Days of Future Passed....
Condensada. He acabado el bote, la poca que me ha quedado la he tomado a cucharadas. EmpecĆ© el bote de leche condensada para preparar el nuevo fondant de chocolate y lo he acabado con esta receta. En el blog han pasado meses pero en mi casa ha transcurrido mucho menos tiempo, por supuesto. En medio, unas galletas de tres chocolates y algĆŗn pequeƱo postre mĆ”s. Hasta alguna vez he hecho una crema pastelera con leche condensada y agua, obteniendo una crema muy suave y ligera al paladar.
Me encantan los pasteles de zanahoria. En Ć©ste, la leche condensada y el zumo le dan una textura mĆ”s cremosa y ligeramente hĆŗmeda. En cuanto al sabor, la naranja, las especias y el toque de almendra (ya usada otras veces) forman un conjunto harmonioso y agradable al paladar. La idea de las especias con la zanahoria me vino despuĆ©s de haberlas usado con en el pastel de zanahoria con calabaza, que siempre lleva.
En cuanto a la cobertura, he prescindido de la tradicional que suele llevar algo de queso. Era mi intenciĆ³n que el queso no camuflase el sabor del postre y que la cobertura, sencilla y fina, incrementase el sabor a naranja, que podrĆa quedar algo paliado por el uso de las especias en el bizcocho. En resultado, pese a las fotos algo discretas, me ha resultado delicioso y adictivo.
Estoy tirando por tierra todo el sacrificio hecho en otros tiempos no demasiado lejanos, un aƱo atrĆ”s. Las vacaciones ya no me preocupan, no existen, casi prefiero la rutina y el orden… y Ć©l tambiĆ©n. Las expectativas depositadas en el paso del tiempo se han ido difuminando y sĆ³lo quedan nuevas esperanzas por nuevos tiempos. Otra vez serĆ”.
Mi memoria no alcanza mĆ”s allĆ” de una guarderĆa de monjas con el pelo cubierto por un paƱo blanco y quizĆ”s azul, un odiado plato con jamĆ³n de York y un jarabe de BisolvĆ³n © derramado en una cartera. TenĆa mĆ”s de tres aƱos, no podrĆa precisar con exactitud, sĆ³lo que son de los primeros recuerdos que todavĆa conservo. Creo que la memoria es mĆ”s que nada un ejercicio de limpieza y selecciĆ³n, lo que no interesa lo desechamos.
Nunca volverĆ”n aquellos tiempos perdidos en la memoria, ni en la memoria existen ya. El paso del tiempo ha destrozado y sobrescrito lo realmente importante, la memoria se limita a unos cuantos aƱos y, lo mĆ”s doloroso, a un sinfĆn de imĆ”genes del paso del tiempo sin sentimientos. Un Ć”lbum de fotos con gente conocida, como yo, en las que casi ni me reconozco. Las fotos perdidas no tienen sentimientos, pero mi cuerpo se estremece con sĆ³lo esbozarlas en mi cerebro.
“PapĆ”, papa,….” Las dos treinta de la madrugada. QuiĆ©n me habrĆ” mandado acostarme a la una. ¿QuĆ© hacer? Por un instante parece que llega con mi compaƱĆa para calmarlo. Sentado al borde de la cuna apoyo suavemente mi mano sobre su espalda mientras se balancea boca abajo y levanta la cabeza cada poco tiempo para comprobar que sigo allĆ, a su lado. Sostengo mi cabeza apoyĆ”ndola sobre un lateral de la cuna, incapaz de soportar su peso por el cansancio y aĆŗn a sabiendas que asĆ serĆ” imposible descansar lo mĆ”s mĆnimo.
El insoportable calor puede ser la causa de su desvelo, pero no serĆ” sĆ³lo eso, seguro. La tensiĆ³n de las idas y venidas, la pĆ©rdida de la rutina y los desfases horarios de unos padres irrespetuosos con las necesidades de su hijo.
Imposible. Su inquietud y cansancio va en aumento con el paso del tiempo ante la incapacidad para conciliar el sueƱo. Mis intentos por dejarlo solo son infructuosos, mĆ”s bien su efecto es opuesto al deseado. Niega cualquier muestra que muestre mi intenciĆ³n de ponerlo a dormir: acostarnos, reposar su cabeza sobre mis hombros y, por supuesto, tomar la postura tradicional de mecer. SĆ³lo queda ir al salĆ³n hasta que se tranquilice. Todas esas prĆ”cticas del mal padre/madre se practican sin Ć©xito, o con un rotundo Ć©xito, segĆŗn se interprete.
Juntos padre e hijo ante un televisor con imĆ”genes de animales y una “jranja”, como dice Ć©l, esperando a que el cansancio que nos acompaƱa reclame a un sueƱo reconfortante. La cuna llega a las cuatro y media, y con ella un cuarto de hora de compaƱĆa y espera arrodillado a sus pies. Las cinco. Pronto amanecerĆ”.
No sĆ© si es percepciĆ³n mĆa o una consecuencia del simple hecho de romper el sueƱo en su estado mĆ”s profundo. En el intervalo hasta el definitivo despertar se producen pesadillas de las que ruego por despertar. TodavĆa recuerdo su sustancia: el terror. El deseo de que llegue el momento de despertarse.
No sĆ© si os ha pasado a vosotr@s, pero muchas veces en las que el sueƱo se rompe en medio de una interminable pesadilla por causas ajenas al propio sueƱo, la sensaciĆ³n de sofoco al despertar es agobiante. Ni la alegrĆa de sentir que todo ha sido una alucinaciĆ³n es suficiente para paliar esa sensaciĆ³n de vivir entre un espejismo y la realidad. “PapĆ”, papĆ”,…” 8:30.
Me toca amasar y adelantar asuntos de cocina antes de darle el desayuno. Hay que alargar ese tiempo para que desayune algo mĆ”s que Ćŗltimamente. “Ceeral, ceeral,…”, es el momento de dĆ”rselo. Poco desayuno para tanto cuerpo, poco mĆ”s de cincuenta mililitros.
En Santiago las rutinas matinales despuĆ©s del desayuno son menos restringidas y mĆ”s improvisadas. Puede tocar un parque, una visita apresurada a las playas del Barbanza, o un paseo por la zona vieja. Siempre aprovechando para hacer alguna compra, bĆ”sicamente gastronĆ³mica, como el jueves pasado en la plaza de abastos: pescado fresco, pan, frutas y verduras. Un placer mientras Teo se entretenĆa pasando su sillita por el enrejado metĆ”lico de los desagĆ¼es del agua de los puestos de pescado.
A las diez de la maƱana no me quedan muchas opciones. Acudir a comprar el (delicioso) bollo de pan a unos 30 metros de la puerta de casa, acercarnos hasta un parque solitario y casi abandonado por los niƱos a esas horas o hacer los preparativos para ir a la playa.
Dicen que a los niƱos les encanta la playa, y puede ser cierto, pero no a todos los que oscilan entre ser niƱo o bebĆ©. Una playa solitaria dice muy poco para quiĆ©n quiere “mĆ”s, mĆ”s,…”, una hora es suficiente Ć©xito. En ese tiempo: un paseo por las rocas, unos montoncitos de arena y muchos tira y afloja.
Se nota su cansancio y el mĆo. Ćl protesta sin saber quĆ© quiere, yo suspiro por llegar a casa y sentarme para jugar un poco con Ć©l. En medio, otra insufrible parada en el supermercado (para comprar un poco de queso Emmental) acompaƱada de caprichos, ruidos y desĆ³rdenes, sosteniendo silla, mochila de playa, juguete y niƱo. Me justifico ante la cajera ante tal caos causado por un niƱo y un padre cansados.
La actitud ante la comida ha cambiado, ya no es como hace unos meses, pero sigue teniendo su dosis de capricho. El dĆa anterior por la maƱana habĆa pasado muchas horas preparando la comida del dĆa, querĆa que comiese legumbres. Por la noche ultimĆ© el plato y lo guardĆ© en el frigorĆfico para dĆ”rselo hoy.
Le tengo preparada una secuencia mĆ”s o menos equilibrada de comidas (creo), intercalando pescado con carne (mĆ”s pescado que carne) y acompaƱado de una sucesiĆ³n de alimentos bĆ”sicos: arroz, verduras, pasta, legumbres, patata, arroz…
Fue el mejor momento del dĆa ver cĆ³mo comĆa habas sin ningĆŗn reparo. No siempre es asĆ, anteayer mismo me resultĆ³ casi imposible darle un “rapante” (pez gallo) que tanto le gustaba hace un mes. Lo tirĆ³ todo por el suelo, chillĆ³ y pataleĆ³ por toda la cocina. ResistĆ intentando parecer tranquilo e inmune a su reacciĆ³n. ¿QuiĆ©n ganĆ³? Ćl, por supuesto, le ofrecĆ otra comida que sĆ le gustaba mientras sostenĆa los pĆ”rpados con dificultad por el sueƱo. Cuando tiene sueƱo es mucho peor.
No pude acostarlo en el momento, tenĆa que seguir preparando la comida para cuando llegase M. Lo descuidĆ© y asĆ me fue. Lo deshizo casi todo, subiĆ³, bajo, mirĆ³, se revolcĆ³. El jabĆ³n lĆquido de prendas delicadas acabĆ³ por el suelo y Ć©l resbalando con el jabĆ³n por todo su cuerpo.
Mientras esperaba el tiempo de fermentaciĆ³n, lo cambiĆ© (otra gran odisea) y lo acostĆ©. Quedaba recoger todo el estropicio y acabar.
M llega a las cuatro de la tarde tras unos cuarenta o cuarenta y cinco minutos de viaje, cuarenta a la ida y algo mĆ”s a la vuelta. Cuando acabĆ©, aĆŗn tuve tiempo de intentar acostarme a eso de las tres y pico de la tarde. Intentar, he dicho, porque debo de tener un mini-Teo en el cerebro. A los diez minutos de haberme dormido ese mini-T llamĆ³ por mĆ y me despertĆ³, el verdadero T todavĆa dormĆa. En estas situaciones de cansancio es difĆcil distinguir entre quĆ© es sueƱo y quĆ© real, hasta que te despiertas, por supuesto. La vida real, si lo piensas un poco, es el verdadero sueƱo, el ser y el estar.
Hay algo de lo que no puedo prescindir bajo ningĆŗn concepto por muy cansado que estĆ©: correr. Aunque prescindiera tampoco podrĆa descansar, con T ya despierto serĆa imposible escaparme a la habitaciĆ³n para echarme un rato.
Ya no sĆ© si corro o ando, pero me imagino que mis pasos se ralentizan con el paso de los dĆas y proporcionalmente al dĆ©ficit de sueƱo. Me vendrĆa bien pasar un aƱo encerrado en una cĆ”psula hiperbĆ”rica, como hacen los atletas profesionales. Diez a doce horas durmiendo y el resto descansado. ¿Por quĆ© lo hago? No lo sĆ©, sinceramente. AsĆ ya no es un placer, a mĆ me gusta correr sin arrastrarme por los caminos ni mirar el reloj. Disfrutar con cada una de las gotas de sudor que fluyen por mi cuerpo, sentirme libre y capaz de ir todavĆa mĆ”s rĆ”pido.
Libre, esa podrĆa ser la palabra. La libertad de la soledad y el camino. Mi mente no se evade, por eso el placer no es completo. Me fui hasta el mirador de As LĆŗas, pese a que cruzar el puente en obras es una verdadera odisea.
“M, nos vemos en la playa en torno a las seis y media”. Una cercana y de fĆ”cil estacionamiento: Cabodeiro, entre barcos y con una marea que obligaba a estar toalla con toalla.
La playa no durĆ³ mucho, para mĆ, como otros dĆas, no llegĆ³ a una hora. Lo de echarme o, incluso, baƱarme es mĆ”s un deseo que realidad.
Hay dĆas en los que deseas con todas tus fuerzas que llegue la hora de acostarse. Nunca me habĆa sucedido antes, era de los que sostenĆan sus pĆ”rpados con los dedos o se mojaban la cara con tal de permanecer despierto para hacer lo que fuese. Dormir era una pĆ©rdida de tiempo.
De camino a casa, otra parada en el supermercado para, esta vez entre dos, intentar que no toque o destroce nada.
El baƱo, otro suplicio. No entiendo quĆ© le habrĆ” sucedido para rechazarlo de ese modo, con gritos y chillidos. No sirven ni entretenimientos ni consuelos, sĆ³lo una batalla por alejarse del agua.
Hay quiĆ©n dice que cada uno tiene lo que se merece. No lo creo. Es un pensamiento que descuida las premisas y justifica un mundo sectario, puro conservadurismo. Aunque no tenga lo que me merezco, hay veces que echo una mano para que asĆ sea. En vez de hacer un esfuerzo para dejarlo todo tirado, una vez acabadas las labores de casa, despuĆ©s de varios dĆas siento la necesidad de sentarme delante de un computador y escribir aquello que me desahogue por unos minutos. “O copo as fai, o corpo as paga”, dice mi padre.
Pastel de zanahoria y naranja
Cobertura
Precalentamos el horno a 180Āŗ C.
Mezclamos la harina con la levadura quĆmica, la sal, la canela molida y el jengibre. Reservamos la mezcla.
(2) En un cuenco grande u olla mediana montamos los huevos con los azĆŗcares, mejor con un batidor elĆ©ctrico de varillas. AƱadimos poco a poco el aceite de girasol y la leche condensada (azucarada). Montamos un poco mĆ”s. AƱadimos la ralladura de naranja, el zumo, la vainilla lĆquida, la mezcla de harina, la almendra molida y la zanahoria. Mezclamos un poco y, por Ćŗltimo, aƱadimos los frutos secos. Mezclando con una espĆ”tula hasta que queden bien repartido.
Vertemos la mezcla en el molde e introducimos en el horno precalentado a 180 Āŗ C. Horneamos hasta que estĆ© hecho. Esto dependerĆ” del tamaƱo del molde, para mĆ entre unos 30-40 minutos.
Una vez cocinado, lo retiramos del horno y dejamos enfriar para que no se siga cociendo. Yo lo pongo en un baƱo de agua frĆa. Cuando haya enfriado suficientemente lo cubrimos con pelĆcula de cocina e introducimos en el frigorĆfico. Estos pasteles mĆ”s ricos despuĆ©s del reposo en frĆo.
(3) Cobertura. En un recipiente no demasiado grande mezclamos todos los ingredientes, batiendo bien para que no tenga grumos. La cantidad de lĆquido es estimativa, unos 30 ml., lo importante es que tenga una densidad lo suficientemente fluida como para poder extender con facilidad y densa como para que no se desparrame. Se endurece al enfriar.
El uso de un poco de margarina (15 gr.) favorece el corte de la cobertura y el aspecto. La cristalizaciĆ³n del azĆŗcar dificulta el corte limpio si no se usa margarina. Esta vez no la he empleado, pues hay que tener cierto control (temperatura y cantidad) sobre la margarina para que no se corte al mezclarla con el zumo si no se hace adecuadamente.
Retiramos el pastel del frigorĆfico y lo cubrimos con la cobertura, extendiendo ligeramente con una espĆ”tula y dĆ”ndole ligeros golpes para alisar la superficie. Introducimos de nuevo en el frigorĆfico para que gane consistencia.
Deliciosa, sobre todo si no se come de inmediato, mejor es prepararlo la vĆspera. Se puede tomar frĆa o retirarla con antelaciĆ³n del frigorĆfico hasta que tome temperatura ambiente.
Condensada. He acabado el bote, la poca que me ha quedado la he tomado a cucharadas. EmpecĆ© el bote de leche condensada para preparar el nuevo fondant de chocolate y lo he acabado con esta receta. En el blog han pasado meses pero en mi casa ha transcurrido mucho menos tiempo, por supuesto. En medio, unas galletas de tres chocolates y algĆŗn pequeƱo postre mĆ”s. Hasta alguna vez he hecho una crema pastelera con leche condensada y agua, obteniendo una crema muy suave y ligera al paladar.
Me encantan los pasteles de zanahoria. En Ć©ste, la leche condensada y el zumo le dan una textura mĆ”s cremosa y ligeramente hĆŗmeda. En cuanto al sabor, la naranja, las especias y el toque de almendra (ya usada otras veces) forman un conjunto harmonioso y agradable al paladar. La idea de las especias con la zanahoria me vino despuĆ©s de haberlas usado con en el pastel de zanahoria con calabaza, que siempre lleva.
En cuanto a la cobertura, he prescindido de la tradicional que suele llevar algo de queso. Era mi intenciĆ³n que el queso no camuflase el sabor del postre y que la cobertura, sencilla y fina, incrementase el sabor a naranja, que podrĆa quedar algo paliado por el uso de las especias en el bizcocho. En resultado, pese a las fotos algo discretas, me ha resultado delicioso y adictivo.
Estoy tirando por tierra todo el sacrificio hecho en otros tiempos no demasiado lejanos, un aƱo atrĆ”s. Las vacaciones ya no me preocupan, no existen, casi prefiero la rutina y el orden… y Ć©l tambiĆ©n. Las expectativas depositadas en el paso del tiempo se han ido difuminando y sĆ³lo quedan nuevas esperanzas por nuevos tiempos. Otra vez serĆ”.
Mi memoria no alcanza mĆ”s allĆ” de una guarderĆa de monjas con el pelo cubierto por un paƱo blanco y quizĆ”s azul, un odiado plato con jamĆ³n de York y un jarabe de BisolvĆ³n © derramado en una cartera. TenĆa mĆ”s de tres aƱos, no podrĆa precisar con exactitud, sĆ³lo que son de los primeros recuerdos que todavĆa conservo. Creo que la memoria es mĆ”s que nada un ejercicio de limpieza y selecciĆ³n, lo que no interesa lo desechamos.
Nunca volverĆ”n aquellos tiempos perdidos en la memoria, ni en la memoria existen ya. El paso del tiempo ha destrozado y sobrescrito lo realmente importante, la memoria se limita a unos cuantos aƱos y, lo mĆ”s doloroso, a un sinfĆn de imĆ”genes del paso del tiempo sin sentimientos. Un Ć”lbum de fotos con gente conocida, como yo, en las que casi ni me reconozco. Las fotos perdidas no tienen sentimientos, pero mi cuerpo se estremece con sĆ³lo esbozarlas en mi cerebro.
“PapĆ”, papa,….” Las dos treinta de la madrugada. QuiĆ©n me habrĆ” mandado acostarme a la una. ¿QuĆ© hacer? Por un instante parece que llega con mi compaƱĆa para calmarlo. Sentado al borde de la cuna apoyo suavemente mi mano sobre su espalda mientras se balancea boca abajo y levanta la cabeza cada poco tiempo para comprobar que sigo allĆ, a su lado. Sostengo mi cabeza apoyĆ”ndola sobre un lateral de la cuna, incapaz de soportar su peso por el cansancio y aĆŗn a sabiendas que asĆ serĆ” imposible descansar lo mĆ”s mĆnimo.
El insoportable calor puede ser la causa de su desvelo, pero no serĆ” sĆ³lo eso, seguro. La tensiĆ³n de las idas y venidas, la pĆ©rdida de la rutina y los desfases horarios de unos padres irrespetuosos con las necesidades de su hijo.
Imposible. Su inquietud y cansancio va en aumento con el paso del tiempo ante la incapacidad para conciliar el sueƱo. Mis intentos por dejarlo solo son infructuosos, mĆ”s bien su efecto es opuesto al deseado. Niega cualquier muestra que muestre mi intenciĆ³n de ponerlo a dormir: acostarnos, reposar su cabeza sobre mis hombros y, por supuesto, tomar la postura tradicional de mecer. SĆ³lo queda ir al salĆ³n hasta que se tranquilice. Todas esas prĆ”cticas del mal padre/madre se practican sin Ć©xito, o con un rotundo Ć©xito, segĆŗn se interprete.
Juntos padre e hijo ante un televisor con imĆ”genes de animales y una “jranja”, como dice Ć©l, esperando a que el cansancio que nos acompaƱa reclame a un sueƱo reconfortante. La cuna llega a las cuatro y media, y con ella un cuarto de hora de compaƱĆa y espera arrodillado a sus pies. Las cinco. Pronto amanecerĆ”.
No sĆ© si es percepciĆ³n mĆa o una consecuencia del simple hecho de romper el sueƱo en su estado mĆ”s profundo. En el intervalo hasta el definitivo despertar se producen pesadillas de las que ruego por despertar. TodavĆa recuerdo su sustancia: el terror. El deseo de que llegue el momento de despertarse.
No sĆ© si os ha pasado a vosotr@s, pero muchas veces en las que el sueƱo se rompe en medio de una interminable pesadilla por causas ajenas al propio sueƱo, la sensaciĆ³n de sofoco al despertar es agobiante. Ni la alegrĆa de sentir que todo ha sido una alucinaciĆ³n es suficiente para paliar esa sensaciĆ³n de vivir entre un espejismo y la realidad. “PapĆ”, papĆ”,…” 8:30.
Me toca amasar y adelantar asuntos de cocina antes de darle el desayuno. Hay que alargar ese tiempo para que desayune algo mĆ”s que Ćŗltimamente. “Ceeral, ceeral,…”, es el momento de dĆ”rselo. Poco desayuno para tanto cuerpo, poco mĆ”s de cincuenta mililitros.
En Santiago las rutinas matinales despuĆ©s del desayuno son menos restringidas y mĆ”s improvisadas. Puede tocar un parque, una visita apresurada a las playas del Barbanza, o un paseo por la zona vieja. Siempre aprovechando para hacer alguna compra, bĆ”sicamente gastronĆ³mica, como el jueves pasado en la plaza de abastos: pescado fresco, pan, frutas y verduras. Un placer mientras Teo se entretenĆa pasando su sillita por el enrejado metĆ”lico de los desagĆ¼es del agua de los puestos de pescado.
A las diez de la maƱana no me quedan muchas opciones. Acudir a comprar el (delicioso) bollo de pan a unos 30 metros de la puerta de casa, acercarnos hasta un parque solitario y casi abandonado por los niƱos a esas horas o hacer los preparativos para ir a la playa.
Dicen que a los niƱos les encanta la playa, y puede ser cierto, pero no a todos los que oscilan entre ser niƱo o bebĆ©. Una playa solitaria dice muy poco para quiĆ©n quiere “mĆ”s, mĆ”s,…”, una hora es suficiente Ć©xito. En ese tiempo: un paseo por las rocas, unos montoncitos de arena y muchos tira y afloja.
Se nota su cansancio y el mĆo. Ćl protesta sin saber quĆ© quiere, yo suspiro por llegar a casa y sentarme para jugar un poco con Ć©l. En medio, otra insufrible parada en el supermercado (para comprar un poco de queso Emmental) acompaƱada de caprichos, ruidos y desĆ³rdenes, sosteniendo silla, mochila de playa, juguete y niƱo. Me justifico ante la cajera ante tal caos causado por un niƱo y un padre cansados.
La actitud ante la comida ha cambiado, ya no es como hace unos meses, pero sigue teniendo su dosis de capricho. El dĆa anterior por la maƱana habĆa pasado muchas horas preparando la comida del dĆa, querĆa que comiese legumbres. Por la noche ultimĆ© el plato y lo guardĆ© en el frigorĆfico para dĆ”rselo hoy.
Le tengo preparada una secuencia mĆ”s o menos equilibrada de comidas (creo), intercalando pescado con carne (mĆ”s pescado que carne) y acompaƱado de una sucesiĆ³n de alimentos bĆ”sicos: arroz, verduras, pasta, legumbres, patata, arroz…
Fue el mejor momento del dĆa ver cĆ³mo comĆa habas sin ningĆŗn reparo. No siempre es asĆ, anteayer mismo me resultĆ³ casi imposible darle un “rapante” (pez gallo) que tanto le gustaba hace un mes. Lo tirĆ³ todo por el suelo, chillĆ³ y pataleĆ³ por toda la cocina. ResistĆ intentando parecer tranquilo e inmune a su reacciĆ³n. ¿QuiĆ©n ganĆ³? Ćl, por supuesto, le ofrecĆ otra comida que sĆ le gustaba mientras sostenĆa los pĆ”rpados con dificultad por el sueƱo. Cuando tiene sueƱo es mucho peor.
No pude acostarlo en el momento, tenĆa que seguir preparando la comida para cuando llegase M. Lo descuidĆ© y asĆ me fue. Lo deshizo casi todo, subiĆ³, bajo, mirĆ³, se revolcĆ³. El jabĆ³n lĆquido de prendas delicadas acabĆ³ por el suelo y Ć©l resbalando con el jabĆ³n por todo su cuerpo.
Mientras esperaba el tiempo de fermentaciĆ³n, lo cambiĆ© (otra gran odisea) y lo acostĆ©. Quedaba recoger todo el estropicio y acabar.
M llega a las cuatro de la tarde tras unos cuarenta o cuarenta y cinco minutos de viaje, cuarenta a la ida y algo mĆ”s a la vuelta. Cuando acabĆ©, aĆŗn tuve tiempo de intentar acostarme a eso de las tres y pico de la tarde. Intentar, he dicho, porque debo de tener un mini-Teo en el cerebro. A los diez minutos de haberme dormido ese mini-T llamĆ³ por mĆ y me despertĆ³, el verdadero T todavĆa dormĆa. En estas situaciones de cansancio es difĆcil distinguir entre quĆ© es sueƱo y quĆ© real, hasta que te despiertas, por supuesto. La vida real, si lo piensas un poco, es el verdadero sueƱo, el ser y el estar.
Hay algo de lo que no puedo prescindir bajo ningĆŗn concepto por muy cansado que estĆ©: correr. Aunque prescindiera tampoco podrĆa descansar, con T ya despierto serĆa imposible escaparme a la habitaciĆ³n para echarme un rato.
Ya no sĆ© si corro o ando, pero me imagino que mis pasos se ralentizan con el paso de los dĆas y proporcionalmente al dĆ©ficit de sueƱo. Me vendrĆa bien pasar un aƱo encerrado en una cĆ”psula hiperbĆ”rica, como hacen los atletas profesionales. Diez a doce horas durmiendo y el resto descansado. ¿Por quĆ© lo hago? No lo sĆ©, sinceramente. AsĆ ya no es un placer, a mĆ me gusta correr sin arrastrarme por los caminos ni mirar el reloj. Disfrutar con cada una de las gotas de sudor que fluyen por mi cuerpo, sentirme libre y capaz de ir todavĆa mĆ”s rĆ”pido.
Libre, esa podrĆa ser la palabra. La libertad de la soledad y el camino. Mi mente no se evade, por eso el placer no es completo. Me fui hasta el mirador de As LĆŗas, pese a que cruzar el puente en obras es una verdadera odisea.
“M, nos vemos en la playa en torno a las seis y media”. Una cercana y de fĆ”cil estacionamiento: Cabodeiro, entre barcos y con una marea que obligaba a estar toalla con toalla.
La playa no durĆ³ mucho, para mĆ, como otros dĆas, no llegĆ³ a una hora. Lo de echarme o, incluso, baƱarme es mĆ”s un deseo que realidad.
Hay dĆas en los que deseas con todas tus fuerzas que llegue la hora de acostarse. Nunca me habĆa sucedido antes, era de los que sostenĆan sus pĆ”rpados con los dedos o se mojaban la cara con tal de permanecer despierto para hacer lo que fuese. Dormir era una pĆ©rdida de tiempo.
De camino a casa, otra parada en el supermercado para, esta vez entre dos, intentar que no toque o destroce nada.
El baƱo, otro suplicio. No entiendo quĆ© le habrĆ” sucedido para rechazarlo de ese modo, con gritos y chillidos. No sirven ni entretenimientos ni consuelos, sĆ³lo una batalla por alejarse del agua.
Hay quiĆ©n dice que cada uno tiene lo que se merece. No lo creo. Es un pensamiento que descuida las premisas y justifica un mundo sectario, puro conservadurismo. Aunque no tenga lo que me merezco, hay veces que echo una mano para que asĆ sea. En vez de hacer un esfuerzo para dejarlo todo tirado, una vez acabadas las labores de casa, despuĆ©s de varios dĆas siento la necesidad de sentarme delante de un computador y escribir aquello que me desahogue por unos minutos. “O copo as fai, o corpo as paga”, dice mi padre.
Pastel de zanahoria y naranja
- 120 gr. de harina de reposterĆa.
- 4 gr. de levadura quĆmica (Royal)
- ½ cucharilla de tĆ© de sal fina.
- 1 cucharilla de tƩ de canela molida.
- 1 pizca de jengibre molido.
- 40 gr. de azĆŗcar blanco.
- 45 gr. de azĆŗcar moreno.
- 120 gr. de huevo (2 grandes).
- 35 gr. de aceite de girasol.
- 165 gr. de leche condensada.
- Ralladura fina de 1 naranja
- 30 ml. de zumo de naranja.
- 5 ml. de extracto de vainilla (opcional)
- 45 gr. de almendra molida.
- 280 gr. de zanahoria rallada.
- 80 gr. de nueces y/o avellanas.
Cobertura
- 120 gr. de azĆŗcar polvo (lustre, glasĆ©)
- c. s. de zumo de naranja, unos 30 ml. (puede sustituirse un poco por agua de azahar o vainilla lĆquida, le da un toque especial)
- Un poco de ralladura fina de naranja.
- Una poco de margarina, 10-20 gr. (Opcional, esta vez no se le he aƱadido, otras veces sĆ)
Precalentamos el horno a 180Āŗ C.
Mezclamos la harina con la levadura quĆmica, la sal, la canela molida y el jengibre. Reservamos la mezcla.
(2) En un cuenco grande u olla mediana montamos los huevos con los azĆŗcares, mejor con un batidor elĆ©ctrico de varillas. AƱadimos poco a poco el aceite de girasol y la leche condensada (azucarada). Montamos un poco mĆ”s. AƱadimos la ralladura de naranja, el zumo, la vainilla lĆquida, la mezcla de harina, la almendra molida y la zanahoria. Mezclamos un poco y, por Ćŗltimo, aƱadimos los frutos secos. Mezclando con una espĆ”tula hasta que queden bien repartido.
Vertemos la mezcla en el molde e introducimos en el horno precalentado a 180 Āŗ C. Horneamos hasta que estĆ© hecho. Esto dependerĆ” del tamaƱo del molde, para mĆ entre unos 30-40 minutos.
Una vez cocinado, lo retiramos del horno y dejamos enfriar para que no se siga cociendo. Yo lo pongo en un baƱo de agua frĆa. Cuando haya enfriado suficientemente lo cubrimos con pelĆcula de cocina e introducimos en el frigorĆfico. Estos pasteles mĆ”s ricos despuĆ©s del reposo en frĆo.
(3) Cobertura. En un recipiente no demasiado grande mezclamos todos los ingredientes, batiendo bien para que no tenga grumos. La cantidad de lĆquido es estimativa, unos 30 ml., lo importante es que tenga una densidad lo suficientemente fluida como para poder extender con facilidad y densa como para que no se desparrame. Se endurece al enfriar.
El uso de un poco de margarina (15 gr.) favorece el corte de la cobertura y el aspecto. La cristalizaciĆ³n del azĆŗcar dificulta el corte limpio si no se usa margarina. Esta vez no la he empleado, pues hay que tener cierto control (temperatura y cantidad) sobre la margarina para que no se corte al mezclarla con el zumo si no se hace adecuadamente.
Retiramos el pastel del frigorĆfico y lo cubrimos con la cobertura, extendiendo ligeramente con una espĆ”tula y dĆ”ndole ligeros golpes para alisar la superficie. Introducimos de nuevo en el frigorĆfico para que gane consistencia.
Deliciosa, sobre todo si no se come de inmediato, mejor es prepararlo la vĆspera. Se puede tomar frĆa o retirarla con antelaciĆ³n del frigorĆfico hasta que tome temperatura ambiente.
El pastel impresionante, me gusta la combinaciĆ³n de la naranja con la zanahoria.
ResponderEliminarSaludos
JesĆŗs, leerte es un agobio... O te quedas las cosas buenas para ti (espero que asĆ sea, por tu bien), o tu vida es realmente agobiante... Parece que no tengais momentos en los que disfrutais, los tres, de el placer de estar juntos, simplemente... Y todo eso sabiendo que trabajais ambos, que teneis una situaciĆ³n econĆ³mica buena, que ahora estĆ”s de vacaciones, y que sĆ³lo teneis un hijo!! No me imagino entonces cĆ³mo harĆan las familias de antes, o muchas de ahora, con muchos menos recursos, y mĆ”s hijos...
ResponderEliminarMi impresiĆ³n es que buscas problemas donde a lo mejor no los hay. No sĆ©, seguramente me equivoco.
Tengo una amiga de poco mĆ”s de treinta aƱos, con dos crĆos, uno de un aƱo y otro de tres, a la que se le acaba de morir el compaƱero, de un dĆa para otro (una arritmia), y, a pesar del disgusto, ella sigue adelante, y la ves con muchĆsima fuerza, energĆa y alegrĆa... Y los crĆos son buenĆsimos, lo sĆ© porque me he quedado con ellos un par de veces cuando ella trabajaba.
A lo mejor lo que teneis que hacer es eso, delegar un poco mĆ”s, meter al niƱo en una guarderĆa, que seguro que le viene bien a Ć©l y a vosotros, e intentar relajaros un poco....
Nosotros estamos esperando una niƱa, y entiendo que cada padre quiere lo mejor para sus hijos, y cree que el suyo es especial, pero si eso llega a influir en la salud de uno de los padres, no creo que ayude mucho al niƱo, ni a la relaciĆ³n entre ambos, creo que el niƱo tambiĆ©n percibe el estado anĆmico de los padres, y eso tambiĆ©n le influye.
Menudo rollo que he soltado, perdona, y mira que no me gusta nada que la gente me diga lo que tengo que hacer, ni decĆrselo yo a nadie, pero es que realmente agobia leerte... Espero, como te decĆa al principio, que te quedes las cosas buenas, y que haya muchas... Un saludo.
No sĆ© si te habĆa dicho antes que me gusta mucho tu blog. Me gustan tus recetas (este pastel de zanahoria y naranja va a formar parte de mi repertorio en breve) y me gusta tu manera de contar las cosas.
ResponderEliminarAl igual que la comentarista anterior, Estela, creo que te guardas las cosas buenas. No soy madre ni tengo intenciĆ³n de serlo, pero seguro que hay cosas buenas y asirte a ellas te irĆa muy bien.
Los niƱos son adultos consentidos que quieren todo ya de ya, por lo que, quizĆ”s, deberĆas pensar en que es uno mĆ”s de la familia, no el mĆ”s importante ni por el que los demĆ”s hayan de perder la cabeza. Si tĆŗ pierdes la cabeza, Ć©l no podrĆ” seguir adelante.
Vaya rollo he soltado tambiƩn yo... y sin experiencia con niƱos!. Ver para creer.
Un besoteeeeeeeeeeee
No he tenido tiempo de leerlo todo, pero sĆ, desde luego, me guardo las cosas buenas... que son MUCHAS y frecuentes. Pero claro, cuando uno tiene momentos de felicidad no tengo esa necesidad de escribir y desahogarme.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias.
Esta bueno tu blog, pero no llego a leerlo todo, hoy buscando una receta de torta de zanahorias, le dĆ un rato mĆ”s, es cierto que cada una de nuestras recetas tiene su historia.
ResponderEliminarProbarĆ© tu receta y la publicarĆ© en mi blog con referencia ,si asĆ lo permitĆs. MI torita de zanahoria tambiĆ©n merecerĆa una historia, VerĆ© si escribo algo. Saludos.
Brutal la presentaciĆ³n, y como siempre, un entretenimiento leer tus recetas, el resto de acompaƱamientos de tu entrada, las introducciones, las fotos y las referencias. Acabo de leer los comentarios anteriores, y me alegra saber que callas y guardas muchas cosas buenas.
ResponderEliminarUn placer leer esta entrada.
Me gustan tus recetas, me gustan tus penas y lamentos, y a mi, mas que agobiarme, me hacen sonreir, y a veces reirme, no de ti sino de lo que te pasa. Chico es una etapa y todos los que hemos tenido niƱos (en mi caso una niƱa) que no duermen, vamos tan cansados que hay veces de las neuronas derrapan. Lo mio se arreglo cuando empezo P3 y no dejo de hacer la siesta. Paciencia y si lo que necesitas es desahogarte, avanti
ResponderEliminarLola
ups error
ResponderEliminaren P3 dejo de hacer la siesta, y me dormia 12 horas seguidas por la noche, un lujo
Lola
Me alegro mucho que los tengas, ojalĆ” a montones, porque creo que un hijo se tiene para eso. QuiĆ©n sabe, a lo mejor dentro de nada me veo yo igual que tĆŗ, ya te contarĆ©...
ResponderEliminarUn beso grande, mucho Ć”nimo y mucho cariƱo. Y perdona por lo de antes, creo que la agobiada era yo, si es que con el embarazo ando demasiado sensible. Un abrazo, y la receta, como siempre, tiene una pinta buenĆsima, un dĆa de estos caerĆ”. Bicos.
MuchĆsimas gracias.
ResponderEliminarSiempre creo explicarme un poco mal. Lo mĆo no son quejas, sĆ³lo que por circunstancias de la vida echo en falta una mano que me pueda ayudar durante el dĆa (y la noche). M trabaja y, por mi trabajo, pasamos muchas horas juntos. Para mĆ es un placer y una ilusiĆ³n. He perdido cosas pero he ganado muchas mĆ”s.
Cuando salgo a correr deseo que cuando vuelva todavĆa no se haya despertado para poder cogerlo cuando se levanta… Alguna vez he podido echarme un rato, pero sacrifico ese momento para disfrutar de Ć©l unos minutos mĆ”s. Como digo “el cuerpo las hace, el cuerpo las paga” (¡quĆ© mal me suena en castellano!) y yo soy en parte el culpable de estar mĆ”s cansado de lo que podrĆa.
Con los nuevos tiempos ha llegado una nueva forma de ser padres. No todos podemos tener a l@s abuel@s cerca para que nos ayuden cuando tenemos algo que hacer. Ya no digo nada de ocio (cenas, cine,…), me refiero a “algo importante que hacer”. Los padres pasan demasiado tiempo con sus hijos y los hijos tienen mayor dependencia de ellos. Es lo que pasa, que T tiene problemas cuando hablamos con desconocidos (para Ć©l). Por otro lado, no todos los niƱos son iguales, unos son mĆ”s tranquilos que otros, y Teo ha salido algo inquieto. Tiene el gen de correr, ayer mismo nos pusimos a recorrer (corriendo) la playa de lado a lado un par de veces, para alucinar. Hoy ha parado algo, pero dice M que parece que su modo natural para desplazarse es corriendo.
Os contarĆ© un pequeƱĆsimo detalle que me pasĆ³ el otro dĆa cuando presentaba un rape en la mesa. Teo encontrĆ³ un trocito de perejil y lo puso sobre el rape mientras lo posaba en la mesa de centro, se ve que me ha visto alguna vez poner una ramita de presentaciĆ³n. Como Ć©sta, muchĆsimas anĆ©cdotas mĆ”s, cada segundo.
Le encanta decir las marcas de los coches cuando los reconoce, no habla, pero si ve una “S” dice “Sea”, si ve un Volkswagen dice “mamĆ”” (es la marca del coche de M), si ve un leĆ³n dice “pechĆ³”,… otros no los pronuncia pero los conoce.
Es capaz de quedarse quieto viendo abrir y cerrar los portales de los garajes. Para Ć©l es un milagro cĆ³mo puede una puerta abrirse y cerrarse sola.
UN beso muy grande.
Pepinho.
Hola!!!! he llegado hasta aquĆ por casualidad y me ha encantado tu blog, fantĆ”stico ese pastel que me encanta, yo tambiĆ©n le pongo especias y ahora tendrĆ© que probar tu receta, jejejej
ResponderEliminarHe leido toda tu odisea y me hace gracia, porque me veo a mĆ misma con mi hijo mayor...ocupaba todo mi tiempo despierto y durmiendo o tratando de dormir, tanto me influyo que hasta que tenĆa casi 4 aƱos no naciĆ³ su hermano....y la cosa cambiĆ³ radicalmente, ya no le prestaba tanta atenciĆ³n y eso le sirviĆ³ a Ć©l y a mĆ....mi relaciĆ³n con Ć©l cambiĆ³ y su comportamiento muchĆsimo, ahora tengo 3 hijos, nacieron en el intervalo de 5 aƱos y he aprendido con el tiempo que estar pendientes de ellos todo el tiempo no es nada bueno, se vuelven muy posesivos.... para mĆ es muy importante que aprendan a dormirse solos "sobre todo" para mĆ fuĆ© muy importante descubrir el libro "DuermetĆ© niƱo" que aunque para unos es una tiranĆa para otros puede ser la manera de convivir con buen humor, jejeje,ademĆ”s no solo sirve para dormir, sino que siguiendo sus pautas en otros aspectos como la comida o los malos comportamientos se consiguen resultados asombrosos....
Cada padre educa a sus niƱos como quiere o como puede, yo no soy quien para darte consejos, pero te veo tan agobiado que quizƔ una ayudita no te venga mal...
Un saludo!!!
Esas cosas que ahora cuentas sĆ que son buenas... QuĆ© bonito lo del perejil. Ya sale a su papi... jejeje.
ResponderEliminarMe alegro mucho. Un besote
Pobre Pepinho, te entiendo perfectamente me acuerdo muy bien a esa edad, (durante mucho tiempo los tomaba en brazos para dormirlos..por turnos) cuando estaba gerardo, nos turnabamos. ya pasarƔ mi niƱo pero entiendo tu agotamiento.
ResponderEliminarLa comida gerardito fue atroz un tiempo casi no comĆa, no me preguntes ahora porque se lo come TODO, pasa con hambre.
Encuentro estupendo que corras, aunque sea a gatas (LOL) pobre pero te harĆ” bien, e stu desahogo tods necesitamos un desahogo, y a tĆ te hace bien correr.Sigue corriendo.
Ahora cuando se despierta Teo es normal que busque a sus papas es lĆ³gico,
Y el calor para mi gusto los pone irritables.
Paciencia y kilos de paciencia.
Me parece estupendo que cuentes aquĆ tus cosas para eso e stu blog.!
Siempre he tenido la idea de que Teo serƔ chef como su papƔ, e sun enencanto, te mando besos y abrazos para los dos con mucho cariƱo, gloria
El pastel delicioso, efectivamente la crema pastelera queda muy buena con leche condensada, para mi es como indispensable,
Besos para las chiquillas cuando vengan (Rosita,Olga, Berta,Esperanza etc.)
Siempre es un placer venir acĆ”, besooss gloria
ResponderEliminarHace mucho que sigo tu blog en silencio, me considero fan de tus recetas y aĆŗn mĆ”s de tus relatos. Al leer tus historias con Teo lo que yo percibo es el aprendizaje de un padre primerizo y el modo maravilloso en que ha ido forjando la relaciĆ³n con su hijo. SĆ, hay ratos de sueƱo y desespero que son comunes y se acomodan con el tiempo y la experiencia; pero la atenciĆ³n, el afecto, el acudir al llamado como lo haces y mantenerte constante a su lado son piezas claves en un sano desarrollo.. te felicito por eso. No te desanimes, vas por buen camino ;)
ResponderEliminarHola meu.... andaba yo detrƔs de una tarta de zanahoria... y la tuya se me antoja perfecta...
ResponderEliminarTe dirƩ algo.
BiquiƱos mil y bsitos a Teo.
Lau.
No se como pero cada dĆa te superas.
ResponderEliminarYa no se cuanto tiempo llevo siguiendote, pero cada dĆa me maravillas mĆ”s, ademĆ”s tus recetas suelen ser perfectas, pero.....
me explicas que significa C.S. del zumo de naranja??????
Ya lo he visto algunas veces y no logro descifrarlo.
Los niƱos son alucinantes, y cambiam por momentos.
Yo tengo una peque de 4 aƱos y medio, y hace una semana le daba miedo cualquier desconocido y ayer quiso pedir ella su helado de postre al camarero.... Alunciantes.
Saludos.
(un inciso rĆ”pido para la aclaraciĆ³n, tengo que intentar echarme unos minutos ahora que T duerme)
ResponderEliminarGracias, perdona, "c.s." es "cantidad suficiente". Es lĆ³gico, tambiĆ©n me pasĆ³ asĆ la primera vez que lo leĆ en una receta. Ahora siempre lo uso para indicar que la cantidad necesaria de un ingrediente es indeterminada o puede variar segĆŗn las condiciones.
Un beso a tod@s, cuando tenga unos segundos personalizarƩ los comentarios. Gracias.
Meu fillo, repousa e fala con el. Dille que papĆ” necesita descansar e T vaise portar ben, e xogar canda el pero sin moverse dalĆ. Seguro que o entende e o fai.
ResponderEliminarPor probar vale?
Muacs dulces desde la RĆa de Noia-Muros y pronto desde Madrid.
Este verano me ha dado por los faros (no de coches) y me he comprado unos cuantos muy coloristas. SerĆ” que necesito encontrar el Norte? . Si quieres te paso uno.
Bertita, no me falles, que ya casi estoy ahĆ , eh????
ResponderEliminarMe encantan las zanahorias y las tartas de zanahoria.
Te leo y te entiendo taaanto. La guarderĆa y el "duĆ©rmete niƱo" cambiaron mi vida para mejorarla.
MaƱana o pasado intentarĆ© adaptar tu receta de pollo al limĆ³n haciendo pavo al limĆ³n. Ya te cuento quĆ© tal queda. Besos miles. OLGA.
Pero quĆ© rutina mĆ”s encantadora tienes! ¿sabes loq ue estĆ”s diciendo? Esos pasesos por la playa, aunque sĆ³lo sea una hora, aunque sĆ³lo sea a regaƱadientes... esa playa, ¿quiĆ©n la tuviera cerca? Esos bollos que compras. Ese pescado.
ResponderEliminarPero quĆ© rutina mĆ”s encantadora! disfrĆŗtala, que cuando no la tengas vas a echarla de menos.
soy madre de tres hijos, y los mejores aƱos de mi vida, los quemĆ”s he saboreado, los que mĆ”s he disfrutado, cuando han sido pequeƱos, cuando he tenido que limpiar caquitas, y moquitos, y apagar llantos, y corretear detra´s de ellos para librarlos de todo mal, y velar sus sueƱos, y despertarme en mitad de la noche para mecer despuĆ©s de una pesadilla.
¡Hermosa rutina!
Un beso muy grande, Estela. El pastel es fenomenal.
La leche condensada es una delicia, en casa lo confieso siempre tengo mƔs de tres botes :p
ResponderEliminarLa cobertura yo siempre la hago asĆ como tĆŗ, pero para los cupcakes de zanahoria que quedan buenisimos.
Que lo pases muy bien lo que resta del verano, y no dudo que disfrutas y vibras con todo lo que te rodea, aĆŗn cuando hay dĆas chungos ;)
BesiƱo.
ESPECTACULAR COMO TODAS TUS RECETAS, Y QUE ESPECTACULAR EL TEO COLOCANDOLE EL PEREJIL AL RAPE, ME LO IMAGINO Y ME LO COMO A BESOS; te entiendo lo que comentas es tu desahogo, pero por lo que te desahogas entiendo que esa personita Teo es demasiado especial y con lo que escribes a pesar de que parezcas otra cosa yo lo defino como FELICIDAD..estƔs compartiendo tu vida con tu familia, y las rutinas que eso implique.
ResponderEliminarTe admiro
Mayela
¡QuĆ© decir de la receta! Sabes que me gusta todo lo que haces, aunque siempre hay algo que supera a lo anterior...
ResponderEliminarBuff...cĆ³mo te echo de menos! Bueno, ahora tengo que decir:¡cĆ³mo os echo de menos, porras! Teo es un niƱo encantador, precioso, maravilloso, vivaz y cariƱoso...quĆ© pena que nos separen tantos km.! Que no son tantos, en realidad, pero los suficientes para tener que echarlo muuuuucho de menos...
Tienes razĆ³n en montones de cosas, incluso cuando hablas de la "falta de autoridad..." SĆ, y tantas cosas mĆ”s que necesitarĆa y no soy capaz de dĆ”rselas: es muy duro, difĆcil e incluso terriblemente doloroso...aĆŗn me acuerdo cuando alguien le enseƱaba montones de cosas: dinosaurios, plĆ”stica...con una paciencia y una seguridad increĆbles!
Intenta relajarte un poco y delegar otro poco, tambiĆ©n...creo que serĆ” bueno para ambos, ya que se acerca la hora de la guarderĆa, y no deberĆamos ponerle las cosas demasiado difĆciles a T. No debe notar que te cuesta y que te va a costar separarte de Ć©l...esas poquitas horas (que verĆ”s cĆ³mo se pasan enseguida); tiene que sentir tranquilidad y relajaciĆ³n, pues de lo contrario, podrĆa pasarlo mal, cuando no tiene porque ser asĆ!
¡QuĆ© fĆ”cil es decirlo, verdad!
¡CuĆdate mucho! Mejor dicho: cuidaros mucho, mucho y A SER FELICES!
Bicos, moitos!
Montalbano
Deliciosa tarta, soy tambiƩn soy fan de las tartas de zanahoria y esta tiene que estar muy buena, combinandola con naranja.
ResponderEliminarMe la anoto para hacerlas
me encanta tu blog porque "huele" muy biennn....me encantan tu entradas pq yo tambiĆ©n tengo niƱos...no sabe cĆ³mo te comprendo....besosss . Mariajo
ResponderEliminarMe gusta mucho el pastel de zanahoria y naranja, aunque un poco pesado, ahora, para los que estamos por el sur.
ResponderEliminarEl padre primerizo siempre paga el "pato", aunque en realidad la educaciĆ³n infantil es muy simple cuando se tienen las cosas claras. DespĆ©gate un poco del chaval, seguro que te lo agradecerĆ” y tus nervios tambiĆ©n.
Estimado Pepinho,
ResponderEliminarMuchas gracias por tu receta, la acabo de hacer, sĆ³lo le puse media taza mĆ”s de harina, un huevo mĆ”s y le agregĆ© las almedras molidas batidas con una clara a nieve y azĆŗcar flor (asĆ como un mazapĆ”n). Quedo muy rica!
si no te molesta la voy a poner en mi blog, con tu autorizaciĆ³n y especificando que la tomĆ© de tu blog, por supuesto...
un abrazo desde Chile.
me ha salido buenĆiiisimo...pero he comido demasiado...ajjjj!!!
ResponderEliminar¡QuĆ© ilusiĆ³n! ;-)
ResponderEliminarDisculpad si no hablo de la receta, pero cada cual debe adaptarse a sus gustos y apetencias. AsĆ es, lo importante es experimentar. Ahora me toca una cabeza muy ocupada y un cuerpo de dedicaciĆ³n absoluta.
¡CuĆ”nta razĆ³n! Me da mucha pena estar en estas condiciones para pasar “los mejores aƱos de su (nuestra) vida”. Estar prĆ”cticamente solo con Ć©l durante este agosto es un hĆ”ndicap, para Ć©l y para mĆ. Llegamos agotados e intentamos salir de la rutina. ¡QuĆ© difĆcil es vivir esa sensaciĆ³n de soledad con un hijo cuando Ć©ste necesita mucho amor y compaƱĆa por todos los poros! Un padre cansado no es suficiente, una madre que trabaja tambiĆ©n.
Ahora llegan los dolores de cabeza y los problemas por sus primeros dĆas de “cole” (y los mĆos). La guarderĆa no abrirĆ” antes del 13 y por entonces yo empezarĆ© tambiĆ©n con mi trabajo, por lo menos el inicio.
Hoy no ha sido un buen dĆa, una buena noche, y eso se nota. Se acaba el verano y (aquĆ) empiezan las lluvias, la depresiĆ³n de las gotas y las horas de sol eternas.
Querid@ Moltabano, me hizo micha ilusiĆ³n tu visita (real), y a Ć©l tambiĆ©n. ¡CuĆ”nto necesita de gente que lo quiera! SerĆ” muy duro, tanto para mĆ como para Ć©l. Quiero pensar que lo serĆ” mĆ”s para mĆ… pero Ć©l es casi un bebĆ© y hay muchas cosas que no entiende: el abandono.
Entonces yo tenĆa mĆ”s tiempo y fuerza. DormĆa (incluso en el suelo del salĆ³n), parecĆa que lo podĆa todo, no habĆa cansancio. Ahora es mucho mĆ”s difĆcil, no es la edad, es la RESPONSABILIDAD y las rutinas que ocupan a los mayores, esas cosas raras que hace la gente mayor y no entiendes cuando eres pequeƱo.
Ahora entiendo lo difĆcil que es ser madre/padre, creo que es lo mĆ”s difĆcil del mundo. Los hay que dicen que lo mejor es dejarlo llevar, que todo viene. No lo creo, tĆŗ lo sabes, hay que dar mucho mĆ”s, y con eso nada estĆ” garantizado.
Ya despierta de la siesta…. Un beso muy grande! Gracias.
¿No es esto un blog de cocina? No para mĆ.
Un beso muy grande a tod@s
Pepe, maƱana por fĆn llego a Santiago. Me han recomendado que coma una buena mariscada en el Mercado de Abastos, comprando lo que me apetezca y me lo cocinarĆ”n en el bar de allĆ mismo. Ya te cuento cĆ³mo nos tratan por tus pagos. IlusionadĆsima con el Camino. ReuniĆ³n con Berta el 31. Besos mil. OLGA.
ResponderEliminarMe ha encantado el parque y el convento de Belvis. Ahora en la estacion de buses rumbo a Sarria. Manana empezamos. Desearnos buen Camino!! Besos miles. OLGA.
ResponderEliminarMe ha encantado el parque y el convento de Belvis. Ahora en la estacion de buses rumbo a Sarria. Manana empezamos. Desearnos buen Camino!! Besos miles. OLGA.
ResponderEliminarHola,tengo que decirte que me encanta tu blog,llevo tiempo siguiƩndote.
ResponderEliminarEsta tarta de zanahoria la probĆ© por primera vez en Inglaterra y me encantĆ³.Cuando lleguĆ© aqui lo primero que hice fue buscar una receta para hacerla.Mi receta es muy parecida a la tuya,aumque no le hecho leche condensada y si le echo nuez moscada y concentrado de zumo de naranja.Un saludo y te invito a que visites mi blog.Gracias.
Hola,espero que tanto tu como Teo os encontrĆ©is bien. Mira buscando la receta de zanahoria( la que siempre en mi casa se come) he visto que tienes una que se le pone zumo de naranja y ralladura, me ha parecido fantĆ”stica pero mi pregunta serĆa...me ha parecido extraƱo que no le pongas bicarbonato, seguro que esta bien puesto, pero como yo se que tu en casi todas estas tartas si lo utilizas... he pensado que a lo mejor se te habĆa pasado.Dime de estas dos recetas tu con cual te quedas??( la de crema de queso o esta) es para la boda de mi hijo y quiero tu opiniĆ³n, Nada mĆ”s, muchas gracias como siempre y espero que tengĆ”is unas felices vacaciones.
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