La gramola
Como la albahaca al tomate, como la nata a las fresas o el romero al cordero. Así veo yo al puerro y al jamón, una pareja apasionante en el que cada cual da lo mejor de sí, azúcares y grasas.
Seré yo la causa del divorcio del melón con el jamón, para mí la peor combinación de la cocina española. Perdón. Juntos pero no revueltos. Tema aparte podría ser “el jamón junto al melón”. Nunca he visto una presentación y combinación lo suficientemente digna de dicho plato, ni en esas celebraciones especiales preparadas por profesionales. O se es muy rápido sirviéndolo (y degustándolo) o el agua del melón acabará con la textura de un fina capa de buen jamón.
La idea de esta receta emana de una ya publicada de Tagliatelle con puerros y jamón serrano, en la que lo peor (o lo único malo), con mucha diferencia, son las fotografías. Su sabor es único y, quizás lo sea para much@s de vosotr@s,... diferente.
La preparación base es la misma: caramelización del puerro con las grasas desprendidas por el jamón, acompañadas de los aromas robados a una delicada ramita de tomillo. Las esencias y sabores que esta composición desprende, fruto de los azúcares del puerro y las grasas del jamón (reitero), son un despertar a los impulsos gustativos que satisfará a todos, incluso los más escépticos.
Sé que no queda nada bien ensalzar las bondades de un plato de elaboración personal, mas si no lo hago yo no habría quién lo hiciese. Peor que la presuntuosidad es la falsa modestia, ésa que sólo pueden permitirse los famosos y reconocidos personajes públicos cuyas hazañas, muchas veces de dudoso y discutible valor, son ensalzadas a diario. A los que no somos NADA (para el resto de los mortales) sólo nos queda un camino: evitar la modestia, la falsa y la real. El camino para salir en el agujero de la tristeza y melancolía es demasiado estrecho como para, además, llenarlo de obstáculos. “Eres negra, eres mujer, eres fea… ¡no eres nada!” (El Color Púrpura).
¡Ánimo!
(Casi) cualquier persona puede tener un blog, tengamos o no algo que decir. Para muchos es un inconveniente pensar que todos podemos opinar sobre cualquier tema. Para mí, en cambio, es un ejercicio de libertad de expresión, sin censura (sólo autocensura, que por desgracia, en mi caso, es mucha desde que perdí –parcialmente- el anonimato), el medio con el que puedes expresarte, comunicarte y opinar sobre todo aquello que te interese (o no). Es el lector el que debe saber interpretar las opiniones y tomar sus propias conclusiones.
Por supuesto, los blogs son más dados a la subjetividad y opinión, pero el lector es consciente de ello (o debería serlo) desde que empieza su lectura. Pero lo mismo sucede con la prensa escrita o con los medios de comunicación tradicionales. Debe tenerse espíritu crítico y dudar de todo aquello que nos puedan decir pese a ese tono dogmático que acostumbrar a emplear. Son precisamente muchos de esos medios los que pretenden crear y controlar opinión haciendo uso de su aparente neutralidad y objetividad (dudosa palabra). Yo no, me limito e expresar mis opiniones, perogrulladamente subjetivas, sobre las cuales yo mismo dudo a diario. Construimos nuestro pensamiento día a día.
Recuerdo como mi padre se justificaba en las discusiones con frases como: “viene en el periódico”. Pues, si una simple coma puede cambiar el sentido de una frase, el periodismo tiene técnicas, muchas veces mediante mensajes subliminales, para crear opiniones con un simple titular. Llega con comparar el tratamiento que hacen dos medios de una misma noticia.
No es mi intención hablar de la libertad que tengo sobre mis opiniones y cargar la responsabilidad a la interpretación que de ellas hace quién las lee. No. Sólo pretendo hacer un brevísimo ejercicio de reflexión sobre lo que muchos consideran ataques a sus propias convicciones.
(...)
No hace mucho, una eternidad para un niño y muy poco para una persona de mediana edad, un año, quizás, su hijo introdujo una moneda en el lector de discos compactos del coche como si de una gramola se tratase, esas antiguas que funcionaban con monedas y movían los discos con brazos mecánicos de lo más ingeniosos. Así, se quedó sin gran parte de “su” música durante mucho tiempo, hasta una revisión le obligó a acercarlo al concesionario y solicitar su reparación. Sí, el coche tiene otras posibilidades para escuchar música en otros formatos digitales (MP3), pero su vida no le permite el lujo de perder el tiempo convirtiendo discos compactos a otros soportes.
Adiós a las bandas sonoras, recopilatorios, a discos que escuchaba cuando el CD tenía un valor emotivo y el proceso de retirar cuidadosamente el disco compacto (y antes el de vinilo) era todo un rito. Le tocó soportar el día a día de la radio escuchando siempre la misma y tensa palabra: crisis.
Cuando la música volvió a “su” mundo dedicó algo de “su” tiempo a ordenar los discos compactos. Las cajas de cd se guardaban apiladas bajo uno de los asientos traseros y, los que todavía conservaban su dignidad, entre los asientos delanteros, en un espacio desinado específicamente para ellos y oculto bajo una tapa que los protegía del polvo y del desorden. Allí se almacenaba un lote de cds clasificados. Echando una rápida ojeada antes de iniciar la marcha, tomó un disco de Carole King, Tapestry, con intención de pararse a escuchar en la soledad tranquila del viaje al trabajo la celebérrima y archi versionada "You've Got a Friend”.
A menudo tenía la impresión que muchas de las grandes canciones perdían su esencia emotiva cuando se escuchaban en exceso. No era el caso, aunque también se prevenía de no repetirla hasta la saciedad y el agotamiento.
Aunque es un “hombre de ciencia”, palabras (ambas) discutibles, no tenía ningún cariño a la marabunta de la “obsolescencia” tecnológica. En sus manos, un cd, un reproductor mp3 o un simple mando a distancia, son instrumentos que le impiden (casi siempre) escuchar con paciencia las canciones en toda su extensión y matices. Algo que no pasaba con los casetes, que le obligaban escuchar los trabajos de principio a fin, salvo que tuvieses un bolígrafo Bic en mano y mucha paciencia mientras escuchabas otra canción. FF, Fast forward.
Esta vez no supuso ningún esfuerzo permanecer expectante a que llegase “la canción” mientras resonaban en su cabeza temas que marcaron parte de su vida. Tema 9, Will You Love Me Tomorrow?, sonó cuando se acercaba a recoger a su hijo. Le resultaba muy difícil contener sus emociones que brotaban sin saber por qué. Un tsunami de lágrimas explotó y recubrió su rostro como un manto mientras escuchaba “…So tell me now, and I won't ask again, Will you still love me tomorrow?...”. Se paró a pocos metros del destino, esperando que aquel momento de debilidad desapareciese sin dejar marca en su rostro y los efectos del tsunami hubiesen desaparecido en parte.
Se preguntó el porqué, mientras recordaba la estrofa. Quizás ya tenía la respuesta, pensó. Cambió el gesto y abrazó a su hijo, recubriéndolo de besos con todo el amor del mundo.
Como todo tsunami o terremoto tiene sus réplicas, volvió a suceder, no en forma de música, como imágenes, palabras y recuerdos cuando, por azar, visionaba los últimos minutos de “Esplendor en la hierba”. Es mucho más fácil llorar en soledad, pensó. Lo peor es conseguir que el cerebro conozca los motivos del corazón y las emociones.
Risotto de puerros caramelizados y jamón serrano
Puerro caramelizado con jamón
Pensar que con carne viene mejor un caldo de pollo es un error, no siempre. Un fondo de pollo viene muy bien, pero el contraste de un fondo (ligero) de pescado le queda genial. Creo que esta última vez he usado un fondo de pescado hecho con zanahoria, cebolla, perejil, ajo, un puerro y, por supuesto, una cabeza de merluza. Es importante retirar la espuma a medida que va haciéndose y, sobre todo, no hacerlo demasiado tiempo un poco es suficiente.
(1) Preparación del puerro caramelizado con jamón. Es la receta base de este plato y que puede usarse para pasta u otro plato. Es la estrella de la receta.
(1.1) Limpiamos los puerros dándole dos cortes perpendiculares a lo largo, formando cuatro partes. Retiramos los restos de tierra que pudiesen tener, situándolos bajo un chorro de agua con las hojas hacia abajo mientras vamos separando las hojas. Troceamos los puerros con cortes transversales pero en cuña diagonales de 1 ó 2 cm. de ancho, aproximadamente, así soltará más aroma que con un corte perpendicular.
Retiramos los bordes del jamón para después trocearlos, evitando que se deshagan. El jamón no debe estar demasiado curado y, sobre todo, ser bajo en sal. En una olla echamos aceite y un trocito de mantequilla. Añadimos los dos dientes de ajo picados fino y el tomillo fresco. Dejamos que “canten” un poquito sin que lleguen a quemarse.
Antes de que se quemen añadimos los puerros a la olla y pochamos durante unos pocos minutos. Añadimos una pizca de sal si el caldo es casero. Muy poca, puede prescindirse (la última vez no le he echado, por si acaso).
(1.2) Añadimos el vaso de caldo, bajamos el fuego, y cubrimos toda la superficie con las lonchas de jamón, de modo que tapen toda la superficie. De este modo no perderán la humedad y se caramelizarán con las grasas de jamón, el vapor y los azúcares del puerro. Dejamos cocinar a fuego bajo durante unos 20-30 minutos, hasta que el puerro se haya caramelizado, oscurecido, y el jamón se haya secado parcialmente.
Retiramos del fuego y extraemos el jamón, que apartaremos para después trocearlo fino. Removemos el puerro que probablemente se haya pegado algo y tomado un tono oscurecido. Huele a gloria.
(2) Elaboración del risotto. Podemos simultanear parte de la elaboración mientras se hace el puerro o prepararlo con posterioridad.
(2.1) Calentamos el caldo en un cazo que pueda ir al fuego. Habremos medido unas 4 ó 5 partes do fondo por cada parte de arroz, En una sartén echamos aceite de oliva virgen, podríamos usar un poco de mantequilla pero ya le echaremos la final para darle el toque de sabor.
Una vez el aceite esté caliente le echamos la chalota picada fina y la pochamos durante dos minutos. Si nos gusta, podemos añadir un trozo de apio o puerrro, incluso, unas setas, no muchas. Pochamos hasta que esté traslúcidos.
(2.2) Subimos un poco el fuego y salteamos el arroz en el sofrito hasta que cambie ligeramente de color, así se no se romperá con facilidad durante la cocción. Podríamos añadir una pizca de azafrán en hebras, yo no suelo hacerlo. Añadimos el vino blanco, uno que sea de buena calidad y dejamos que reduzca. Un albariño u otro vino de calidad son estupendos.
(2.3) Salpimentamos un poco, ya rectificaremos al final. Cuando el vino se haya reducido unos minutos incorporamos algo así como medio cucharón del caldo (caliente) y, con ayuda de una cuchara de palo o una espátula, vamos girando el arroz con cariño, como si fuese nuestro empeño y amor en ello. El caldo debe estar caliente capara que no rompa la cocción y echarse de modo que toque parte de la sartén para que se caliente. Cuando se haya reducido vamos añadiendo más, así hasta que esté hecho.
Este proceso durará en torno a unos 20-30 minutos, aproximadamente. Como he dicho otras veces, removiendo lentamente y echando poco a poco el caldo a medida que se vaya sumiendo. De este modo conseguiremos que la milasa se desprenda del arroz, quedando muy cremoso, untuoso y delicioso. Oso, oso, oso.
(3) Finalización del plato Mientras acaba de hacerse el arroz troceamos finamente las lonchas de jamón. Añadimos un chorrito de caldo para despegar el puerro que se haya adherido al fondo de la olla y realizar un “desglasé” (desgrasado) y añadimos el jamón troceado el puerro caramelizado. Si vemos que es mucho jamón reservamos un poco.
Probamos el arroz y, cuando esté (casi) hecho, añadimos la mezcla de puerro caramelizado. Retiramos de la fuente de calor y echamos la nata líquida. Removemos, y, poco después, añadimos la mantequilla y abundante queso parmesano. Todo a gusto del comensal y, cómo no, probando siempre. Si fuese necesario podemos echar más nata líquida o mantequilla. Rectificamos la sal o pimienta si fuese necesario.
La temperatura no debe ser excesiva en el momento de añadir la mantequilla para que no se derrita. La mantequilla debe ir fundiéndose a medida que vamos mezclando.
Emplatamos espolvoreándolo con queso parmesano.
Delicioso, éste es uno de los que más le gusta a M.
Como la albahaca al tomate, como la nata a las fresas o el romero al cordero. Así veo yo al puerro y al jamón, una pareja apasionante en el que cada cual da lo mejor de sí, azúcares y grasas.
Seré yo la causa del divorcio del melón con el jamón, para mí la peor combinación de la cocina española. Perdón. Juntos pero no revueltos. Tema aparte podría ser “el jamón junto al melón”. Nunca he visto una presentación y combinación lo suficientemente digna de dicho plato, ni en esas celebraciones especiales preparadas por profesionales. O se es muy rápido sirviéndolo (y degustándolo) o el agua del melón acabará con la textura de un fina capa de buen jamón.
La idea de esta receta emana de una ya publicada de Tagliatelle con puerros y jamón serrano, en la que lo peor (o lo único malo), con mucha diferencia, son las fotografías. Su sabor es único y, quizás lo sea para much@s de vosotr@s,... diferente.
La preparación base es la misma: caramelización del puerro con las grasas desprendidas por el jamón, acompañadas de los aromas robados a una delicada ramita de tomillo. Las esencias y sabores que esta composición desprende, fruto de los azúcares del puerro y las grasas del jamón (reitero), son un despertar a los impulsos gustativos que satisfará a todos, incluso los más escépticos.
Sé que no queda nada bien ensalzar las bondades de un plato de elaboración personal, mas si no lo hago yo no habría quién lo hiciese. Peor que la presuntuosidad es la falsa modestia, ésa que sólo pueden permitirse los famosos y reconocidos personajes públicos cuyas hazañas, muchas veces de dudoso y discutible valor, son ensalzadas a diario. A los que no somos NADA (para el resto de los mortales) sólo nos queda un camino: evitar la modestia, la falsa y la real. El camino para salir en el agujero de la tristeza y melancolía es demasiado estrecho como para, además, llenarlo de obstáculos. “Eres negra, eres mujer, eres fea… ¡no eres nada!” (El Color Púrpura).
¡Ánimo!
(Casi) cualquier persona puede tener un blog, tengamos o no algo que decir. Para muchos es un inconveniente pensar que todos podemos opinar sobre cualquier tema. Para mí, en cambio, es un ejercicio de libertad de expresión, sin censura (sólo autocensura, que por desgracia, en mi caso, es mucha desde que perdí –parcialmente- el anonimato), el medio con el que puedes expresarte, comunicarte y opinar sobre todo aquello que te interese (o no). Es el lector el que debe saber interpretar las opiniones y tomar sus propias conclusiones.
Por supuesto, los blogs son más dados a la subjetividad y opinión, pero el lector es consciente de ello (o debería serlo) desde que empieza su lectura. Pero lo mismo sucede con la prensa escrita o con los medios de comunicación tradicionales. Debe tenerse espíritu crítico y dudar de todo aquello que nos puedan decir pese a ese tono dogmático que acostumbrar a emplear. Son precisamente muchos de esos medios los que pretenden crear y controlar opinión haciendo uso de su aparente neutralidad y objetividad (dudosa palabra). Yo no, me limito e expresar mis opiniones, perogrulladamente subjetivas, sobre las cuales yo mismo dudo a diario. Construimos nuestro pensamiento día a día.
Recuerdo como mi padre se justificaba en las discusiones con frases como: “viene en el periódico”. Pues, si una simple coma puede cambiar el sentido de una frase, el periodismo tiene técnicas, muchas veces mediante mensajes subliminales, para crear opiniones con un simple titular. Llega con comparar el tratamiento que hacen dos medios de una misma noticia.
No es mi intención hablar de la libertad que tengo sobre mis opiniones y cargar la responsabilidad a la interpretación que de ellas hace quién las lee. No. Sólo pretendo hacer un brevísimo ejercicio de reflexión sobre lo que muchos consideran ataques a sus propias convicciones.
(...)
No hace mucho, una eternidad para un niño y muy poco para una persona de mediana edad, un año, quizás, su hijo introdujo una moneda en el lector de discos compactos del coche como si de una gramola se tratase, esas antiguas que funcionaban con monedas y movían los discos con brazos mecánicos de lo más ingeniosos. Así, se quedó sin gran parte de “su” música durante mucho tiempo, hasta una revisión le obligó a acercarlo al concesionario y solicitar su reparación. Sí, el coche tiene otras posibilidades para escuchar música en otros formatos digitales (MP3), pero su vida no le permite el lujo de perder el tiempo convirtiendo discos compactos a otros soportes.
Adiós a las bandas sonoras, recopilatorios, a discos que escuchaba cuando el CD tenía un valor emotivo y el proceso de retirar cuidadosamente el disco compacto (y antes el de vinilo) era todo un rito. Le tocó soportar el día a día de la radio escuchando siempre la misma y tensa palabra: crisis.
A menudo tenía la impresión que muchas de las grandes canciones perdían su esencia emotiva cuando se escuchaban en exceso. No era el caso, aunque también se prevenía de no repetirla hasta la saciedad y el agotamiento.
Esta vez no supuso ningún esfuerzo permanecer expectante a que llegase “la canción” mientras resonaban en su cabeza temas que marcaron parte de su vida. Tema 9, Will You Love Me Tomorrow?, sonó cuando se acercaba a recoger a su hijo. Le resultaba muy difícil contener sus emociones que brotaban sin saber por qué. Un tsunami de lágrimas explotó y recubrió su rostro como un manto mientras escuchaba “…So tell me now, and I won't ask again, Will you still love me tomorrow?...”. Se paró a pocos metros del destino, esperando que aquel momento de debilidad desapareciese sin dejar marca en su rostro y los efectos del tsunami hubiesen desaparecido en parte.
Se preguntó el porqué, mientras recordaba la estrofa. Quizás ya tenía la respuesta, pensó. Cambió el gesto y abrazó a su hijo, recubriéndolo de besos con todo el amor del mundo.
Risotto de puerros caramelizados y jamón serrano
Puerro caramelizado con jamón
- Aceite de oliva virgen extra.
- Un troco de mantequilla.
- 2 dientes de ajo finamente picados.
- Una ramita de tomillo, mejor fresco.
- 2 puerros grandes, podremos añadir más al sofrito del risotto pero creo que éste es suficiente.
- 1 vaso (escaso) de fondo (caldo) de pescado o pollo [*].
- Jamón Serrano, unas 8 lonchas, las necesarias para cubrir la olla.
- Aceite de oliva virgen extra.
- 2 chalotas o una cebolleta.
- Opcional: un trocito de apio (si se tiene no le viene mal) ó ½ puerro.
- Medio vaso o algo más de arroz bomba, entre unos 100-115 gr.
- ½ vaso de vino blanco de calidad (albariño o similar)
- Unas 4 ó 5 partes de fondo de pescado o pollo [*]
- Sal y pimenta.
- Nata líquida, ½ vaso, aprox. (a gusto).
- Un trozo generoso de mantequilla.
- Queso parmesano rallado, generoso.
- Opcional: unas setas hidratadas.
Pensar que con carne viene mejor un caldo de pollo es un error, no siempre. Un fondo de pollo viene muy bien, pero el contraste de un fondo (ligero) de pescado le queda genial. Creo que esta última vez he usado un fondo de pescado hecho con zanahoria, cebolla, perejil, ajo, un puerro y, por supuesto, una cabeza de merluza. Es importante retirar la espuma a medida que va haciéndose y, sobre todo, no hacerlo demasiado tiempo un poco es suficiente.
(1) Preparación del puerro caramelizado con jamón. Es la receta base de este plato y que puede usarse para pasta u otro plato. Es la estrella de la receta.
(1.1) Limpiamos los puerros dándole dos cortes perpendiculares a lo largo, formando cuatro partes. Retiramos los restos de tierra que pudiesen tener, situándolos bajo un chorro de agua con las hojas hacia abajo mientras vamos separando las hojas. Troceamos los puerros con cortes transversales pero en cuña diagonales de 1 ó 2 cm. de ancho, aproximadamente, así soltará más aroma que con un corte perpendicular.
Retiramos los bordes del jamón para después trocearlos, evitando que se deshagan. El jamón no debe estar demasiado curado y, sobre todo, ser bajo en sal. En una olla echamos aceite y un trocito de mantequilla. Añadimos los dos dientes de ajo picados fino y el tomillo fresco. Dejamos que “canten” un poquito sin que lleguen a quemarse.
Antes de que se quemen añadimos los puerros a la olla y pochamos durante unos pocos minutos. Añadimos una pizca de sal si el caldo es casero. Muy poca, puede prescindirse (la última vez no le he echado, por si acaso).
(1.2) Añadimos el vaso de caldo, bajamos el fuego, y cubrimos toda la superficie con las lonchas de jamón, de modo que tapen toda la superficie. De este modo no perderán la humedad y se caramelizarán con las grasas de jamón, el vapor y los azúcares del puerro. Dejamos cocinar a fuego bajo durante unos 20-30 minutos, hasta que el puerro se haya caramelizado, oscurecido, y el jamón se haya secado parcialmente.
Retiramos del fuego y extraemos el jamón, que apartaremos para después trocearlo fino. Removemos el puerro que probablemente se haya pegado algo y tomado un tono oscurecido. Huele a gloria.
(2) Elaboración del risotto. Podemos simultanear parte de la elaboración mientras se hace el puerro o prepararlo con posterioridad.
(2.1) Calentamos el caldo en un cazo que pueda ir al fuego. Habremos medido unas 4 ó 5 partes do fondo por cada parte de arroz, En una sartén echamos aceite de oliva virgen, podríamos usar un poco de mantequilla pero ya le echaremos la final para darle el toque de sabor.
Una vez el aceite esté caliente le echamos la chalota picada fina y la pochamos durante dos minutos. Si nos gusta, podemos añadir un trozo de apio o puerrro, incluso, unas setas, no muchas. Pochamos hasta que esté traslúcidos.
(2.2) Subimos un poco el fuego y salteamos el arroz en el sofrito hasta que cambie ligeramente de color, así se no se romperá con facilidad durante la cocción. Podríamos añadir una pizca de azafrán en hebras, yo no suelo hacerlo. Añadimos el vino blanco, uno que sea de buena calidad y dejamos que reduzca. Un albariño u otro vino de calidad son estupendos.
(2.3) Salpimentamos un poco, ya rectificaremos al final. Cuando el vino se haya reducido unos minutos incorporamos algo así como medio cucharón del caldo (caliente) y, con ayuda de una cuchara de palo o una espátula, vamos girando el arroz con cariño, como si fuese nuestro empeño y amor en ello. El caldo debe estar caliente capara que no rompa la cocción y echarse de modo que toque parte de la sartén para que se caliente. Cuando se haya reducido vamos añadiendo más, así hasta que esté hecho.
Este proceso durará en torno a unos 20-30 minutos, aproximadamente. Como he dicho otras veces, removiendo lentamente y echando poco a poco el caldo a medida que se vaya sumiendo. De este modo conseguiremos que la milasa se desprenda del arroz, quedando muy cremoso, untuoso y delicioso. Oso, oso, oso.
(3) Finalización del plato Mientras acaba de hacerse el arroz troceamos finamente las lonchas de jamón. Añadimos un chorrito de caldo para despegar el puerro que se haya adherido al fondo de la olla y realizar un “desglasé” (desgrasado) y añadimos el jamón troceado el puerro caramelizado. Si vemos que es mucho jamón reservamos un poco.
Probamos el arroz y, cuando esté (casi) hecho, añadimos la mezcla de puerro caramelizado. Retiramos de la fuente de calor y echamos la nata líquida. Removemos, y, poco después, añadimos la mantequilla y abundante queso parmesano. Todo a gusto del comensal y, cómo no, probando siempre. Si fuese necesario podemos echar más nata líquida o mantequilla. Rectificamos la sal o pimienta si fuese necesario.
La temperatura no debe ser excesiva en el momento de añadir la mantequilla para que no se derrita. La mantequilla debe ir fundiéndose a medida que vamos mezclando.
Emplatamos espolvoreándolo con queso parmesano.
Delicioso, éste es uno de los que más le gusta a M.
Ah Pepinho me encanta la Carol King, y es canción for ever.
ResponderEliminarY Teo (que es maravilloso) te querrá siempre por supuesto, por siempre y será yu apoyo tu alegría, tu todo:)
(solo ten paciencia en la adolecencia, no es fácil) concentrate en el amor y en las cosa buenas. Yo tambien te quiero mucho Asi de simple ,besos
Sorry no te dije pero se ve delicioso el risotto.!
ResponderEliminarQué entrada tan magnífica, abarca tantas tantas cosas que realmente no sé sobre cual comentarte. Al final la cabeza es incapaz muchas veces de procesar lo que el corazón siente; y por eso nos encerramos en bucles que de otra manera tendrían un componente mucho más recto.
ResponderEliminarUna pena lo del melón-con-jamón, siempre me ha parecido un plato de restaurante mediocre, utilizando el melón para enmascarar un mal jamón delante del turista. El risotto, tiene que estar rico. Voy a echarle un ojo a le tagliatelle.
Besos
Eiii!! Cumples promesas aunque digas que no, y vienes más a vernos!! Y encima con un salado.. y un risotto!(lagrimilla de felicidad cayendo por mejillaaaa!). Me encanta la receta, y me preparo para hacerla el viernes sí o sí.
ResponderEliminarAcabé el trabajo de cine. 23 hojas hablando de dos películas! Nunca pensé que yo tuviera tanto que decir en un tema así, jajajaj. Al final lo he disfrutado, como espero disfrutar ahora el que empiezo (concepción, embarazo y parto en India, himnos en los vedas para lograrlos). Ya os iré contando, que me meto en cada "embolao".... Francamente, no sé cómo has aguantado tanto tiempo sin música, sin tú música en el coche. Acostumbro a "darlo todo" al menos una vez al día en el coche, jajaj, generalmente cuando recojo a los fieras. Bueno, que me alegro de "verte", que la primavera "nos" está sentando fenomenal, y que ya nos tocaba, no?? Vaya invierno triste que hemos tenido... Besos mil a repartir!. O.
olvidé a T.!!! preciooooosooooo!!! ciber-tía orgullosa!. O.
ResponderEliminarUn risotto que me encanta muy tentador te ha quedado cremoso una delicia,un lindo post completo me encanta la música no podría estar ni un minuto sin ella ,siempre hay que decir te quiero "yo te quiero " lo has escuchado, me encanta tu cocina,abrazos y abrazos.
ResponderEliminarMás de una vez he hecho esos tagliatelle con puerros y jamón. Bueno, alguna vez con tiburones. Me encantan esas miguitas crujientes que tan bien quedan al plato. A ver si le hago un día este risotto a un santo que nunca come (aún siendo el arroz su plato preferido) porque a una santa no le gusta...
ResponderEliminarQué razón tienes con lo que dices del sentido o la intención de los escritos en la prensa. Lo conozco bien.
Y muy de acuerdo con tu visión de los supuestos humildes. ¡Qué hartazgo dan! Y qué fácil es ser "humilde" para algunos...millonarios...estrellados... ¿Por qué se escogió precisamente esa virtud para ensalzarlos?
Una moneda en la gramola... :-) ¡Qué bichillo! ¡Pasión de cibertías!
Que no tengas que esconder una cara traspuesta en esos besos muy a menudo. O sea, que tengas momentos más serenos, más bonitos...
Con todas las letras, Pepinho.
Will You Love Me Tomorrow...la tengo con Amy Whinehouse, me hace temblar..por otras razones posiblemente...el corazón, la mente, se revuelven y se encuentran, se separan y nos regalan o atormentan con sus pequeños recovecos, pero siempre logran derrumbar muros para bien o no tan bien, pero vivimos, sentimos y nos abrazamos a lo amado siempre. Ultimamente tengo mis emociones lazadas al centro de la barriga...puedo paralizarme de emoción y lo disfruto...a veces.
ResponderEliminarEste risotto con los puerros caramelizados...llenan la vista y las ganas.
Bico-te.
Hola!
ResponderEliminarSeré despistado... llevaba un par de días en la página 2 de correos recibidos sin darme cuenta, viendo pasar mensajes ya leídos y pensado que el “... no tiene quien le escriba”.
Gloria,
Gracias, me pregunto por qué (casi) todas las madres dicen que la etapa más dura es la adolescencia. No sé si es una cuestión memorística o una realidad. Me imagino que lo segundo...
No me preocupa, no del todo, que me quiera mañana, porque yo lo querré SIEMPRE. Ese amor no tiene fin, pues es el único capaz de PERDONARLO TODO. Es difícil poner nombre al “tú” de esa canción, o quizás no lo sea, lo peor no es hacerse esa pregunta, es pensar que ya tienes la respuesta o, todavía peor, que ya te han respondido. ¿Quiénes? Aquellos que has/te han amado y que, una noche, te dijeron: “te querré mañana”. No pido tanto.
Un beso muy grande.
Miss Migas,
Muchos creen ser dueños de sus emociones y que todos sus actos están rodeados de un pensamiento racional y premeditado. Otros pensamos que nuestras emociones nada tienen que ver con la razón y que muchas veces la razón miente a las emociones para engañarse. Las emociones no mienten, la razón, sí. Mi consciente cree no saber el origen de una lágrima, mi inconsciente sabe cuándo caerá la siguiente y el porqué.
Besos.
Olga (O.),
Ahora sí que pareces tú. Tan vital y animada, contenta... Me alegro por todo, primero por tu estado de ánimo, pues las noticias (“nada subliminales”) no estoy seguro de descifrarlas del todo. ¿Felicidades?
Música sí que tenía, por supuesto. La música que almaceno el el iPod, el iPhone y iCantandoEnAltoEnElCoche. Pero hay mucha música que antes escuchaba, como bandas sonoras o recopilatorios, que no tengo guardada en MP3 y me daba pereza dedicarle un tiempo a cambiar de formato.
Si ya lo digo yo, la primavera “te” está sentando fenomenal. A mí me está tocando sufrirla física y climatológicamente. Ya he visto que siempre estáis con unas temperaturas “primaverales”, como no, eso debe animar. Por lo menos el mal tiempo de aquí coincide con mi etapa de recuperación de la lesión, poco a poco....
Este último trimestre del curso siempre es algo más relajado (para mí), menos el último mes. Tengo menos horas, menos alumnos y el material que tengo que preparar es menor (sólo falta algo más de mes y medio). Teo también ayuda, requiere menos atención, o debería requerir, pues siempre pide que se juegue con él. No le gusta jugar solo.
Besos 2012.
...
Rosita,
ResponderEliminar¿No te gustan los arroces o sólo los risottos? Me parece algo extraño, aunque a Teo tampoco le emociona el arroz. No le gusta eso de que se le llene la boca de granos... de arroz. No pretende ser un chiste -es pésimo-, es un mal chiste que un conocido siempre repite cuando he comido con él y hay arroz...
Cuando te cuentan un chiste o una gracia puede ser divertido, cuando lo repiten llega a ser cansino. Mi padre repetía muchos chistes en la mesa... “sí, papá, ya lo has contado”, ahora nos volvemos a reír por el hecho, no por la gracia.
Un ejemplo recién tomado de la prensa:
El Pais: “Bolivia ha garantizado una compensación a la Red Eléctrica, según Guindos”
El Mundo: “Bolivia garantiza al Gobierno que pagará un ‘precio justo’ por REE”.
La Gazeta: “El Gobierno vigilará el precio que pague Bolivia por la expropiación”.
La clave de El Pais está en el “según Guidos”, lo que nos lleva a dudar de la existencia de la compensación. El Mundo pone la duda sobre la integridad de Morales, al entrecomillar “precio justo”, ¿qué entiende Bolivia por un precio justo? En el caso extremo está la Gazeta que otorga al Gobierno español un poder absoluto, dándole atribuciones que no tiene: “vigilará a Bolivia”, ya...
En el marca hoy: “Barça y Real Madrid lideran el ránking mundial de los mejores clubes”, (¿de fútbol?, ¿y en el resto de disciplinas?) nos haría pensar que ambos están los primeros. No, el Barça es el primero y el Madrid segundo. Si hubiese sido al revés no os comento ni cómo sería el titular.
Sobre la modestia habría mucho que opinar porque, por mucho que se diga, es muy difícil encontrarse con alguien cuya modestia es totalmente honesta. Para ser modesto hay que tener mucha empatía con el prójimo y ser capaces de abstraernos de nuestro propio cuerpo para conocer nuestras limitaciones físicas e intelectuales (¡Ufff!). Pienso que las redes sociales están acabando con la modestia real y están ayudando a hacer personas cada vez más autocomplacientes, que para tampoco tiene por qué ser malo del todo. Sólo en parte.
El otro día pude escuchar mientras cocinaba un programa de “redes” (¿grabado?) en el que se decía que todos tenemos una visión demasiado positiva de nosotros mismos y que nos creemos mejores de lo que realmente somos. Hicieron una prueba a varias personas, mostrándoles 3 imágenes de ellos mismos: una buena, una retocada para que pareciesen más feos y otra eliminando defectos. Cuando se les preguntó cuál era la que estaba sin retocar todos escogieron la que eliminaba los defectos...
Ya me lío.
Un BESO muy grande, con todas las letras en MAYÚSCULAS.
Mayte,
He oído la versión de Amy W. Al principio me confundió un poco, después me emocionó como las que ya conozco. Cuando escucho la canción no pienso en la pregunta que no volverá a hacer o en el día siguiente. Hay algo que desconozco (o no quiero conocer) que ya me da una respuesta a esa cuestión. Eso me hace llorar de tristeza. ¿Se acaba el amor? ¿Era amor?...
Las emociones emanan sin saber el porqué, la razón se confunde y se pone una venda para no conocer la verdad.
Un beso.
No hay nada subliminal en mi mensaje, lo juro!! jajaj. Sólo en INDIA!!!Así que acepto las felicitaciones si son por acabar el trabajo, que te confieso se me hizo pelín cuesta arriba en algún momento. La verdad es que sí, que estamos teniendo un tiempo espectacular y a mí el sol me da la vida. Además, tal y como fue el invierno.... la primavera sólo podía ir a mejor, te lo aseguro. Ufff.... agujerito negroooo!!!
ResponderEliminarMe alegro mil de q mejores poco a poco de tu lesión. En dos semanas mi primera 15k. Ya te contaré, pq hice anoche el recorrido y las sensaciones son geniales. Bueno, que me alegra tanto que vengas a vernos.. ayssss!!!. Besos mil a repartir!
¡Jajajaja! Pues soy como tu amigo el del chiste. Ningún arroz. Ya sé que es una rareza, pero le tengo manía desde muy chica, y me daba náuseas cuando mi madre me obligaba a comerlo. Pues sé de gente a la que no le gusta el chocolate o el queso... ¡¡¡!!!! Eso para mí sí es rarísimo. :)))
ResponderEliminarQué buenos ejemplos de titulares. A esos matices justamente me refería al hablar de ello. Pues son cosas que algunos (¿muchos?) lectores no captan, y se quedan con su "verdad", ese famoso "lo dice el diario, o la tele..."
Le enseñé el risotto a mi santo. Flipó. Este cae.
BESOS BESOS BESOS...
(Cómo me gusta que estéis por aquí, Magníficos)
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ResponderEliminarEspero tus recetas como agua de mayo, nunca mejor dicho en un día como hoy. Me gustan siempre. Eres una inspiración.
ResponderEliminarQue rico ya me provocaste ir ha preparar un Risotto, besos
ResponderEliminarMaaaaaaaaadre mia, ! como ha crecido Teo ! está guapisimo.
ResponderEliminarLlevo un montón sin leerte, (casi ni a ti ni a nadie) y te echaba de menos, no solo tus recetas imposibles para mi...tus pensamientos "en voz alta".
Me encannnnntan.
Esta ha sido la semana del risotto.
Besinos
Me encanta la receta y la prosa de los primeros párrafos. Un deleite.
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ResponderEliminarPepinho me gustan los arroces también pero como dice Teo nos llenamos de granos de arroz y como es seco tienen que ir muy bien acompaados,en cambio el risotto es cremoso y suave ..El chiste del papá es muy cierto mi padre tenía el chiste a flor de piel y los repetía siempre por supuesto que yo siempre lo aplaudía ,es divertido que te pase lo mismo que a mi,jeje,abrazos y buena semana.
ResponderEliminarHola!
ResponderEliminarHe llegado aquí por casualidad y me ha encantado tu blog.
Me encantan tus recetas y alucino con lo bien que te salen los postres!
Un abrazo
Leerte: un gran aliento hoy.
ResponderEliminarolá,
ResponderEliminartenho visitado o seu site e gostei muito. gostaria de pedir se podia colocar o link do meu blog no seu site, por favor. Poderemos fazer partilha de links se desejar.
O meu site é sobre vinos de todo o mundo e suas provas.
espero poder contar consigo. e visite também o meu site.
http://donarizaboca.blogspot.pt/
obrigado
Genial, he probado a hacerla hoy... me ha quedado algo líquido, porque creo que puse los puerros y el jamón con el fuego demasiado bajo (y los tapé), pero estaba buenísimo igualmente.
ResponderEliminarGracias a tod@s. Paso para enviar un beso muy grande.
ResponderEliminarRecibido. Otro!. O.
ResponderEliminarYo también quiero mandar BESO, que me han gustado los vuestros.
ResponderEliminarMando besos tambien, lo he pasado pésimo pero ya estoy mejor, si te aseguro Pepinho que la adolescencia es muy dificil pero me imagino no será para todos igual, se acuerdan como eramos de unidos con gerardito? ahora apenas me habla, vive en su mundo, od Dios, que dificil es, besos
ResponderEliminary la Rosita no me ido a ver:(
ResponderEliminarPepinho, con tu permiso...
ResponderEliminar¡Es verdad! Mi Gloria regalona... Si es que no tengo perdón.
Seguro que en poco tiempo se le pasa esa etapa a tu Gerardito. Esa edad con tantas rarezas... Tranquila, que sabrá siempre quién es su mami y lo que os queréis. La Espe, ¿bien?
Voy a ver qué has cocinado, ya!
BESOS, Fantásticos.
El punto exacto que debe tener un risotto. Y mira que he comido y visto risottos... El tuyo, un 10. Perfecto y redondo. Gracias.
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