Días de lluvia y rosas
Para ver la receta original pasa por http://www.pepinho.com Tengo la impresión de que últimamente estoy publicando recetas bastante elaboradas con ingredientes extraños o (algo) difíciles de conseguir (sirope de rosas, glucosa líquida, jarabe de fruta de la pasión...). Podría ser sólo una impresión. De igual modo, también creo (otra vez) estar dando soluciones alternativas a esos ingredientes. Podría ser sólo una impresión. Creo (otra vez más) que necesito dar un pequeño giro (temporal) al blog e intercalar estas recetas con otras más accesibles y rápidas, aún a costa del sacrificio personal de no alimentar mi inquietud. Podría ser sólo una impresión.
Creo, creo, creo… Pienso, pienso, pienso… Quizás, tal vez… Me sorprende cómo muchos autores son capaces de escribir desde un punto de vista absoluto (y absolutista), prescindiendo de verbos o adverbios de duda que enfatizan la subjetividad de la obra (creo, pienso, quizás, tal vez, acaso…). Podría ser redundante escribirlo, pero me resulta muy difícil expresar una opinión sin hacer uso de ellos, pues no estoy seguro de casi nada. Es más sencillo evitarlo cuando se habla o escribe en tercera persona, mas, en mi opinión, su abuso da un carácter demasiado egocéntrico al escrito.
Sigo.
Todavía no ha llegado el mejor momento para las frambuesas pero, por suerte, había guardado algunas en el congelador y comprado otras (pocas) importadas del más allá, allí en dónde todavía no es primavera. Para realizar este pastel harán falta muchas frambuesas, sobre todo para preparar el puré que necesita la mousse. Si no tenemos frambuesas en el jardín puede resultar muy costoso obtener una considerable cantidad de puré, por lo que creo que la mejor opción es comprar puré de frambuesas en alguna de esas conocidas tiendas de hostelería/pastelería (o por Internet si no se vive en una gran ciudad). El precio de un kilo de puré de frambuesas suele rondar entre los 8 y los 10 euros, pudiéndolo usar para otras creaciones.
También se podría sustituir parte del puré de frambuesas por puré de fresas, mucho más económicas, mas el aroma que éstas desprenden es menos agradecido y considerablemente menor, a mi parecer, obviamente.
La primera vez que preparé este pastel lo hice con una mousse de nubes (¡mousse de nubes!, doblemente esponjoso y dulce), pero en la versión definitiva la he sustituido por la capa de mousse de frambuesas, básicamente por tres motivos: hacer un postre más natural, contrastar el aroma de rosas con el de algún fruto y no tener que soportar las críticas por emplear ingredientes cuyos efectos sobre nuestra salud puedan estar en entredicho.
He llegado a hacer (y pensar) mousses con ingredientes de lo más curioso. Lo último que he pensado tiene nombre de caramelo.
Run for Roses. Este pastel, además de la capa superior de mousse de frambuesa, lleva una delicada capa inferior de mousse aromatizada con sirope de rosas (o agua de rosas). El sirope de rosas no es fácil de conseguir, salvo que se compre por Internet o se haga con rosas naturales (sin tratar), por lo que podría ser una interesante opción sustituirlo por vainilla.
Durante esto días de vuelta a la pasión por el asfalto y la tierra bajo mis pies, he podido comprobar que los rosales han florecido y que muchos de ellos han crecido en zonas silvestres de fácil acceso. Así, si no tenemos rosales, tampoco será difícil conseguir un buen ramo de rosas natural y hacer uso de ellas para preparar un jarabe casero o agua de rosas, perfecta en este caso.
Me he enamorado del aroma de rosas, su delicada fragancia combina muy bien con casi cualquier tipo de dulce, más si lleva frutos rojos. La mezcla de aroma de rosas, frambuesas u otros frutos del bosque me trasporta a la naturaleza, a la vida tranquila, a los olores de infancia, para mí el único paraíso en la tierra… y en el cielo.
Salvaje. Cuando se pronuncia esa palabra casi todos piensan en sus acepciones secundarias, en la rudeza y el descontrol. Para mí representa lo puro, lo silvestre, lo no cultivado, como unas frambuesas o unos amorodos (fresa salvaje o fragaria vesca, les llaman en otros lugares).
¡Cuántos males se han causado en aras de la productividad! La verdadera fresa, la de aroma intenso, la que yo adoro, la de mi infancia, la pequeña fresa salvaje, fue durante mucho tiempo la que dominaba los cultivos de Europa hasta que, por productividad y tamaño, fue sustituida por las fresas grandes que ahora conocemos. No es el único caso, y casi siempre perdiendo.
Recuerdos, todo son recuerdos cuando uno se va haciendo mayor. Ése es un problema, como no vivir el presente y no mirarse en el espejo. Recuerdo cómo de pequeño recogíamos las fresas salvajes. Los diminutos frutos ocultos bajo las hojas se deshacían cuando no se recogían con la suavidad adecuada, con delicadeza. Las introducíamos en una paja seca, atravesándolas por el centro para que no se rompiesen. Cuando teníamos las suficientes, simplemente nos las comíamos. Era divertido buscarlas. Cuando parecía que no había más, se asomaba alguna debajo de una hoja y, cuando ya habíamos robado toda la belleza a la planta, al día siguiente las fresas verdes ya habrían madurado del todo.
Recuerdos, sólo eso, recuerdos.
Últimamente no hay que estar demasiado atento para escuchar una y otra vez las mismas expresiones, muchas odiosas por su naturaleza (la mentira que subyace) y otras por cansinas y repetitivas.
La vida que ahora pasa ente mí es un tweet, una sucesión mensajes cortos y directos de menos de 140 caracteres en lo que ya no importan las formas ni el estilo, sólo los eslóganes publicitarios llenos de mensaje subliminales de fácil digestión. Cuando leía, cuando tenía tiempo para hacerlo, no había tweets, mas los personajes que se describían al detalle llevaban prendas que casi siempre estaban fabricadas con tweed. Eran otros tiempos… por suerte.
No me gusta:
“No se puede gastar más que lo que se tiene”. Falsa y agotadora afirmación, repetida una y otra vez por el mismo personaje. Tras esta aparente perogrullada se ocultan las tijeras de la losa conservadora: confórmate con lo que tienes, incluso si no tienes cubiertas tus necesidades básicas; no pidas préstamos para emprender y mejorar tu nivel de vida; sólo los que tienen podrán tener…
“Sin ánimo de ofender”. ¡Qué miedo! La ofensa está servida y con licencia para llevarla en práctica.
“Que conste que tengo un amigo que es…” Puede seguirle: homosexual, judío, negro… o cualquier adjetivo de índole personal, ideológico, religioso o sexual. Podría considerarse un corolario de la expresión anterior, la justificación de un ataque a la tolerancia y respeto. Tras esa pequeña coletilla suelen protegerse grandes intolerantes, racistas o unas altas dosis de homofobia.
“Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades” ¿Quién? ¿La banca?, ¿los banqueros?, ¿los gestores?,… Yo, ni de lejos (y no soy el único). Me quedo con un Tweet que me recordó un amigo: “Los bancos han vivido por encima de nuestras posibilidades”.
Me gusta:
“El amor es más que un compromiso…” (Antes del atardecer). Me veo así, frustrado por los sueños perdidos, añorando la ilusión (sólo eso) por una vida llena de posibilidades.
Paraíso de rosas y frambuesa
Como probablemente no dispongamos de todo el tiempo necesario para prepararla en un único día, podemos hacerlo en 4 fases: (1) el bizcocho de genovesa (y el jarabe de rosas) [30 min], que puede hacerse con varios días de antelación y guardarse en el frigorífico envuelta en película de cocina; (2) mousse de sirope de rosas [30 min], nos permitirá guardar el pastel en el frigorífico desde varias horas a varios días; (3) mousse de frambuesas [30-45 min], tendremos la tarta preparada y sólo a falta de cobertura. La guardaremos en el congelador hasta el momento de aplicar la cobertura. (4) cobertura y acabado [5-10 min.], después podemos guardarla en el frigorífico varios días.
Genovesa de rosas
Si usamos 3 huevos XL no necesitaremos más claras que las de los propios huevos, pues la clara de unos huevos grandes pesa entre los 40 a 45 gr. Las cantidades no tienen que ser exactas, aunque sí muy aproximadas. Por un par de gramos de diferencia la genovesa saldrá igual de buena.
Claras a punto de nieve. Montamos las claras con un batidor eléctrico de varillas. Cuando las claras esté a medio montar, añadimos 65 gr. de azúcar, poco a poco. Seguimos batiendo hasta que estén firmes. Reservamos.
Para montar las claras es importante que las varillas del batidor no tengan ningún resto de las yemas ni otro tipo de materia grasa, deben estar limpias y secas. Si montamos la claras con anterioridad al sabayón (yemas montadas) no será necesario lavar las varillas, pues las yemas pueden (y suelen) llevar algo de proteína de la clara.
(2) Preparamos un sabayón. Templamos el sirope para que esté fluido. Si usamos agua puede estar a temperatura ambiente.
Con un batidor eléctrico de varillas montamos la yemas con los 65 gr. de azúcar restantes. Sin dejar de batir, cuando las yemas estén blanquecinas y casi montadas, vamos añadiendo el líquido, poco a poco y en dos o tres veces. Seguimos batiendo hasta que las yemas estén totalmente montadas y hayan triplicado su volumen. Esto se hace mejor al baño María, pero no es necesario si los huevos han estado fuera del frigorífico y el batidor eléctrico es de bastante potencia.
Mezclamos las claras sobre el sabayón, delicadamente, sin excedernos. Acabamos incorporando la harina con la sal en forma de lluvia y con ayuda de un colador, poco a poco, mezclando de forma envolvente, lo justo para que no se formen grumos.
(3) Extendemos dos bandejas de horno cubiertas con papel vegetal para horno, teniendo en cuenta que necesitaremos dos planchas de unos 23x18 cm2 de bizcocho. Introducimos una bandeja en el horno y dejamos que se cocine durante unos 6-10 minutos, hasta que tenga un tono dorado, casi tostado, y al pulsar con el dedo el bizcocho recupere su posición. Retiramos del horno y dejamos enfriar.
Repetimos el proceso con la otra bandeja y la masa restante. Dejamos enfriar las dos bandejas antes de despegar y cortar con un cuchillo bien afilado dos planchas rectangulares o cuadradas (unos 20x20 cm, o algo más)
Jarabe de sirope de rosas
Mousse/baravoise de sirope de rosas
Se trata de preparar una crema inglesa (al estilo de unas natillas), por lo que, en una olla o cuenco, batimos las yemas con el azúcar, añadimos la mezcla de leche poco a poco y volvemos a llevar al fuego a temperatura media y sin dejar de remover. La temperatura ideal para que no se corte y tenga la textura adecuada es de unos 80-85 ºC, por lo que es muy común hacerlo al baño María. Removemos durante unos minutos hasta que adquiera la densidad de unas natillas. No debe tener grumos ni estar demasiado líquida. Si la temperatura es muy alta se formarían grumos y tendría el aspecto como si se hubiera cortado.
(2)Retiramos la crema inglesa del fuego y añadimos la gelatina que previamente habremos secado con un paño de cocina. Después, lo mejor es sumergir el cuenco en agua muy fría con cubitos de hielo, para bajar la temperatura rápidamente, removiendo constantemente para en enfríe por igual. Yo siempre lo hago, la crema tendrá un aspecto y brillos perfectos.
Cuando la crema haya bajado hasta unos 20-25º C, como mucho, montamos la nata con media cucharada de azúcar, que añadiremos cuando la nata ya esté montada. Añadimos de modo cuidadoso y envolvente sobre la crema (antes podemos echar una cucharada para igualar densidades y temperaturas) vertemos de inmediato sobre el la primera capa de bizcocho de genovesa mojado con el jarabe que hemos preparado.
Antes habremos depositado la primera capa de bizcocho sobre un molde, preferiblemente rectangular, y mojado en jarabe con ayuda de un pizcel.
(3) Sobre la mousse introducimos la cantidad suficiente de frambuesas frescas, con la punta hacia arriba y de modo que queden bastante cerca unas de otras. No siempre se puede disponer de ellas, pues fuera de temporada suelen estar muy caras, pero queda más rica la tarta cuando la cantidad de frambuesas es abundante.
Cubrimos la capa de mousse con la segunda capa de bizcocho. Podemos seguir preparándola o esperar a que tengamos más tiempo, reservándola en la nevera.
Mousse de frambuesas
Para el merengue (italiano)
Calentamos el agua con el azúcar en un cazo. Cuando el jarabe empiece a hervir (haya superado los 105 ºC) empezamos a montar las claras con un batidor eléctrico de varillas, añadiendo el azúcar poco a poco cuando empiecen a montarse. Cuando estén a medio montar y la temperatura del jarabe haya alcanzado los 121 ºC, y sin dejar de batir las claras con un batidor de varillas eléctrico, lo vertemos en forma de hilo sobre las claras. Seguimos batiendo hasta que se haya templado y tenga una textura lisa y brillante.
(2) Hidratamos las hojas de gelatina en agua fría.
Con un batidor de varillas eléctrico montamos la nata bien fría. Hay tener cuidado de no pasarse, se cortaría. Lo mejor es que el recipiente y la nata estén bien fríos para que se monten mejor. Cuando casi esté montada añadimos el azúcar. Reservamos.
Templamos un poco del puré de frambuesa hasta una temperatura que pueda fundir la gelatina (unos 45 ºC). Añadimos las hojas de gelatina ya hidratadas y escurridas con un paño de cocina. Removemos suavemente hasta disolverlas en el puré templado. Cuando se hayan disuelto añadimos el resto del puré y mezclamos con cuidado. Añadimos un poco de zumo de limón (evita la oxidación).
Añadimos algo (una cucharada) de nata montada al puré para bajar la temperatura y aligerar la mezcla. Añadimos el merengue frío, de modo cuidadoso, de abajo hacia arriba y de modo envolvente, evitando que se baje la mezcla. Por último, añadimos el resto de la nata, también de modo envolvente y cuidadoso. Utilizamos de inmediato, depositándolo sobre la segunda capa de bizcocho previamente mojada con el jarabe. Golpeamos de inmediato para alisar e introducimos en el congelador para que tenga consistencia y tenga un corte limpio.
Cobertura y montaje
Cubrimos el pastel todavía frío, intentando que se reparta de modo homogéneo por la superficie, girando el pastel en movimientos lentos y circulares para distribuir la cobertura.
Introducimos en el frigorífico durante unas horas para que gane consistencia y sabor. Mejor después de uno o dos días. La retiraremos del frigorífico unos minutos antes para que no esté demasiado fría. Cortamos con un cuchillo afilado. Gustará… y sorprenderá.
Para ver la receta original pasa por http://www.pepinho.com Tengo la impresión de que últimamente estoy publicando recetas bastante elaboradas con ingredientes extraños o (algo) difíciles de conseguir (sirope de rosas, glucosa líquida, jarabe de fruta de la pasión...). Podría ser sólo una impresión. De igual modo, también creo (otra vez) estar dando soluciones alternativas a esos ingredientes. Podría ser sólo una impresión. Creo (otra vez más) que necesito dar un pequeño giro (temporal) al blog e intercalar estas recetas con otras más accesibles y rápidas, aún a costa del sacrificio personal de no alimentar mi inquietud. Podría ser sólo una impresión.
Creo, creo, creo… Pienso, pienso, pienso… Quizás, tal vez… Me sorprende cómo muchos autores son capaces de escribir desde un punto de vista absoluto (y absolutista), prescindiendo de verbos o adverbios de duda que enfatizan la subjetividad de la obra (creo, pienso, quizás, tal vez, acaso…). Podría ser redundante escribirlo, pero me resulta muy difícil expresar una opinión sin hacer uso de ellos, pues no estoy seguro de casi nada. Es más sencillo evitarlo cuando se habla o escribe en tercera persona, mas, en mi opinión, su abuso da un carácter demasiado egocéntrico al escrito.
Sigo.
Todavía no ha llegado el mejor momento para las frambuesas pero, por suerte, había guardado algunas en el congelador y comprado otras (pocas) importadas del más allá, allí en dónde todavía no es primavera. Para realizar este pastel harán falta muchas frambuesas, sobre todo para preparar el puré que necesita la mousse. Si no tenemos frambuesas en el jardín puede resultar muy costoso obtener una considerable cantidad de puré, por lo que creo que la mejor opción es comprar puré de frambuesas en alguna de esas conocidas tiendas de hostelería/pastelería (o por Internet si no se vive en una gran ciudad). El precio de un kilo de puré de frambuesas suele rondar entre los 8 y los 10 euros, pudiéndolo usar para otras creaciones.
También se podría sustituir parte del puré de frambuesas por puré de fresas, mucho más económicas, mas el aroma que éstas desprenden es menos agradecido y considerablemente menor, a mi parecer, obviamente.
La primera vez que preparé este pastel lo hice con una mousse de nubes (¡mousse de nubes!, doblemente esponjoso y dulce), pero en la versión definitiva la he sustituido por la capa de mousse de frambuesas, básicamente por tres motivos: hacer un postre más natural, contrastar el aroma de rosas con el de algún fruto y no tener que soportar las críticas por emplear ingredientes cuyos efectos sobre nuestra salud puedan estar en entredicho.
He llegado a hacer (y pensar) mousses con ingredientes de lo más curioso. Lo último que he pensado tiene nombre de caramelo.
Run for Roses. Este pastel, además de la capa superior de mousse de frambuesa, lleva una delicada capa inferior de mousse aromatizada con sirope de rosas (o agua de rosas). El sirope de rosas no es fácil de conseguir, salvo que se compre por Internet o se haga con rosas naturales (sin tratar), por lo que podría ser una interesante opción sustituirlo por vainilla.
Durante esto días de vuelta a la pasión por el asfalto y la tierra bajo mis pies, he podido comprobar que los rosales han florecido y que muchos de ellos han crecido en zonas silvestres de fácil acceso. Así, si no tenemos rosales, tampoco será difícil conseguir un buen ramo de rosas natural y hacer uso de ellas para preparar un jarabe casero o agua de rosas, perfecta en este caso.
Me he enamorado del aroma de rosas, su delicada fragancia combina muy bien con casi cualquier tipo de dulce, más si lleva frutos rojos. La mezcla de aroma de rosas, frambuesas u otros frutos del bosque me trasporta a la naturaleza, a la vida tranquila, a los olores de infancia, para mí el único paraíso en la tierra… y en el cielo.
Salvaje. Cuando se pronuncia esa palabra casi todos piensan en sus acepciones secundarias, en la rudeza y el descontrol. Para mí representa lo puro, lo silvestre, lo no cultivado, como unas frambuesas o unos amorodos (fresa salvaje o fragaria vesca, les llaman en otros lugares).
¡Cuántos males se han causado en aras de la productividad! La verdadera fresa, la de aroma intenso, la que yo adoro, la de mi infancia, la pequeña fresa salvaje, fue durante mucho tiempo la que dominaba los cultivos de Europa hasta que, por productividad y tamaño, fue sustituida por las fresas grandes que ahora conocemos. No es el único caso, y casi siempre perdiendo.
Recuerdos, todo son recuerdos cuando uno se va haciendo mayor. Ése es un problema, como no vivir el presente y no mirarse en el espejo. Recuerdo cómo de pequeño recogíamos las fresas salvajes. Los diminutos frutos ocultos bajo las hojas se deshacían cuando no se recogían con la suavidad adecuada, con delicadeza. Las introducíamos en una paja seca, atravesándolas por el centro para que no se rompiesen. Cuando teníamos las suficientes, simplemente nos las comíamos. Era divertido buscarlas. Cuando parecía que no había más, se asomaba alguna debajo de una hoja y, cuando ya habíamos robado toda la belleza a la planta, al día siguiente las fresas verdes ya habrían madurado del todo.
Recuerdos, sólo eso, recuerdos.
Últimamente no hay que estar demasiado atento para escuchar una y otra vez las mismas expresiones, muchas odiosas por su naturaleza (la mentira que subyace) y otras por cansinas y repetitivas.
La vida que ahora pasa ente mí es un tweet, una sucesión mensajes cortos y directos de menos de 140 caracteres en lo que ya no importan las formas ni el estilo, sólo los eslóganes publicitarios llenos de mensaje subliminales de fácil digestión. Cuando leía, cuando tenía tiempo para hacerlo, no había tweets, mas los personajes que se describían al detalle llevaban prendas que casi siempre estaban fabricadas con tweed. Eran otros tiempos… por suerte.
No me gusta:
“No se puede gastar más que lo que se tiene”. Falsa y agotadora afirmación, repetida una y otra vez por el mismo personaje. Tras esta aparente perogrullada se ocultan las tijeras de la losa conservadora: confórmate con lo que tienes, incluso si no tienes cubiertas tus necesidades básicas; no pidas préstamos para emprender y mejorar tu nivel de vida; sólo los que tienen podrán tener…
“Sin ánimo de ofender”. ¡Qué miedo! La ofensa está servida y con licencia para llevarla en práctica.
“Que conste que tengo un amigo que es…” Puede seguirle: homosexual, judío, negro… o cualquier adjetivo de índole personal, ideológico, religioso o sexual. Podría considerarse un corolario de la expresión anterior, la justificación de un ataque a la tolerancia y respeto. Tras esa pequeña coletilla suelen protegerse grandes intolerantes, racistas o unas altas dosis de homofobia.
“Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades” ¿Quién? ¿La banca?, ¿los banqueros?, ¿los gestores?,… Yo, ni de lejos (y no soy el único). Me quedo con un Tweet que me recordó un amigo: “Los bancos han vivido por encima de nuestras posibilidades”.
Me gusta:
“El amor es más que un compromiso…” (Antes del atardecer). Me veo así, frustrado por los sueños perdidos, añorando la ilusión (sólo eso) por una vida llena de posibilidades.
Paraíso de rosas y frambuesa
Como probablemente no dispongamos de todo el tiempo necesario para prepararla en un único día, podemos hacerlo en 4 fases: (1) el bizcocho de genovesa (y el jarabe de rosas) [30 min], que puede hacerse con varios días de antelación y guardarse en el frigorífico envuelta en película de cocina; (2) mousse de sirope de rosas [30 min], nos permitirá guardar el pastel en el frigorífico desde varias horas a varios días; (3) mousse de frambuesas [30-45 min], tendremos la tarta preparada y sólo a falta de cobertura. La guardaremos en el congelador hasta el momento de aplicar la cobertura. (4) cobertura y acabado [5-10 min.], después podemos guardarla en el frigorífico varios días.
Genovesa de rosas
Si usamos 3 huevos XL no necesitaremos más claras que las de los propios huevos, pues la clara de unos huevos grandes pesa entre los 40 a 45 gr. Las cantidades no tienen que ser exactas, aunque sí muy aproximadas. Por un par de gramos de diferencia la genovesa saldrá igual de buena.
- 60 gr. de yemas (3 grandes)
- 130 gr. de azúcar (65 gr. + 65 gr.).
- 45 ml. de sirope de rosas (o mitad de agua de rosas y el resto de agua mineral o, en el peor de los casos, sólo agua)
- 130 gr. de claras (4 claras de huevos pequeños o 3 claras de huevos X(X)L)
- 120 gr. de harina de repostería (tamizada)
- Dos pizcas de sal.
Claras a punto de nieve. Montamos las claras con un batidor eléctrico de varillas. Cuando las claras esté a medio montar, añadimos 65 gr. de azúcar, poco a poco. Seguimos batiendo hasta que estén firmes. Reservamos.
Para montar las claras es importante que las varillas del batidor no tengan ningún resto de las yemas ni otro tipo de materia grasa, deben estar limpias y secas. Si montamos la claras con anterioridad al sabayón (yemas montadas) no será necesario lavar las varillas, pues las yemas pueden (y suelen) llevar algo de proteína de la clara.
(2) Preparamos un sabayón. Templamos el sirope para que esté fluido. Si usamos agua puede estar a temperatura ambiente.
Con un batidor eléctrico de varillas montamos la yemas con los 65 gr. de azúcar restantes. Sin dejar de batir, cuando las yemas estén blanquecinas y casi montadas, vamos añadiendo el líquido, poco a poco y en dos o tres veces. Seguimos batiendo hasta que las yemas estén totalmente montadas y hayan triplicado su volumen. Esto se hace mejor al baño María, pero no es necesario si los huevos han estado fuera del frigorífico y el batidor eléctrico es de bastante potencia.
Mezclamos las claras sobre el sabayón, delicadamente, sin excedernos. Acabamos incorporando la harina con la sal en forma de lluvia y con ayuda de un colador, poco a poco, mezclando de forma envolvente, lo justo para que no se formen grumos.
(3) Extendemos dos bandejas de horno cubiertas con papel vegetal para horno, teniendo en cuenta que necesitaremos dos planchas de unos 23x18 cm2 de bizcocho. Introducimos una bandeja en el horno y dejamos que se cocine durante unos 6-10 minutos, hasta que tenga un tono dorado, casi tostado, y al pulsar con el dedo el bizcocho recupere su posición. Retiramos del horno y dejamos enfriar.
Repetimos el proceso con la otra bandeja y la masa restante. Dejamos enfriar las dos bandejas antes de despegar y cortar con un cuchillo bien afilado dos planchas rectangulares o cuadradas (unos 20x20 cm, o algo más)
Jarabe de sirope de rosas
- 150 gr. de azúcar
- 105 gr. de agua
- 40 gr. de sirope de rosas (o 25 + 15 de agua de rosas)
Mousse/baravoise de sirope de rosas
- 200 ml de leche entera.
- 45 ml de sirope de rosas (ó 25 gr. con un poco, 1 cucharada o más, de agua de rosas).
- 3,5 hojas de gelatina (de 17/9 gr cada una)
- 4 yemas de huevo grandes (80 gr)
- 40 gr. de azúcar.
- 300 gr. de nata líquida para montar.
- ½ cucharada de azúcar.
- c.s. de frambuesas frescas.
Se trata de preparar una crema inglesa (al estilo de unas natillas), por lo que, en una olla o cuenco, batimos las yemas con el azúcar, añadimos la mezcla de leche poco a poco y volvemos a llevar al fuego a temperatura media y sin dejar de remover. La temperatura ideal para que no se corte y tenga la textura adecuada es de unos 80-85 ºC, por lo que es muy común hacerlo al baño María. Removemos durante unos minutos hasta que adquiera la densidad de unas natillas. No debe tener grumos ni estar demasiado líquida. Si la temperatura es muy alta se formarían grumos y tendría el aspecto como si se hubiera cortado.
(2)Retiramos la crema inglesa del fuego y añadimos la gelatina que previamente habremos secado con un paño de cocina. Después, lo mejor es sumergir el cuenco en agua muy fría con cubitos de hielo, para bajar la temperatura rápidamente, removiendo constantemente para en enfríe por igual. Yo siempre lo hago, la crema tendrá un aspecto y brillos perfectos.
Cuando la crema haya bajado hasta unos 20-25º C, como mucho, montamos la nata con media cucharada de azúcar, que añadiremos cuando la nata ya esté montada. Añadimos de modo cuidadoso y envolvente sobre la crema (antes podemos echar una cucharada para igualar densidades y temperaturas) vertemos de inmediato sobre el la primera capa de bizcocho de genovesa mojado con el jarabe que hemos preparado.
Antes habremos depositado la primera capa de bizcocho sobre un molde, preferiblemente rectangular, y mojado en jarabe con ayuda de un pizcel.
(3) Sobre la mousse introducimos la cantidad suficiente de frambuesas frescas, con la punta hacia arriba y de modo que queden bastante cerca unas de otras. No siempre se puede disponer de ellas, pues fuera de temporada suelen estar muy caras, pero queda más rica la tarta cuando la cantidad de frambuesas es abundante.
Cubrimos la capa de mousse con la segunda capa de bizcocho. Podemos seguir preparándola o esperar a que tengamos más tiempo, reservándola en la nevera.
Mousse de frambuesas
Para el merengue (italiano)
- 60 gr de azúcar
- 18-20 gr. de agua
- 45 gr de claras.
- 3-4 gr de azúcar.
- 4 hojas de gelatina (de casi 2 gr. cada una)
- 300 gr. de puré de frambuesas (sin pepitas)
- Una cucharilla de té (o algo más) de zumo de limón (6 gr.)
- 100 gr de merengue italiano (el anterior) o suizo.
- 200 gr. de nata para montar.
- Una cucharada de azúcar.
Calentamos el agua con el azúcar en un cazo. Cuando el jarabe empiece a hervir (haya superado los 105 ºC) empezamos a montar las claras con un batidor eléctrico de varillas, añadiendo el azúcar poco a poco cuando empiecen a montarse. Cuando estén a medio montar y la temperatura del jarabe haya alcanzado los 121 ºC, y sin dejar de batir las claras con un batidor de varillas eléctrico, lo vertemos en forma de hilo sobre las claras. Seguimos batiendo hasta que se haya templado y tenga una textura lisa y brillante.
(2) Hidratamos las hojas de gelatina en agua fría.
Con un batidor de varillas eléctrico montamos la nata bien fría. Hay tener cuidado de no pasarse, se cortaría. Lo mejor es que el recipiente y la nata estén bien fríos para que se monten mejor. Cuando casi esté montada añadimos el azúcar. Reservamos.
Templamos un poco del puré de frambuesa hasta una temperatura que pueda fundir la gelatina (unos 45 ºC). Añadimos las hojas de gelatina ya hidratadas y escurridas con un paño de cocina. Removemos suavemente hasta disolverlas en el puré templado. Cuando se hayan disuelto añadimos el resto del puré y mezclamos con cuidado. Añadimos un poco de zumo de limón (evita la oxidación).
Añadimos algo (una cucharada) de nata montada al puré para bajar la temperatura y aligerar la mezcla. Añadimos el merengue frío, de modo cuidadoso, de abajo hacia arriba y de modo envolvente, evitando que se baje la mezcla. Por último, añadimos el resto de la nata, también de modo envolvente y cuidadoso. Utilizamos de inmediato, depositándolo sobre la segunda capa de bizcocho previamente mojada con el jarabe. Golpeamos de inmediato para alisar e introducimos en el congelador para que tenga consistencia y tenga un corte limpio.
Cobertura y montaje
- 1 hoja de gelatina
- 150 gr. de mermelada de frambuesa sin pepitas.
Cubrimos el pastel todavía frío, intentando que se reparta de modo homogéneo por la superficie, girando el pastel en movimientos lentos y circulares para distribuir la cobertura.
Introducimos en el frigorífico durante unas horas para que gane consistencia y sabor. Mejor después de uno o dos días. La retiraremos del frigorífico unos minutos antes para que no esté demasiado fría. Cortamos con un cuchillo afilado. Gustará… y sorprenderá.
Vaya receta mas elaborada, original, sugerente y sorprendente. Mas ya no puedo decir!!
ResponderEliminarMadre miaaa!! Que trabajazo, pero que buen resultado!! Cuchara de Oro a esa delicia!
ResponderEliminarPedazo receta, es preciosa de ver y seguro que aún mejor de degustar, sin olvidar el olor ummmm, una alegría ver q actualizabas.. Han vivido muy por encima como seres sin responsabilidad y ahora no tienen ni la vergüenza de reconocerlo, pagaremos los de siempre y sin dejar de oír a políticos echarnos "culpas" y ellos a lo de siempre... en fin un trocito alivia un poco las penas
ResponderEliminarWow, esto es un bocado de auténtico profesioonal.. no sé si tendría la paciencia para ir con el paso a paso. Increible!
ResponderEliminarQue perfección, dan ganas de encuadrarlo, pero si me lo pones delante no dura ni un segundo, que delicia, perfecto.
ResponderEliminarY no te da lástima de comerla?
ResponderEliminarMadre mía que pedazo de pastel has preparado.
Besazos.
ESTOY ALUCINADA, ME PARECE TODO UN RETO. Y ME ENCANTA LA INTRODUCCION ANTES DE LA RECETA, PARECE QUE ESTOY EN LA COCINA CON MI MADRE Y MIS HERMANAS DE TERTULIA MIENTRAS COCINAN UNAS Y OTRAS MIRAMOS JAJAJA ¡ENHORABUENA!
ResponderEliminarAquí venimos por varias cosas ( ya sabes, lo comentamos, o comentan, que ya sabeis que yo soy de las discretitas)...y muchas veces, como hoy, me voy echa un mar de dudas: ¿Qué receta es más laboriosa ( pero a mi alcance: crees bien con tus impresiones sobre ingredientes raritos) para que cuando la termine me queda esa enorme satisfacción de ver mi propia obra ( aunque sea un tanto copiada) ser degustada por los seres queridos ( o no tan queridos, pero invitados...)????
ResponderEliminarPensaré sobre ello: tengo hasta el sábado ;)
Una receta riquisima y muy trabajada. el resultado es impresionante. Aqui me quedo haber si aprendo!! Besos
ResponderEliminarUna exquisitez, tiene que estar de vicio. Muy elaborado y muy rico.
ResponderEliminarUn abrazo
ummmm. Al principio me parecieron cerezas y estaba empezando a babear de verdad!! Este domingo es "el día de la cereza" aquí. Estaré encerrada estudiando, para esa MH q probablemente tampco llegará (total, sólo tengo un 10 en la 1ª parte de la asig. y hay veinteañeros q se esfuerzan mucho más q yo....), perooooo esta vez no me lo tomaré a la tremenda. Juro! Mi primera 15K un éxito. Ahora preparando la cuarta 10K. Me alegro de que vuelvas al asfalto (tierra con pinocha); yo ya no concibo vivir (respirar) sin él.
ResponderEliminarLa receta es... espectacular!! no sé cómo consigues esos cortes, hasta las fotos. Eres un genio, de verdad. Prepara una de cerezas para Julio, anda.... Besos mil. O.
Alucinada con el Paraíso. Desde luego no voy a decir que no le clavaría la cuchara por ser tan chula, porque esa combinación de sabores debe estar muy a la altura de la imagen. Y si lo hiciese no sería para nada un fracaso si no me quedara tan bonita, estaría satisfecha con creces comiéndomela.
ResponderEliminarYo también me empiezo a indignar cuando comienzan a sonar esas frases enunciativas del insulto. Hubo un presidente del Barça que empezaba sus ofensas así: "Amb tots els respectes..." (Con todos los respetos...), y entonces ya sabías que iba a soltar una andanada heavy contra alguien. O como esas mujeres que dicen: "Yo soy una señora", remarcando ese "yo" como queriendo decir que otra, concreta (uno ya sabe quién), no lo es, o, vaya, que es una mala 'piiiiii'... Aunque hay frases que dicen lo mismo que se quiere decir pero disfrazadito, para que no se oiga feo y quedar como una patena: "Incrementar lo que sería la imposición sobre el consumo"... ¡¡¡Ah, vale!!! Pero no me ha horrorizado con una subida del IVA. ¡Uf, menos mal!
Me alegro que tengas tiempo para correr un poco (y ánimo a nuestra O.tra corredora, ;·)), y para cocinar y estar con nosotros este ratito, Pepinho.
Rosas y frambuesas. Mmmmm!
Se te quiere.
Una tarta perfecta, aunque demasiado elaborada para mí.
ResponderEliminarY hablando de mousses, llevo un tiempo pensando en cómo hacer una mousse de zanahoria, ¿tú, como experto, crees que sería posible?
Esta receta es impresionante! me ha encantado!
ResponderEliminarTe sigo desde hace un tiempo y tu blog es uno de mis favoritos, se nota que tienes un talento especial y las recetas que publicas son todas para quitarse el sombrero. Gracias por esta nueva propuesta que aunque parece elaborada, tengo ganas de probarla :)
Un saludo,
Otra maravilla para preparar. Gracias. Un saludo. Esperanza.
ResponderEliminarMuchas gracias,
ResponderEliminarEs hora de descansar, estoy cansado y debería estar en cama… pero necesito “algo” que quizás allí no encuentre.
Es curioso, pero este tipo de tartas es de las que menos cuesta hacer, o eso me parece. El principal problema es organizar los tiempos y las fases para no dedicarle más de una hora a cada una de ellas.
Como otras de este tipo, la hago en etapas, nunca superiores a 45 min o 1 hora, por lo que no necesito disponer de demasiado tiempo para prepararla. Algunas etapas son inmediatas, como la preparación del jarabe o aplicar la cobertura. En ésta, las mousses es lo que más tiempo ocupa, más que nada por la cantidad de recipientes que hay que usar y el tiempo que se tarda a limpiar la cocina. Por lo demás, no creo que sea demasiado compleja, o quizás sí, no lo sé.
De prescindir de alguna capa lo haría de la mousse de frambuesa, preparando más mousse de sirope de rosas para poder extender un poco sobre la segunda capa de bizcocho.
(…)
Siempre pagan(mos) los más débiles, los banqueros se van de rositas (no de Rosita). Nada de procesos ni culpables…
…
“sólo tengo un 10” (¡sólo!)… Lo injusto de las MH es que estén limitadas en número. Deberían ser dadas como cualquier nota, cuando se merezca, ¡aunque sean 100! Otras veces se dan sólo para cubrir el cupo máximo establecido.
He estado casi un mes parado, sin correr, por una tendinitis tibial anterior. Durante este tiempo sólo he podido ir a nadar, pero para mí (por mucho piscis que sea) no tiene nada que ver con la evasión de un camino perdido. Me gusta la libertad que se siente cuando se corre por el campo, sentir el asfalto y la tierra bajo mis pies, el aire en el rostro. En el agua de una piscina, si no estoy bien anímicamente o bajo de moral, he llegado a tener sensaciónes y momentos de claustrofobia o ansiedad. El mar es distinto, aunque infunde respeto y cierto miedo, la mirada al horizonte abre caminos de liberación.
Hace casi tres semanas que he vuelto a correr. Después de unos días intenté ir algo rápido para comprobar mi estado físico, pero lo único que conseguí fue volverme a lesionar (la fascia lata necesitaba recuperar el nivel de tensión que tenía antes de la lesión y adaptarse de nuevo al entrenamiento y el cambió de volumen muscular). Después de varios días de mucho dolor y otros de reposo casi absoluto, toca trotar despacio… esperando volver a ser el que era hace dos meses. Si va bien, volveré a correr con normalidad (¿?) dentro de un par de semanas…
Veo como muchos de los sueños que tenía se van dispersando poco a poco y que sólo me queda respirar…
...
Las frases. Peor que esos falsos eufemismos son las mentiras. Últimamente está de moda en la (mal llamada) “clase política” adelantar lo contrario de lo que se va a hacer, manteniendo una puerta abierta para realizar lo contrario: “no subiremos lo impuestos… aunque no lo descartamos si fuese necesario”.
ResponderEliminarEl pasado fin de semana ha habido frases antológicas, desde el presidente de Bankia o de algunas autonomías.
¿Experto? Experto de nada. Me parece muy buena idea hacer una mousse de zanahoria. Ahora se me ocurren dos modos. El primero y más rápido de explicar es hacerlo como una crema bávara (bavaroise, que en el anunciado me ha quedado disléxico): hervir las zanahorias hasta que queden blandas, batirlas hasta hacerlas de un fino puré. Por otro lado preparamos una crema inglesa con leche, yemas y azúcar (más de lo normal), reservando las claras. Cuando haya espesado añadiría gelatina hidratada y escurrida, así como el puré de zanahoria. Montaría las claras a punto de nieve con un poco más de azúcar y, por otro lado, nata montada. Añadiría un poco de las claras a la crema inglesa, la nata y el resto del merengue. También añadiría unas especias (canela…) cuando se añade el puré.
Podría emplearse como base de pruebas la mousse de frambuesas de esta entrada añadiendo más azúcar, menor puré de zanahoria y sustituyendo el merengue italiano por uno francés o suizo.
Creo que le quedaría muy bien una fina capa de mousse de queso y vainilla en la parte superior para contrastar sabores y aligerar la mousse.
¡Qué tarde! Sigo mañana… si puedo.
Un beso muy grande a TOD@S!!!!!!!!!!!!!!
No, lo injusto es q sólo se las lleven los pelotas, y q tú no tengas ni el tiempo ni el carácter para ese "esfuerzo extra" q hacen ellos. Además, oh sorpresa! al pasar el listado de notas a limpio, se le han colado decimillas de más para dos personas al menos.... Ahora ya hay otra q tiene un 10. La vida es maravillosa, sí!! Pero ojalá le traiga un virus estomacal de 10 días mínimoooooo!!!! En fin, prometí no estresarme con estas cosas. Yo a estudiar para los demás y punto. Besos mil!!.O.
ResponderEliminarojo con la fascia!! es dolorosa y taaaaaan lenta de recuperar. Ánimo! A mí la piscina no me va (o sea el pelo, o sea la piel... jajaja)y además me "agobia" también, de hecho si nado sólo lo hago de espaldas.O.
ResponderEliminarMmmmmmm! Cuando has explicado lo de la mousse de zanahoria he recordado aquel pastel multifruta hecho con potito de bebé. Qué divino estaba... Sí, lo hice. Lo gracioso es que esta mañana hemos hablado de él en casa, enumerando tus pasteles míticos que hemos probado cuando me estaba planteando si hacer esta tarta de rosas para mi cumple. A ver si me lanzo al reto. Planteado así como dices, a días vista del premio gordo.Y sin estrellarlo contra el techo de la nevera, como me pasó con una cúpula recién glaseada... :·)))
ResponderEliminarCuídate ese pie. Corre, Pepinho... Pero con precaución.
¡BESO!
Muchas gracias, Pepinho, probaré a hacer la mousse de zanahoria tal y como me has indicado, y ya te contaré los resultados.
ResponderEliminarPepinho, tu receta es un paraiso, como bien lo dices. Pero tengo una duda, en la receta de la bavaroise (mi abuela y yo ya soy una, era una profesional de las bavaroises)la indicación de medida de gelatina, dices:"3,5 hojas de gelatina (de 17/9 gr cada una").
ResponderEliminarNo me queda claro, si son de 9 grs cada una??? me parece excesivo, porque si no quedaria "chicloso" y las bavaroises, deberian ser más sútiles. Soy de letras y ya muy Yaya, asi que esa medida me tiene en una incógnita.
Y me uno a la campaña de otra "fan" que te pregunta, ¿como haces esos cortes? Supongo que con un cortador de hilo de metal o cuchillo en agua hirviendo?? aún asi, son dignos del mejor Pastelero del Mundo.
Enhorabuena y keep running!
Curri
Siempre me impresionas...tu paraiso de rosas y frambuesas me parece perfecto o sea de 10!!!Un besiño.
ResponderEliminarO,
ResponderEliminarOjo, que los virus estomacales ¡adelgazan! Es lo último en métodos de adelgazamiento.
Éste es uno de los problemas del plan Bolonia, la subjetividad de las notas y la imposibilidad de hacer reclamaciones que asignen notas de un modo objeto.
Mucho ánimo para lo que queda… ¡que es poco! (Repite en silencio: “autosatisfacción”.... ,-))
El problema de la fascia no es plantar, se trata de unos dolores en la fascia lata por incremento repentino del volumen de entrenamiento y, por ello, muscular.
He estado casi un mes en reposo. Después de varios días trotando pensé que llegaría el momento de empezar a aumentar el ritmo de entrenamiento (70%). Debido a la pérdida de volumen muscular por el reposo, el músculo vuelve a recuperar su volumen rápidamente pero la fascia lata, de naturaleza tendinosa, no se expande con la misma facilidad, por lo que se sufren pinchazos, tensión y dolores en esa zona. Solución: una buena sesión de fisioterapia, estiramientos y, sobre todo, ir de un modo progresivo. Así estoy, esperando que llegue julio para ir un poco más rápido (y mejor) [perdona el rollo]
2000+ besos.
Felicidades Rosita (para cuando toque, que será pronto, ¡seguro! ;-)).
He pensado que, tal vez, quedaría mejor el puré de zanahoria si se hace en el horno en papillote…. Así evitaríamos la absorción de demasiada agua. Tampoco estaría mal usar zumo natural de zanahoria. Yo lo he usado para alguna que otra receta….
Un besazo.
Gotia,
A ver si no me adelanto yo a la prueba de la zanahoria. No estaba entre mis preferencias iniciales (tengo en mente alguna todavía más curiosa) pero estoy intrigado en saber cómo quedaría con un poco de cardamomo o praliné, quizás. Ya informaré si practico alguna prueba.
Gracias.
Curri, perdona, con afán de aclarar las medidas creo que la he liado. Me refiero a esas hojas de gelatina que pesan (casi) 2 gr.
Con 3,5 hojas de gelatina he querido decir “tres y media”, y con 17/9 gr cada una, me refiero a que se trataba de un paquete de 17 gr. con 9 hojas, por lo que cada hoja pesa: 1,89 gr (casi 2 ;-))
En los supermercados casi todos los paquetes de gelatina llevan hojas de unos dos gramos, casi, porque hay una marca de un hipermercado campestre cuyas hojas pesan 1 gr. De ahí la aclaración. Por supuesto, las hay más grandes, pero lo más usual es que sean de unos 2 gr. (ya me he vuelto a liar, sorry).
PD: no me gusta la separación “ciencias/letras”. De hecho creo que la especialización es uno de los problemas del sistema educativo. Creo que es más importante formar personas de un modo multidisciplinar e integral que hacer grandes técnicos o especialistas que mejoren el sistema productivo. Cfr.: grandes filósofos/matemáticos, Leonardo…
Un beso.
Gracias (por 2) Alejandra, Curri
ups! la fascia lata no la conocía yo..... ¿Qué rollo? ;0).
ResponderEliminarMañana es el día d. A las 12 la hora h. O mi mh nº1, o mi disgusto nº1000!! jajajaj. En fin. La suerte está echada; llevo tooodo el finde encerrada, sentada, menos el rato que salí ayer a correr. No he visto a los nanos más q cuando han abierto la puerta con cualquier excusa, supongo q para asegurarse de que seguía aquí! El próximo finde mi 4 10k por el río, y me hace ilusión bajar de la hora ya que "corro en casa", pq es donde entreno a diario.
Muchas ilusiones esta semana. AUTO-SATISFACCIÓN... AUTO-SATISFACCIÓN.... Vale, pero si no la saco me cabreo, eh=?=?? ;0) Besos mil y pensad en mí!!!. O.
Quería darte las gracias por la explicación tan detallada del gramaje de las hojas de gelatina. Soy muy tiquis miquis, con las mousses.. no me gustan nada que sean chiclosas. Y hago muchas, tanto en verano como en invierno.
ResponderEliminarTienes razón con la diferenciación de Ciencias/Letras, pero pertenezco a la generación de esa gran diferenciación. Yo hice Preu de Letras y con mención en Griego!
A lo largo de mi vida, me he topado con muchos ingenieros, médicos, que han y están estudiando Historia, Filosofia, Clásicas, por un gran afán en engullirse en el mundo de las humanidades. Pero sin embargo, pocos de Letras, los he visto estudiando, Ingenieria, Biología, Quimica o tu campo, la Fisica. Eso ya es como se dice en inglés: "meaningfull".
Tu corres y yo también, y espero tus recetas tan siempre sorprendentes que nos dejan a todos pegados a tu blog.
Curri
No conozco a Olga, pero mañana pensaré en positivo por ella, le saldrá como ella quiere. Ya lo verás.
¿que no resulta complicada de hacer? A mi me parece una obra de arte y muy muy complicada, y lo que más me llama la atención de todo , de todo, de todo, es ese corte tan perfecto y esos rectángulos tan rectángulos. Que ni a escuadra y cartabón !
ResponderEliminarSencillamente perfecto.
madre mia eso si que me dio hambre! excelente!
ResponderEliminarexelente receta! que currada!
ResponderEliminarQuerido Pepinho: El pasado fin de semana hice la mousse de zanahoria siguiendo más o menos tus indicaciones, y puedo decirte que el resultado es excelente, te aconsejo que lo pruebes!!! Muchas gracias una vez más de una fiel admiradora.
ResponderEliminarHola! aquí sentada tomando un café muy tardío, despues de haber hecho la faena de la casa. M doy cuenta de que al leerte... te escucho (permitame tutearle) y a cada reglón más atenta estoy, xk más me escucho a mi?? la nostalgia entra por mi estomago envuelta en cosquillas y de pronto chass!!! me transportas a ese paraiso perdido del que hablas, mi infancia..., que queda ya a años luz!, esa capacidad olvidada de sorprenderse por una gota de lluvia en la cara o ser super feliz por calzarte los tacones de mama.
ResponderEliminarLa receta es simplemente extraordinaria, LA HARE. Felicidades por tu blog
Me encantan tus recetas, tienes una gran admiradora de Mexico, cuando tengo tiempo me doy una vueltecita por tu blog...en pocas palabras..Felicidades.
ResponderEliminarincreiblemente apetitosa , y las fotos son para enmarcarlas , me ha encantado la del corte de luz ...gracias por compartir tus genialidades
ResponderEliminarMH.Pero sé q esta vez no la merecía. ¿Una por otras? Ufff. La disfruto y ya, no?. O.
ResponderEliminarHola a todos pero especialmente a Pephino la verdad rs que edte tiempo ha sido de locos el cumple mio; el de los niños (18 sños) la espe con sus cosas ya sabenmando un abrazo grande y besos pa ti pepinho y para theo xxxccccc
ResponderEliminarLa tarta es maravillosa ah y cuidate el pie con lo que te gusta corrrer!besos
ResponderEliminarHola,
ResponderEliminarQuisiera pedir disculpas por no haber escrito, pero llevo 3 semanas muy duras. Todavía no he acabado, me quedan un par de noches pero me permito (por necesidad y deseo) escribiros unas palabras.
Me alegro mucho de la MH. Estoy convencido que te la mereces. La decisión de una MH, por desgracia, no se basa en parámetros objetivos, sólo competitivos, algo que depende más de la “competencia” que de superar un nivel académico objetivo. En ese caso has sido una de las mejores (o la mejor).
Gloria, me ha alegrado mucho volver a leerte. Ya pensaba que te habías olvidado de nosotr@s y que de tanta espera había acabado con tu paciencia desistido en tus comentarios. Felicidades!!!!
Parece que tus comentarios siempre llegan cuando yo más ocupado estoy, será un problema de Hemisferios Norte/Sur ;-) Un beso!!!!
Gracias a tod@s por lo comentarios. Intentaré publicar un par de recetas, una me parece excepcional (subjetivamente hablando), antes de que acabe el mes y cuando se me acabe este trabajo de tensión, decisión y insomnio. Gracias.
Se me hace (otra vez) muy tarde.
Un beso muy grande a TOD@S, porque la vida sí es maravillosa (para much@s) si tiene amig@s como vosotr@s.
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La mejor! un 10 como un sol! Les pondré gafas si eso, jeje. Miss you pajarito!.O.
ResponderEliminarQué bien, Pepinho, que saques estos ratitos. Y ya, que pienses en un par de recetas nuevas... Rebién! Venga, que ya quedan menos días duros. ¿Hacéis maletas este año?
ResponderEliminarGloriaaaa, muchas felicidades por ese año más para los tres. Tú eres un año más fuerte, justo como te necesitan tus hijos. Besos a los tres, que seguro que disfrutasteis mucho esos días, aún y con todo y sus cosas.
Anda queee..., O., que nos tenías con el ay en el corazón y mira qué bien librada. ¡Currante!
Al final no me da lugar a hacerme este Paraíso en mi cumple, pero voy a ver si llego a otra que en mi casa es La Mítica: tu tarta de praliné y chocolate.
Con todas las letras y, sobre todo, con B de BESOS.
Gracias Rosita! Con todas las letras!.O. ;0)
ResponderEliminarMe ha encantado tu blog, acabo de descubrirlo y tus palabras en tus recetas me han emocionado....mucho
ResponderEliminarMe fascinan tus recetas, tu manera de contarlas y el resultado final, enhorabuena. Quería hacerte una pregunta ¿cómo te salen esas formas tan perfectas, los cortes tan limpios...?, no se si serán los moldes que utilizas o la técnica que empleas, por si admites sugerencias, podrías preparar un post hablando de ello; los resultados en cuanto a las formas de tus postres son insuperables, yo termino con chocolate, nata, crema... por todos lados.
ResponderEliminarSaludos.
Está muy bien, pero prefiero los postres de siempre: arroz con leche, torrijas con miel, etc. Ummmm! Se me hace la boca agua
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