ© darle un giro, a ver si lo consigo. Ćltimamente mi Ć”nimo se estĆ” notando, en todo.
Besos
Hola, sin palabras esa receta ¡se me deshace en la boca! ....uhm que rica, la quiero ya!, esta vez no tengo paciencia para hacerla la pagarĆa a cualquier precio y me la comerĆa toda, toda, toda.
ResponderEliminarReferente a tu estado anĆmico creo que todos, o al menos muchos, hemos pasado por "situaciones" similares, pienso que forma parte del crecimiento personal, a mĆ al menos cuando salgo de una de esas rachas lo veo todo distinto, valoro otras cosas.... en una ocasiĆ³n alguien me dijo que la libertad que perseguĆa o que querĆa disfrutar simplemente no existe
…….y la verdad las vacaciones son cortas para hacer todo lo que queremos, pero nos deja un poquito de tiempo para pensar o desear otras vidas, por ende los que nos rodean son participes o culpables de esos “cambios” que necesitamos en un momento dado, aunque luego todo forme parte de una ilusiĆ³n, en fin ¿?
Hace unos dias descubri tu blog en mi afan por conocer cuantos mas mejor (para asi elegir las mejores segun la receta), pero realmente no me parĆ© a verlo con detenimiento. Eso lo llevo haciendo desde ayer y realmente tengo que felicitarte, no solo por las recetas tan maravillosas y originales que haces sino por como las explicas y tb lo que no es la receta. Realmente me he quedado enganchada a tus palabras. Cada detalle de la receta las hace diferentes a las tipicas, que he encontrado en otros blogs. Es de agradecer estos pequeƱos detalles para que los que te leemos podamos saber que fallĆ³ en la receta si nos sale mal y como rectificarla para que salga bien.
ResponderEliminarFelicidades de nuevo, eres un gran escritor de la gastronomia.
Hola, por causas del destino navegando un dia por la red, encontre tu blogg, no tengo palabras para describir la sensacion que me causo, no solo las recetas que estan riquisimas, si no tus palabras y esas fotografias que estan divinas.. muchas gracias por compartir con nosotros. Desde que lo encontre no he podido dejar de visitar la paguina... espero no sea un atrevimiento pero es posible me permitas mostrar una fotografia ya tengo una favorita. Gracias y un beso... Miriam Vc Desde Mexico
ResponderEliminarGracias.
ResponderEliminarNo conozco otra palabra mejor para decir cĆ³mo me siento por aquello que decĆs.
Besos y saludos.