No sólo los ángeles tienen alas
8 ½
No es una película de Fellini, es la hora a la que he soplado las velas de esta fantástica tarta, basada en una idea original de Paco Torreblanca pero adaptada en prácticamente casi su totalidad, menos en la apariencia, decoración y algún que otro detalle.
He comido solo. Las fotos de los cortes han sido nocturnas o del día de hoy. Ayer fue un día malo, sólo la gratificación de hacer esta tarta me ha hecho sentir algo satisfecho. El resto del día ha sido para olvidar. Por suerte he tenido muy pocas llamadas: tres; mi familia de Boiro, mi cuñado/cuñada y Martín desde Terrasa, hasta mis suegros lo pasaron por alto. Eso es lo mejor, no tener que dar explicaciones y apartarse frases hechas o inútiles como: “un año más”, “me siento joven”,… cumplir por cumplir.
Solía cubrir estas tartas con un merengue suizo, tal vez más rápido y consistente, pero creo que a partir de ahora lo haré con uno italiano más suave, pringoso ;-) y una buena pintura blanca para las comisuras de los labios. Ya lo hacía para los mararons, ahora también será una cobertura para tartas.
Tengo tanto que contar que no diré nada, la mejor forma es intentar comentar la receta lo mejor que pueda.
Ángeles sin alas
En la calle República del Salvador, una mujer de 65 años se ha visto reflejada en el escaparate y se ha encontrado atractiva. Un niño le ha pedido perdón a su madre, mientras, en el piso de enfrente, un marido hacía lo mismo con su mujer: “perdón por no haberte ayudado cuando me necesitabas”. A las diez de la mañana un hombre pisó un charco y se volvió para pisarlo con el otro pie. Antonio ayudó a subir a una anciana al autobús, en primera fila una joven le sonrió.
La mujer casada que vive en un pequeño piso de la zona vieja ha soñado con una vida mejor, con un amante. Narciso ha escrito en la libreta de Matemáticas: “Margarita, te quiero”. En una de las nuevas plazas de Santiago un chico ha cumplido años, ha soplado las velas y ha pedido un deseo, cree que se hará realidad.
Galicia
La lluvia era lluvia. He salido corriendo en dirección Vista Alegre, después carretera de Santa Comba. Quería escapar. He dejado unas napolitanas fermentando en el horno, apagado. La lluvia era lluvia, mis pasos no evitaban el salpicar de los coches, hacían que me sintiese vivo. Escapaba, quería salir lo más pronto posible de la carretera.
Desvío A Portela de Figueiras. La lluvia no era lluvia, era orvallo. Ya no es molesta, te acaricia. Ya no hay ruidos, ni las gotas caen con la suficiente fuerza como para mover las hojas. La lluvia ya no es lluvia, es niebla. Niebla espesa en la gran recta, sin casas, sin árboles, niebla. Paz, no hay sonidos, ni el propio respirar. Mi “Τοπίο στην ομίχλη” particular, esperaba encontrarme ese árbol al que agarrarme con fuerza. La recta se acaba, pronto volverá el orvallo y el sonido del agua. Las primera casas de Figueiras, los prados, los primeros coches, la vuelta a la civilización.
Ya en la zona vieja todavía queda media hora más de vueltas hasta llegar a casa. Vueltas entre piedra y agua. La lluvia es lluvia hoy en Santiago.
M vuelve
Las napolitanas están en su punto después de más de dos horas de fermentación. Lo necesitaban al salir del frigorífico, estaban temblando de frío (unos 5 grados). No te has duchado todavía, ni lo harás hasta pasadas las 6. Preparas la comida esperando a que M vuelva.
Mientras cocinas (cocino) la bandeja con las napolitanas está fuera del horno, el horno se calienta hasta 200º C y tú esperas. Mientras cocinas (cocino), retiras la tarta del frigorífico, como tenía crema M no quería que se pusiese mala. Tú comes y empiezas por el postre mientras cocinas. M no llega todavía. Picas las espinacas, tuestas el ajo en aceite y mantequilla, rallas quesos y cortas el salmón. Mientras cocinas ya te has tomado un buen trozo de tarta de naranja y unas piezas de fruta. Ya has comido.
Las napolitanas ya están en el horno, dos dulces y una salada para M, pintadas con huevo y espolvoreadas con un poco de almendra en láminas. Olores y amores. No quieres esperar, friegas y cocinas, preparas un jarabe para pintar los bollos. Ya están, un ligero tono dorado y unas pinceladas de jarabe (menos al salado). Lavas y escurres, emplatas. Ya está, sólo gratinar. M entra por la puerta y come con gusto.
Stairway to heaven
Ingredientes
Sablé Bretón
Molde de unos 21-22 cm. de diámetro
(2) Incorporamos la mezcla de la harina, poco a poco y amasamos hasta formar una pasta homogénea. Cubrimos la base de un molde desmoldable engrasado y enharinado con la masa y formando un disco. También podemos hacerlo directamente sobre papel de hornear y estableciendo (y conservando) los límites con una aro. Llevamos al frigorífico durante una hora.
(3) Precalentamos el horno a 190º C. Retiramos del frigorífico el molde e introducimos en el horno precalentado hasta que empiece a tomar cierta tonalidad. Algo más que 15 minutos, dependiendo del horno. La masa es más blandita y esponjosa que una masa quebrada, una mezcla entre una masa quebrada y un bizcocho. Nada más retirarla del horno he usado una cuchara para darle cierta cavidad central, queda igualmente bonita (o más) si la crema de naranja se extiende por la superficie.
Importante. Aunque pudiera parecerlo, ésta no es una masa quebrada, es una masa parecida a una masa de galleta esponjosa (de ahí la incorporación de levadura química), ideal para este tipo de tartas. Es menos quebradiza y con un gusto exquisito. Puede usarse para hacer unas galletas o como base de una tartaleta.
Crema de naranja
(2) En un cuenco que pueda ir al fuego echamos 70 gr. de azúcar con las ralladuras (ver aclaración al final de los ingredientes). Con las yemas de los dedos mezclamos para aromatizar el azúcar hasta que se humedezca ligeramente y cambie de tono. Vertemos los zumos sobre el azúcar con las ralladuras y ponemos al fuego hasta que hierva, sin dejar de remover para que no se pegue el azúcar y se disuelva perfectamente. Cuando haya hervido lo echamos sobre la mezcla de huevos (podemos colarlo) y llevamos de nuevo a fuego bajo. Removemos constantemente hasta que haya espesado lo suficiente, con una textura muy similar a la de una crema pastelera.
(3) Una vez haya espesado, retiramos del fuego, dejamos que baje ligeramente (unos 30 segundos) la temperatura y echamos el licor. Mezclamos y añadimos la mantequilla en trozos, mezclando con cuidado hasta que se haya derretido totalmente. Ya está lista para usar.
Si no la vamos a usar de inmediato, cubriremos la superficie con película de cocina. Lo mejor es verterla en una manga pastelera y cubrir la tarta o, todavía templada, extenderla por la superficie de la tarta. Si la hemos preparado con antelación la batiremos con un batidor de varillas antes de aplicar.
(4) Cubrimos la tarta con la crema de naranja (podemos ayudarnos de una manga pastelera) y, opcionalmente, le echamos un poco de azúcar por la superficie para después quemarlo con un soplete o quemador. Así tendremos una superficie crujiente entre la crema y el merengue.
Merengue italiano
(2) Mientras preparamos el jarabe montamos las claras, a las que le hemos añadido un chorrito de zumo de limón o naranja. Las montamos con el batidor, en primer lugar a baja velocidad y al final a una velocidad media-alta. Mientras las vamos montando, añadimos los 30 gr. de azúcar, poco a poco.
Cuando estén firmes añadimos el jarabe recién hecho (o esperamos a que acabe de hacerse) en forma de hilo y siempre sin dejar de batir. Debemos ir pasando el batidor por dónde vayamos echando el chorrito para que se monte con las claras y no se cuaje al entrar en contacto con el merengue. Seguimos batiendo hasta que haya bajado la temperatura y tenga una textura densa y esponjosa.
(3) Montaje final. Decoramos la tarta como en la fotografía, empezando desde los bordes hacia el centro y de modo circular. Opcionalmente (así he hecho yo), podemos espolvorear con azúcar grano o polvo y quemar con un soplete o gratinar.
Riquísima. Tal vez la crema esté mejor fría y de un día para otro. Ha sido todo un acierto como tarta de cumpleaños, aunque haya tenido que soplar las velas a las ocho y media de la tarde.
8 ½
No es una película de Fellini, es la hora a la que he soplado las velas de esta fantástica tarta, basada en una idea original de Paco Torreblanca pero adaptada en prácticamente casi su totalidad, menos en la apariencia, decoración y algún que otro detalle.
He comido solo. Las fotos de los cortes han sido nocturnas o del día de hoy. Ayer fue un día malo, sólo la gratificación de hacer esta tarta me ha hecho sentir algo satisfecho. El resto del día ha sido para olvidar. Por suerte he tenido muy pocas llamadas: tres; mi familia de Boiro, mi cuñado/cuñada y Martín desde Terrasa, hasta mis suegros lo pasaron por alto. Eso es lo mejor, no tener que dar explicaciones y apartarse frases hechas o inútiles como: “un año más”, “me siento joven”,… cumplir por cumplir.
Solía cubrir estas tartas con un merengue suizo, tal vez más rápido y consistente, pero creo que a partir de ahora lo haré con uno italiano más suave, pringoso ;-) y una buena pintura blanca para las comisuras de los labios. Ya lo hacía para los mararons, ahora también será una cobertura para tartas.
Tengo tanto que contar que no diré nada, la mejor forma es intentar comentar la receta lo mejor que pueda.
Ángeles sin alas
En la calle República del Salvador, una mujer de 65 años se ha visto reflejada en el escaparate y se ha encontrado atractiva. Un niño le ha pedido perdón a su madre, mientras, en el piso de enfrente, un marido hacía lo mismo con su mujer: “perdón por no haberte ayudado cuando me necesitabas”. A las diez de la mañana un hombre pisó un charco y se volvió para pisarlo con el otro pie. Antonio ayudó a subir a una anciana al autobús, en primera fila una joven le sonrió.
La mujer casada que vive en un pequeño piso de la zona vieja ha soñado con una vida mejor, con un amante. Narciso ha escrito en la libreta de Matemáticas: “Margarita, te quiero”. En una de las nuevas plazas de Santiago un chico ha cumplido años, ha soplado las velas y ha pedido un deseo, cree que se hará realidad.
Galicia
La lluvia era lluvia. He salido corriendo en dirección Vista Alegre, después carretera de Santa Comba. Quería escapar. He dejado unas napolitanas fermentando en el horno, apagado. La lluvia era lluvia, mis pasos no evitaban el salpicar de los coches, hacían que me sintiese vivo. Escapaba, quería salir lo más pronto posible de la carretera.
Desvío A Portela de Figueiras. La lluvia no era lluvia, era orvallo. Ya no es molesta, te acaricia. Ya no hay ruidos, ni las gotas caen con la suficiente fuerza como para mover las hojas. La lluvia ya no es lluvia, es niebla. Niebla espesa en la gran recta, sin casas, sin árboles, niebla. Paz, no hay sonidos, ni el propio respirar. Mi “Τοπίο στην ομίχλη” particular, esperaba encontrarme ese árbol al que agarrarme con fuerza. La recta se acaba, pronto volverá el orvallo y el sonido del agua. Las primera casas de Figueiras, los prados, los primeros coches, la vuelta a la civilización.
Ya en la zona vieja todavía queda media hora más de vueltas hasta llegar a casa. Vueltas entre piedra y agua. La lluvia es lluvia hoy en Santiago.
M vuelve
Las napolitanas están en su punto después de más de dos horas de fermentación. Lo necesitaban al salir del frigorífico, estaban temblando de frío (unos 5 grados). No te has duchado todavía, ni lo harás hasta pasadas las 6. Preparas la comida esperando a que M vuelva.
Mientras cocinas (cocino) la bandeja con las napolitanas está fuera del horno, el horno se calienta hasta 200º C y tú esperas. Mientras cocinas (cocino), retiras la tarta del frigorífico, como tenía crema M no quería que se pusiese mala. Tú comes y empiezas por el postre mientras cocinas. M no llega todavía. Picas las espinacas, tuestas el ajo en aceite y mantequilla, rallas quesos y cortas el salmón. Mientras cocinas ya te has tomado un buen trozo de tarta de naranja y unas piezas de fruta. Ya has comido.
Las napolitanas ya están en el horno, dos dulces y una salada para M, pintadas con huevo y espolvoreadas con un poco de almendra en láminas. Olores y amores. No quieres esperar, friegas y cocinas, preparas un jarabe para pintar los bollos. Ya están, un ligero tono dorado y unas pinceladas de jarabe (menos al salado). Lavas y escurres, emplatas. Ya está, sólo gratinar. M entra por la puerta y come con gusto.
Stairway to heaven
Ingredientes
Sablé Bretón
Molde de unos 21-22 cm. de diámetro
- 165 gr. de harina de repostería.
- 3-4 gr. de sal, ½ a 1 cucharilla, aproximadamente.
- 11 gr. de levadura química.
- 125 gr. de mantequilla, mejor la retiramos antes del frigorífico.
- 110 gr. de azúcar.
- 8 gr. de azúcar vainillado (un sobre), sustitúyase por azúcar si no se usa.
- 3 yemas grandes (58-60 gr.) (Las claras las reservaremos para el merengue).
(2) Incorporamos la mezcla de la harina, poco a poco y amasamos hasta formar una pasta homogénea. Cubrimos la base de un molde desmoldable engrasado y enharinado con la masa y formando un disco. También podemos hacerlo directamente sobre papel de hornear y estableciendo (y conservando) los límites con una aro. Llevamos al frigorífico durante una hora.
(3) Precalentamos el horno a 190º C. Retiramos del frigorífico el molde e introducimos en el horno precalentado hasta que empiece a tomar cierta tonalidad. Algo más que 15 minutos, dependiendo del horno. La masa es más blandita y esponjosa que una masa quebrada, una mezcla entre una masa quebrada y un bizcocho. Nada más retirarla del horno he usado una cuchara para darle cierta cavidad central, queda igualmente bonita (o más) si la crema de naranja se extiende por la superficie.
Importante. Aunque pudiera parecerlo, ésta no es una masa quebrada, es una masa parecida a una masa de galleta esponjosa (de ahí la incorporación de levadura química), ideal para este tipo de tartas. Es menos quebradiza y con un gusto exquisito. Puede usarse para hacer unas galletas o como base de una tartaleta.
Crema de naranja
- 120 gr. de azúcar (70+50).
- Ralladura de 1 ½ naranjas.
- Ralladura de ½ limón.
- 3 huevos grandes (180 gr.)
- 20 gr. de maicena.
- 180 ml. de zumo de naranja (zumo de 2 naranjas)
- 30 ml. de zumo de limón (zumo de ½ limón, aprox.)
- 10 ml. de Grand Marnier (o Cointreau)
- 35 gr. de mantequilla.
- Aclaración: personalmente me gusta mucho la acidez y el sabor que le da la naranja rallada, así como tampoco me importa que visualmente aparezcan las partículas de la naranja rallada. Por ello, he rallado la naranja en vez de operar como en una aromatización de una crema pastelera. Si queremos hacer una crema más suave e igualmente rica, calentamos los zumos con la ralladura (entera) de naranja y limón (sin parte blanca), eliminando el proceso de aromatización del azúcar que explico a continuación.
(2) En un cuenco que pueda ir al fuego echamos 70 gr. de azúcar con las ralladuras (ver aclaración al final de los ingredientes). Con las yemas de los dedos mezclamos para aromatizar el azúcar hasta que se humedezca ligeramente y cambie de tono. Vertemos los zumos sobre el azúcar con las ralladuras y ponemos al fuego hasta que hierva, sin dejar de remover para que no se pegue el azúcar y se disuelva perfectamente. Cuando haya hervido lo echamos sobre la mezcla de huevos (podemos colarlo) y llevamos de nuevo a fuego bajo. Removemos constantemente hasta que haya espesado lo suficiente, con una textura muy similar a la de una crema pastelera.
(3) Una vez haya espesado, retiramos del fuego, dejamos que baje ligeramente (unos 30 segundos) la temperatura y echamos el licor. Mezclamos y añadimos la mantequilla en trozos, mezclando con cuidado hasta que se haya derretido totalmente. Ya está lista para usar.
Si no la vamos a usar de inmediato, cubriremos la superficie con película de cocina. Lo mejor es verterla en una manga pastelera y cubrir la tarta o, todavía templada, extenderla por la superficie de la tarta. Si la hemos preparado con antelación la batiremos con un batidor de varillas antes de aplicar.
(4) Cubrimos la tarta con la crema de naranja (podemos ayudarnos de una manga pastelera) y, opcionalmente, le echamos un poco de azúcar por la superficie para después quemarlo con un soplete o quemador. Así tendremos una superficie crujiente entre la crema y el merengue.
Merengue italiano
- 110 gr. de claras.
- 30 gr. de azúcar.
- 5 ml. de zumo de naranja/limón.
- 110 gr. de azúcar.
- 33 gr. de agua.
(2) Mientras preparamos el jarabe montamos las claras, a las que le hemos añadido un chorrito de zumo de limón o naranja. Las montamos con el batidor, en primer lugar a baja velocidad y al final a una velocidad media-alta. Mientras las vamos montando, añadimos los 30 gr. de azúcar, poco a poco.
Cuando estén firmes añadimos el jarabe recién hecho (o esperamos a que acabe de hacerse) en forma de hilo y siempre sin dejar de batir. Debemos ir pasando el batidor por dónde vayamos echando el chorrito para que se monte con las claras y no se cuaje al entrar en contacto con el merengue. Seguimos batiendo hasta que haya bajado la temperatura y tenga una textura densa y esponjosa.
(3) Montaje final. Decoramos la tarta como en la fotografía, empezando desde los bordes hacia el centro y de modo circular. Opcionalmente (así he hecho yo), podemos espolvorear con azúcar grano o polvo y quemar con un soplete o gratinar.
Riquísima. Tal vez la crema esté mejor fría y de un día para otro. Ha sido todo un acierto como tarta de cumpleaños, aunque haya tenido que soplar las velas a las ocho y media de la tarde.
Pepinho feliz cumpleaños!! veo que esa vela tiene que durar toda la década de tu treintena, en tu torta del año pasado es la misma vela roja numero "3", no le agregues la que hace juego 1 2 3 4 5 6 7...es mejor quedarse asi ;)..que te puedo decir en cuanto a la celebración? que la mejor compañia que uno tiene en ciertos momentos de la vida es uno mismo... Voy a copiar esta receta porque me encanta la Naranja y la voy a guardar en la carpeta que cree en mi PC, la nombré las recetas de Pepinho!!... te dejo un abrazo y feliz cumpleaños "número 3"...
ResponderEliminarMuchas gracias,
ResponderEliminarPor lo menos este año no ha acabado (en parte) por los suelos. El cumpleaños del año pasado fue el peor con diferencia, incomprensión y egoísmo. Este año un poco de soledad, compañía la justa y necesaria, y ya no tiene motivos para caprichos: se lo he dado todo, lo poco que me quedaba y no necesita más de mí (eso cree).
Cuando llegue al nueve (si llego, cada vez lo dudo más) vendrá el “4”… hasta que un día aparezca un “0”. Y el cero a la izquierda no vale nada, eso nos han enseñado.
Bueno, gracias. Hoy tengo mi tarde “libre”, parece que sale el sol de nuevo e intentaré ponerme al día en algunas cosas.
Se me olvidaba, no es la misma vela, sólo igual. Hay objetos y personas que se parecen pero no son iguales, ¡cada objeto es único!, con su propia clave (hash).
Un fuerte abrazo (ufff!, ¡qué formal suena! Pues besos!)
Pepinho!
ResponderEliminarMecachís! Pues menudo día más raro y agridulce... todos los días deberían ser una fiesta! Da igual si son mejores o peores, la cuestión es vivirlos!
Por mi parte, desearte lo mejor para cada día y mandarte un montón de alegría, que a mi me sobra!
Prueba a sonreír, que las arrugas que te puedan salir con ello, quedan bonitas! Y a quien no le gusten, dos piedras!
Un abrazo muy grande! Y un montón de petons catalans!
- Nina -
¡Feliz cumpleaños!, mal que te pese. Mejor cumplir años que no cumplirlos ¿no?, dijo alguien que ahora no recuerdo.
ResponderEliminarY mal que te pese también, que no eres amigo de consejos ni sugerencias, pos que pienses si cuando cumplas 4x 5x , 6x, etc., etc. y eches la mirada pa'tras, no te arrepientas de lo que NO has hecho.
Besitos Pepiño
ISABEL . LA OTRA
www.sopasyletras.com
Querido Harry:
ResponderEliminarHace ya unos años que los cumpleaños ya "no me ponen". La falta de llamadas de familiares y amigos no me importa...(aunque es inevitable pensar si se acordaran), es como si se disolvieran en los recuerdos de aquellos primeros "cumples" donde la risa, los aplausos, las velas estaban presentes.
De todo aquello queda algo......la tarta, el dulce, etc. Eso si no lo he olvidado y me preocupo de que no falte, sin velas, ni deseos, ni..... Eso evita los: "vaya, pero, ¿es hoy?", "¿pero por que no has avisado?", etc.
Hace ya unas semanas que no salgo para hacer mi ejercicio diario, ¿desmotivacion?. Al contrario que a ti, ya no me sirve para escapar. Ayer con el ultimo trozo del "pastel de chocolate de suzy" y su estupendo aroma, pase unos minutos recordado y evadiendome.......siempre recordando.....
Gracias por estar incluso en un dia asi.
Me encantó la receta.... además la Tarta quedó bellisima y provocativa... Me encanta tu Blog.. tus recetas... tus historias.... Feliz Cumpleaños!!!!!!
ResponderEliminar¡Feliz Cumpleaños!
ResponderEliminarEs una tarta digna de un rey, tienes que sentirte afortunado por haber soplado las velas en ella. Y, además, con gran satisfacción por ser una creación tuya.
La tarta es espectacular, con una presentación exquisita y seguro que riquísima.
¡Felicidades!
Pephino tu tarta se ve deliciosa como todo lo quehaces, te mando un abrazo grande y un deseo para que logres fortaleza y puedas sobreponerte a estos momentos que te hacen ver todo negro.
ResponderEliminarDisfruta de este nuevo cumpleaños!!!, cada año tiene cosas buenas, según los ojos con que lo mires.
Una pena que estemos tan lejos, te hubiera invitado a festejarlo junto con mi hijo que también cumplió años. Me da tristeza pensar que estuviste tan solo. Arriba, levántate y anda la vida siempre nos da buenas sorpresas y momentos buenos!!!.
Felíz cumpleaños Pepinho!!, no tengo mucho tiempo, pero quería felicitarte, por tu cumple y por tu tarta de cumple...tengo el libro de Torreblanca pero no me había atrevido a hacerla, por si el sabor a naranja resultaba demasiado cítrico, pero ahora que veo que has hecho una versión fantástica, me animo.
ResponderEliminarGracias y que cada año que pase seas un poco más felíz, no hay mejor regalo que ese.
Besos
Que gracia, cumples años a la vez que mi novio. La tarta tiene un aspecto delicioso.Tengo una duda,..a lo mejor te parece una pregunta impertinente, pero bueno, ahí voy... si te da tanta rabia que te feliciten ¿por qué haces saber que es tu cumpleaños?
ResponderEliminarMei-dei! Mei-dei!
ResponderEliminarPepinho, te necesito!!!
Ya se que no tiene nada que ver con tu Tarta de Naranja... pero necesitaría tu ayuda!
Este sábado quiero hacer panna-cotta. Y necesito que quede ultra-bien, ultra-rica, y ultra-de-todo! La haría el sábado para la comida de domingo!
Te explico: consultando por internet, encuentro un montón de recetas. Hay quien usa nata líquida (supongo que es la que va en botellines). Hay quien usa nata fresca (supongo que es la que venden ya montada en la pastelería)...
Hay quien pone leche, hay quien no pone leche, hay quien pone más gelatina y hay quien pone menos gelatina.
Total: que no tengo ni idea de cuál hacer. Representa que necesito buena presencia, por lo que la consistencia no debería quedar excesivamente blanda pero sí lo suficiente cómo para que al sacarla del molde, se aguante bien.
Y no sé por qué en algunas ponen leche y en otras no... Ah, y si uso nata de pastelería, no sé si pedirla azucarada o no...
El resultado de mis cutre-investigaciones, es que lo único que sé más o menos cómo hacer es el coulis de frambuesa para acompañar a la panna-cotta! Un desastre, ya ves!
Ayudame, por favooor!
Muchas gracias!
- Nina -
Nina,
ResponderEliminarQuisiera poder ayudarte, y lo intentaré. Ahora no tengo ninguna receta a mano pero, así de memoria, te diría que es un postre muy sencillo y básico. Tres ingredientes que no deben faltar: nata, azúcar, gelatina y aromas (a gusto, por ejemplo, vainilla). Hay quién le añade leche…
Buscaré una buena receta (si la encuentro) y te lo hago saber. Hagas la que hagas acertarás, es un poco de gustos. Las que he hecho no les he echado leche, sólo para disolver la gelatina.
A ver si tengo un ratito mañana.
Abrazos.
Una tarta que tiene un aspecto delicioso, ¡y yo sin las varillas eléctricas! se me quemó el motor y tengo que comprar otra :(
ResponderEliminarUna de las cosas que más me gustan es estar sola, no es que no aprecie la compañía de otros, me gusta la gente, pero encuentro realmente placentero viajar sola, salir con la bicicleta al campo sola, comer sola -¡me encanta comer sola! utilizando el tiempo que necesito para guisar, para emplatar y sobre todo para comer- en fin, pasar el tiempo sola y cuando vives con una parej son pocos los momentos en que uno puede pasar el tiempo sol@, disfruta de esos momentos...
Un beso!!!
Querido Pephino:
ResponderEliminarCon todo el respeto que te mereces (M tambien) te mando un beso tronado y un abrazo de oso, ojala que este fin de semana sigas festejando tu cumple, la tarta estupenda ... como siempre nos sigues sorprendiendo y mas me a gustado por que lleva grand marnier, salu2 mexicanos Patty ;)
Harry, felicidades por tu cumple y por la tarta. Es muy bonita y seguro que sabe exquisita. Gracias por hacernos trabajar los sentidos de esta manera tan dulce.
ResponderEliminarBesos.
canela
Pepinho feliz cumple!!!!
ResponderEliminarimpresionante esa tarta...
me gusta mucho tu blog hace tiempo que lo miro y recien ahora me anime
a escribir ...
gracias
besos
No te voy a felicitar, simplemente a desearte que día a día puedas sentirte y ser feliz.
ResponderEliminarLo que yo diera porque alguien me hiciera una tarta de cumple, de fin de semana, de lunes, de martes , de jueves. Simplemente yo decido qué se va a tomar y casi siempre me la acabo yo( C y P no son dulceros). Así me va. Pero sí echo de menos tener un cómplice en la cocina, alguien que al menos me corte el pan encima de la tabla y no al aire, que me diga" hoy la ensalada la hago yo", que simplemente me diga "¿me dejas quedarme contigo en la cocina?".
Somos fruto de nuestros actos y presos de nuestro silencio.
A por otro más
Berta
Ya nada es como antes, ni la lluvia, ni los charcos, ni los cumpleaños ni las tartas, Tampoco los años.
ResponderEliminarMe siento un observador, que no un mirón desde esta ventana, Llueve sobre mojado. Alguien cumple años, comparte tarta y apaga velas, muchos o pocos, da igual. Tarta agridulce, melancólica galleta y bizcocho inundado con el color de una acida naranja.
Miro una vez más desde el silencio y la distancia oportuna, pequeñas sonrisas, dulces sabores y sigue lloviendo sobre mojado.
Observador y observado, Llueve sobre mojado. La misma lluvia aquí y allí, la misma hora, el mismo instante y talvez la misma mirada. Observador y Observado conmemoran el paso de los años.
Pepinho! Pepinho!
ResponderEliminarQué se supone que le va a dar la consistencia a mi panna-cotta? La gelatina?
Debería quedar suficientemente firme y a la vez suficientemente suave. Tipo flan, sabes? Del que puedes cortar bien con la cuchara, sin que se deshaga, y después, al metértelo en la boca, lo puedes presionar con la lengua y puede pasar fácilmente entre los dientes haciendo un ruidito como "splris"... o algo así... y te lo puedes tragar sin masticar.
Y si utilizo nata líquida... de cuál? La que pone "nata líquida espesa"? Me va a dar algo! Si no queda bien mi panna-cotta, voy a morir!!!
Te he mandado por mail una receta... pero creo que esta quedaría demasiado consistente. Aparentemente, por la foto, da esta sensación.
Y el gran dilema sigue siendo: nata líquida, nata montada, leche sí, leche no, proporción de azúcar... Me parece que acabaré haciendo coulis de frambuesa con coulis de frambuesa!
Graciaaaaas!
- Nina -
Pepinho,
ResponderEliminarFELICIDADES!!!! con retraso, pero te deseo lo mejor para este año.
Me encanta esta tarta y la masa la voy a probar hoy mismo
Yo hago un pastel muy muy parecido pero de limón, relleno con "lemon-curd"(crema inglesa de limón), además cubierto de merengue también y es un éxito total. Lo que no he hecho nunca es esta masa, por eso , hoy la pruebo.
Ten un feliz día, saca los momentos positivos que los hay siempre y haz que esos momentos, por pequeños ó cosas tontas que parezcan , te suban para arriba
Besos desde Valencia,donde la primavera asoma radiante!!!
Curioseando entre los blogs he llegadoal tuyo y me he quedado enganchada.
ResponderEliminarYa veo que me vas a dar mucho trabajo por que quiero probar unas cuantas recetas que tienen una pinta estupenda.
Muchas felicidades por tu cumple y piensa que la edad no es la del cuerpo si no la del alma.
Te lo digo por experiencia acabo de cumplir 51 pero mi espiritu es de 20 o al menos procuro que lo sea
Hasta pronto
Hola, MUCHAS GRACIAS,
ResponderEliminarDisculpad, pero estoy realmente ocupado.
Las varillas eléctricas no son estrictamente necesarias en este caso, pueden facilitar algo el trabajo, pero hasta creo que no las he usado.
Cuando estoy en compañía, muchas veces, deseo estar solo y cuando estoy solo echo en falta alguien con quién hablar… Con la naturaleza, en mi actividad deportiva, siempre prefiero la soledad, se disfruta mucho más en silencio.
Antes esta tarta la con “limón” y masa quebrada, vamos, una “Lemon Pie”. Ahora cuando haga la lemon pie, si la vuelvo a hacer, lo haré con esta base, seguro.
Gracias.
Me encanta ese “recién ahora”, denota tu procedencia y un mosaico cultural increíble. "Recién ahora" intentaré descansar un poco... Gracias.
Yo pregunto: "¿qué te apetece?", y lo hago. Sólo desearía que un día me dijese alguien: “gracias por prepararme la comida y la mesa, hacer la cama, fregar los platos y hacerme la vida un poco más cómoda”.
Cuando miro las fotos de los antiguos cumpleaños, desde 3 años atrás (los dos últimos ni ha habido foto) la gente ha cambiado pero no el mobiliario: la misma mesa, las mismas caras, el mismo azulejo, las mismas sillas,… parecen la misma foto pero no lo son.
Nina, he hecho la Panna Cotta de Café con salsa de chocolate que te he pasado y la hemos comido hoy. Deliciosa con una salsa de chocolate. Exactamente 3 hojas de gelatina, la marca no lo recuerdo con exactitud, pero era un sobre morado… (casi dos gramos por hoja, 12 láminas 20 gramos). Espectacular, ya la pondré en el blog.
GRACIAS!!!!!!! Yo también te (os) deseo lo mejor. Como he dicho también hago (hacía) con frecuencia la “Lemon Pie” con un merengue suizo. La masa es menos consistente, no esperes que conserve las formas, pero mucho más rica. Besos!
Curiosamente, yo también estoy enganchado aunque no puedo dedicarle el tiempo que desearía: un lavado de imagen, poder contar más cosas, … ¡el tiempo es oro!
BESAZOS
Pepinho
Hola, te cuento que hice un lemon pie (para mi cumpleaños) y de cobertura utilicé la receta tuya del merengue italiano? y me parece que le puse mucha agua al almibar , cuestión que no era tan perfecto a la vista, no tanto como el tuyo pero de gusto estaba bueno, según dicen, me lo comieron todo y no alcancé a probarlo.....snif, snif, lo voy a tener que hacer otra vez! Besos
ResponderEliminarHola, la cantidad de agua no es importante. Lo importante es retirar el caramelo cuando haya alcanzado(exactamente) la temperatura de caramelización, 121 ºC. En ese preciso momento se habrá evaporado exactamente el agua necesaria, sin depender de la cantidad inicial.
ResponderEliminarGracias. Besos.